Richard GrenellEl exdirector de inteligencia nacional de Trump y uno de sus asesores de política exterior más cercanos, criticó la decisión de Joe Biden de autorizar a Ucrania a utilizar misiles estadounidenses de largo alcance dentro de Rusia. Grenell dijo que Biden es «intensificar las guerras antes de dejar el cargo». En un mensaje en X, Grenell añadió: «Nadie anticipó que Joe Biden intensificaría la guerra en Ucrania durante el período de transición. Es como si estuviera lanzando una guerra completamente nueva. Todo ha cambiado ahora: todos los cálculos anteriores son nulos y sin valor. Y todo por culpa de la política”.

Él Presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky ha reaccionado con cautela ante el uso de misiles ATACMS de largo alcance para atacar ciertos objetivos dentro de Rusia. En su discurso a la nación anoche, Zelensky afirmó que estos planes no se anuncian, insinuando que Ucrania actuará discretamente si se llevan a cabo estos ataques. “El plan para fortalecer a Ucrania es el ‘Plan de Victoria’, que he presentado a nuestros socios. Uno de los puntos clave es la capacidad de largo alcance de nuestro ejército», comentó Zelensky. El presidente ucraniano insistió en que «los ataques no se hacen con palabras. Estas cosas no se anuncian. Los misiles hablan por sí solos y no hay duda de que lo harán”, reforzando su mensaje de que cualquier acción de guerra hablará por sí sola sin necesidad de confirmaciones previas.

Este domingo, The New York Times publicó que, según fuentes de la administración de Joe Biden, EE.UU. había decidido levantar la restricción a Ucrania para utilizar sus misiles ATACMS contra objetivos militares en territorio ruso. Los misiles ATACMS son los de mayor alcance entregados hasta ahora por Washington a Kyiv, y su uso dentro de las fronteras rusas marca una posible escalada del conflicto.

Según estas fuentes, los primeros ataques podrían estar dirigidos a las tropas norcoreanas aliadas de Rusia y presentes en la región de Kursk. La implicación de soldados norcoreanos en apoyo a Moscú es un factor que ha despertado preocupación en Occidente, elevando la percepción de la guerra en Ucrania como un conflicto internacional con múltiples actores.

Tras la publicación de la noticia en EE.UU., otros medios europeos, incluidos franceses y británicos, han citado fuentes gubernamentales que indican que París y Londres también permitirán el uso de sus respectivos misiles Storm Shadow y SCALP por parte de Ucrania contra objetivos. en Rusia. Esta expansión de las capacidades ofensivas de Ucrania, respaldada por sus aliados clave, podría alterar significativamente el equilibrio en el campo de batalla.

Un cambio en la política occidental

Durante meses, Ucrania ha insistido a sus socios internacionales en la necesidad de ampliar su radio de acción, abogando por eliminar la restricción que le impedía atacar directamente en suelo ruso. Sin embargo, la administración Biden había mantenido una postura cautelosa hasta ahora, citando la posibilidad de represalias rusas que podrían involucrar a la OTAN o desencadenar un conflicto mayor.

Sin embargo, la posibilidad de que Estados Unidos autorice el uso de misiles de largo alcance dentro de Rusia sugiere un cambio estratégico importante. Occidente podría estar apostando por un aumento de la presión militar sobre Moscú, tras meses de estancamiento en el frente y una guerra que se prolonga sin un resultado claro.

Si Kiev recibe efectivamente carta blanca para llevar el conflicto dentro de las fronteras rusas, la guerra en Ucrania podría entrar en una fase de mayor riesgo y complejidad. El uso de misiles como ATACMS, Storm Shadow y SCALP permitiría a Ucrania atacar instalaciones militares o concentraciones de tropas a una distancia considerable. representando una amenaza directa para Rusia en regiones que hasta ahora se consideraban seguras.

Este cambio de política también llega en un momento en que la posición de Moscú en el conflicto es cada vez más cuestionada en el ámbito internacional. La incursión de tropas norcoreanas a favor de Rusia añade un elemento de incertidumbre y pone en juego la fortaleza de sus alianzas en Asia y su apoyo a Ucrania.

Una estrategia de disuasión, según los analistas

Para algunos analistas, esta decisión de Estados Unidos y otros aliados occidentales podría interpretarse como un acto de disuasión, obligando a Rusia a reconsiderar su estrategia de guerra, incluso a riesgo de una escalada del enfrentamiento. Este endurecimiento de las condiciones bajo las cuales Ucrania recibe apoyo refleja el interés de sus aliados en evitar una larga y costosa guerra de desgaste.

El desarrollo de estos acontecimientos en las próximas semanas será clave para determinar si se mantendrá la posición de Occidente o si habrá cambios adicionales en el apoyo militar que recibe Ucrania. Mientras tanto, la respuesta de Moscú será crucial para entender los posibles efectos que esta nueva estrategia pueda tener en el conflicto que sacude al continente europeo desde hace más de un año.