Las pensiones contributivas subirán un 2,8% en 2025
El INE ha publicado este jueves el dato definitivo del IPC de noviembre, que permite determinar que las pensiones contributivas, como la de jubilación, subirán a partir del 1 de enero del 2025 un 2,8% (que es la inflación media de los 12 últimos meses). La pensión de jubilación media, en consecuencia, subirá unos 40 euros al mes, pasando de los vigentes 1.448,8 euros mensuales a 1.489 euros. Actualmente, el Estado abona 10,3 millones de pensiones a cerca de 9,3 millones de personas, de las cuales alrededor del 18% vive en Catalunya.
Por cuarto año consecutivo, desde 2021, está vigente la ley diseñada por el anterior ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, según la cual cada año las pensiones deben subir igual que lo hace la inflación del año anterior, con el objetivo de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas.
En concreto, la ley fija que se tome como referencia la inflación media de los 12 meses que van desde diciembre del año anterior (2023, en este caso) hasta noviembre del ejercicio en curso (2024), para determinar así cuánto deben subir las pensiones desde enero del año siguiente (2025).
El dato adelantado este jueves por el INE ya permite hacer una proyección, si bien formalmente la cifra definitiva se confirmará el 13 de diciembre. En todo caso, sería muy difícil que la cifra definitiva altere la estimación de una subida del 2,8% de las pensiones contributivas el año próximo (a no ser que la corrección hiciera pasar del 2,4% al 3,1% el dato de la inflación de noviembre, algo inusual en las revisiones del INE).
Bajo esta regla, las pensiones subieron el 2,5% en 2022; el 8,5% en 2023 y el 3,8% en 2024. Para 2025, la media de inflación de los 12 últimos meses resulta del 2,8% y eso es lo que han de subir las pensiones contributivas el año próximo. De este modo, la pensión mínima contributiva quedará en los 750 euros brutos al mes. La pensión máxima, por su parte, se situará en los 3.267 euros.
Un incremento del 2,8% de las pensiones contributivas tendrá un impacto presupuestario algo por encima de los 5.000 millones de euros en las cuentas públicas del año próximo (independientemente de que el Gobierno logre, o no, la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado).
Todavía no está definido cuánto subirán en 2025 las pensiones no contributivas, como las pensiones de viudedad, que cobran miles de mujeres que, por época, apenas han cotizado a la Seguridad Social. El incremento de estas prestaciones no se rige por la regla de la inflación media, sino que es una decisión del Gobierno, que se refleja en los Presupuestos Generales del Estado. Con carácter general, en los últimos años, las pensiones no contributivas siempre han subido más que las de carácter contributivo.
Según la regla que impone la ley de Seguridad Social, para determinar el incremento de las pensiones contributivas no se toma como referencia el dato del IPC de diciembre, como históricamente se ha hecho para negociar, por ejemplo, los salarios por convenio, sino que se actualizan en función de la media del IPC de los últimos 12 meses (calculado entre noviembre del ejercicio en curso y diciembre del anterior).
Precisamente este año, en el que la inflación arrancó a un nivel más alto del que luego cerrará, este mecanismo beneficia a los pensionistas. Y es que si se tomara como referencia la última cifra del INE, la revalorización sería de 1,5%, aproximadamente. En cambio, si se toma como referencia la media de los últimos 12 meses, ese dato se balancea y surge ese 2,8% que aplicará la Seguridad Social.
«La revalorización de las pensiones conforme a la subida de los precios es una medida de justicia social, que asegura que quienes han trabajado y cotizado toda una vida mantengan su poder adquisitivo», ha valorado la ministra de Inclusión, Elma Saiz, a través de un comunicado.
La revalorización de las pensiones en un 2,8% impulsará la pensión media contributiva de todo el sistema (desde la gran invalidez hasta la de jubilación o viudedad), de los actuales 1.260,9 euros (según la nómina pagada en noviembre), hasta los 1.296,2 euros, unos 35 euros de incremento medio.
El incremento se aplicará a todas las prestaciones contributivas y elevará la pensión máxima hasta los 3.267 euros brutos al mes (en 14 pagas), 89 euros más que en 2023. Este año, en el caso de la pensión máxima, empieza a regir una novedad y es que subirá un poco más que el resto. Concretamente, según quedó definido en la última reforma, unos 0,115 puntos adicionales respecto al IPC medio. Y es que también entran en vigor en 2025 nuevas cotizaciones para los salarios más altos, que les obligarán a contribuir más a lo largo de su vida laboral.
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Por territorios, la comunidad autónoma con una mayor pensión será País Vasco, que de media se quedará en los 1.601 euros, mientras que en el otro extremo estará Extremadura, con 1.088 euros. En Catalunya la pensión media está actualmente en 1.310,1 euros mensuales (en 14 pagas) y ascenderá a partir del 1 de enero a los 1.346,8 euros. Solo en dos autonomías la pensión media contributiva está por debajo del salario mínimo interprofesional.
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