Solo el 0,5% del total de viviendas en España se destina de manera continuada al alquiler turístico
Airbnb sale a la palestra en medio de una ofensiva del Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos contra la proliferación de apartamentos turísticos. La plataforma de reservas publicó este miércoles un informe encargado por la consultora PwC con el que intenta desmentir que los alquileres de corta duración (ACD) sean los responsables de la crisis de la oferta de alquiler tradicional y de los elevados precios de la vivienda tanto en arrendamiento como en compra. Según este análisis, los inmuebles que tienen actividad continua en el mercado de alquiler vacacional representan sólo el 0,5% del total del parque inmobiliario español.
El documento defiende que si bien este año han estado activos unas 351.389 ACD (tanto plantas completas como habitaciones) como reflejan los datos del INE -que representa el 1,3% del parque de viviendas español-, sólo el 37% de ellas se han destinado «intensivamente» al mercado de alquiler turístico, mientras que hay otro 63% que no ha tenido el turismo como actividad principal. Según Airbnb, El 52% de los inmuebles se alquilan de forma esporádica (menos de un tercio del año), especialmente en los pueblos de la costa española, donde los propietarios aprovechan el verano para sacar beneficios. Mientras que el 11% restante son viviendas principales, que pertenecen a propietarios e inquilinos que alquilan durante los periodos en los que están ausentes. «Es poco probable que las propiedades utilizadas ocasionalmente como alquiler a corto plazo entren en el mercado tradicional, incluso ante una regulación estricta», creen los autores del informe.
Además, según PwC y Airbnb, La mayoría de estos alquileres ni siquiera se encuentran en las grandes capitales españolas.que es donde el mercado inmobiliario está más ajustado. El 76% de estos arrendamientos se concentrarían principalmente en municipios pequeños y medianos. «Además, los municipios con mayor concentración de ACD suelen tener poblaciones más pequeñas, con una población media inferior a los 7.000 habitantes en los casos en los que representan más del 2% del parque de viviendas local», señala el informe.
El documento también hace referencia a que la mayoría de las ACD son viviendas secundarias de los propietarios (89% de los casos), lo que representaría el 16% del total de viviendas en España, pero la mayoría de las cuales se concentrarían en pequeñas pueblos. , y sólo el 9% en las grandes ciudades.
Se centran en viviendas vacías
La multinacional dedicada a la reserva de apartamentos turísticos defiende así que los alquileres de corta duración no son el motivo del déficit de oferta que vive nuestro país, y señala que los esfuerzos deberían centrarse en poner en el mercado los casi cuatro millones de viviendas vacías. que hay en España (según el Banco de España, sólo 400.000 de ellas estarían en zonas con demanda) y que representan el 14,4% del parque residencial. Asimismo, también se señala como factor determinante el bajo ritmo de producción de vivienda en España, con apenas 83.000 unidades entregadas de media al año; el estancamiento de la rehabilitación de viviendas y la drástica disminución de la construcción de viviendas sociales, todos ellos factores que el Banco de España ha señalado en los últimos informes.
Amortiguan la falta de capacidad hotelera
Airbnb también defiende que el crecimiento del alquiler de corta duración está apoyando el ‘boom’ turístico que está viviendo España tras la pandemia, asegurando que en muchas regiones la capacidad hotelera es incapaz de cubrir el nivel de demanda existente. Esto sucedería en regiones como Cantabria (174%), Valencia (169%), Asturias (164%), Navarra (155%) y Cataluña (143%), donde la demanda ha superado la capacidad hotelera entre un 40% y un 70%. «Esto pone de relieve el papel crucial del turismo en la economía española y la necesidad de encontrar alternativas a los hoteles para adaptarse eficazmente a la creciente demanda y a la evolución de las preferencias de los consumidores», refleja el documento.
«La mayoría de los alquileres de corta duración son residencias secundarias que no se dedican principalmente al turismo, pero su flexibilidad les permite cubrir necesidades tanto residenciales como turísticas. «Esta versatilidad fortalece el crucial sector turístico al tiempo que complementa los ingresos de los propietarios, todo ello sin la necesidad de crear o dedicar un espacio residencial permanente exclusivamente para fines turísticos», concluye el informe de PwC y Airbnb.
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