No son pocas las personas que tienen miedo a volary en algunas ocasiones, este pánico puede ser tan extremo que puede jugarte una mala pasada. Esto sucedió el pasado domingo 22 de diciembre en el vuelo 323 de Alaska Airlines, que volaba de Milwaukee a Seattle. Tras aterrizar de forma segura en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, una pasajera sufrió un ataque de ansiedad que la llevó a activar una salida de emergencia y subirse al ala del avión.

Según declaraciones de Perry Cooper, responsable de relaciones con los medios del aeropuerto, el avión ya ha fue completamente detenido cuando el pasajero abre la puerta de emergencia, acción que, en tierra, no presenta riesgo técnico para el dispositivo. Sin embargo, dado que el avión tiene una altura media de unos 18 metros, representa un peligro considerable para el pasajero.

El incidente movilizó inmediatamente a servicios de emergencia del aeropuerto, incluidos policías y bomberos. Estos equipos se movieron rápidamente para ayudar a la mujer a bajar de forma segura del ala del avión. Posteriormente, la policía del aeropuerto determinó que necesitaba ser llevada a un hospital para una evaluación médica. El portavoz del aeropuerto destacó que no hubo heridos durante el suceso y que las operaciones de vuelo en Seattle-Tacoma continuaron con normalidad, ya que las autoridades lograron resolver la situación. sin mayores complicaciones.

Reacciones de Alaska Airlines

Después del incidente, la aerolínea Aerolíneas de Alaska emitió un comunicado oficial calificando el incidente como «resuelto de forma segura». La empresa expresó gracias a la tripulación así como a los equipos de emergencia por su rápida respuesta y pidió disculpas a los pasajeros que pudieran haberse visto afectados.

«Estamos trabajando con nuestra tripulación y las autoridades del aeropuerto para recopilar más detalles sobre lo sucedido. Agradecemos a nuestros empleados por su respuesta rápida y nos disculpamos por cualquier inconveniente que esto haya podido causar a nuestros clientes”, dijo un portavoz de la aerolínea.

Miedo a volar, un factor común

El miedo a volar afecta a una parte considerable de la población. Según los psicólogos de El Prado, dos de cada tres personas Experimentamos cierto grado de miedo al subir a un avión, y una de cada cinco personas sufre aerofobia, que es el miedo extremo e irracional a volar. Aunque volar es el medio de transporte más seguro, esta información no es suficiente para quienes sufren de aerofobia, un miedo irracional a volar.

Este miedo puede estar provocado por factores como el miedo a los accidentes, los espacios cerrados (claustrofobia), la falta de control o las turbulencias. Los síntomas incluyen ansiedad altaataques de pánico, sudoración, taquicardia, náuseas, mareos y pensamientos catastróficos. La acumulación de estrés diario y una percepción exagerada de peligro contribuyen a esta fobia. La sensación de falta de control y el miedo a no poder escapar agrava el problema, desencadenando una intensa respuesta antes y durante el vuelo.

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