La izquierda italiana resiste en su bastión de Emilia Romaña
Emilia Romaña seguirá roja. La región italiana con el tercer PIB más alto de Italia se ha decantado por continuar en la senda de la socialdemocracia. Más de cuatro millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas en las elecciones regionales en este territorio y han dado, por un amplio margen de más de diez puntos, la victoria a la coalición centroizquierdista liderada por el Partido Democrático (PD), según las primeras encuestas a pie de urna divulgadas tras el cierre de los colegios. Es incierto, en cambio, el resultado en Umbria, que también celebraba elecciones, y donde la centroderecha habría ganado por pocos votos, según los mismos datos.
La cita de Emilia Romaña era un nuevo test para el frágil progresismo italiano. Si no ganaban (partiendo, además, como favoritos) hubiera implicaba perder también su último gran bastión en Italia, una región que es un ejemplo de éxito socioeconómico y que han gobernado de forma interrumpida desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, el PD está a punto de poder respirar aliviado.
Los resultados confirman así las escenarios adelantados por las encuestas y los analistas, que predijeron que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo tenía muy difícil en esta región. Lo que tal vez explique también porque la mandataria prefirió en los días previos dedicarse a otros asuntos y apenas se involucró en la campaña electoral para hacerse con la región.
Abstención récord
La otra cara de la moneda ha sido la noticia de la dramática caída en la participación. Según datos parciales difundidos este lunes por el Ministerio de Interior transalpino, en las dos jornadas electorales, apenas el 44% de los votantes acudieron a ejercer su derecho en Emilia Romaña (había sido el 67% en 2020), y solo el 52% (64%) lo hizo en Umbria.
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“Antes, el 90% acudía a votar. ¿Ahora, adónde iremos a parar?”, ha lamentado el exprimer ministro Romano Prodi con tono desconsolado.
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