TORQUES DE CAVANDI | ¿Por qué este descubrimiento en Peñamellera ha reescrito la historia de la orfebrería antigua?
El fortuito descubrimiento en agosto de 2023 de dos torques –collares de metal, rígidos y abiertos– en la localidad de Cavandi, en Peñamellera Baja, y la eficiente intervención de urgencia realizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y el Museo Arqueológico han supuesto «un antes y un después» en la historia de la orfebrería de la Edad del Hierro y ha reforzado la hipótesis de la existencia de una red de talleres de orfebrería en el noroeste peninsular, en Galicia y el norte de Portugal, y que se amplía ahora hasta el oriente asturiano, con técnicas y estilo propios.
El Archivo Español de Arqueología acaba de publicar el primer artículo académico sobre los torques de Cavandi, firmado por Óscar García-Vuelta y Alicia Perea, del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), y por María Antonia Pedregal y Ángel Villa, del Museo Arqueólogico de Asturias. En él han quedado recogidas las primeras conclusiones de sus investigaciones, solo un adelanto de lo mucho que esperan que dé de sí el extraordinario hallazgo de Cavandi.
«Lo mejor está por llegar», avanza Ángel Villa, y explica que, sobre los torques de Cavandi, «hay dos líneas de trabajo abiertas: la primera sobre la custodia y exposición de las piezas, en condiciones de conservación y seguridad, en el Museo Arqueológico; la segunda es la profundización en el conocimiento de las piezas –las aleaciones utilizadas, las técnicas de montaje y la vida y los avatares de las piezas, uso, reparaciones…–». A finales de 2025, Villa y sus compañeros confían en publicar información, más amplia y concreta, sobre el tesoro de Cavandi.
Por ahora, lo que los arqueólogos pueden concluir, al relacionar esas piezas con otras encontradas con anterioridad, es la existencia de un núcleo de orfebrería castreña que se extiende hasta la Asturias oriental. «La comparación de los motivos decorativos muestra una enorme familiaridad», explica Ángel Villa, y «sugiere la existencia de un taller o un estilo propio».
En el artículo publicado por el Archivo Español de Arqueología, los investigadores se refieren a la «escuela asturiana», como a «una denominación de una tipología que se formuló en base a hallazgos de piezas como el torques de Langreo, o algunos de Villamayor y Laviana», que se concentran en un territorio que se supone ocupado por los orgenomescos, una tribu cántabra de la Edad del Hierro. Son joyas que se caracterizan por presentar una varilla decorada en dos tercios con alambre enrollado y pequeñas espirales en la zona central, con remates de doble escocia, creando un efecto ondulado, y las placas terminales con una decoración radial o hexapétalas, como en el caso de Cavandi.
El estudio publicado por el Archivo Español de Arqueología pone el acento en lo rápido y acertado de la intervención y el procedimiento seguido tras la aparición de las piezas de Cavandi. Los arqueológos sostienen que representa «una extraordinaria excepción a la norma, pues, por primera vez, se conoce con exactitud el lugar del descubrimiento y las circunstancias de su recuperación que, tras el hallazgo casual, culminó con el rescate de dos ejemplares mediante una intervención arqueológica sistemática».
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Los torques de Cavandi, explican, fueron arrastrados junto al terreno, a consecuencia de un derrumbamiento de la ladera bajo la que fueron descubiertos que atribuyen a los incendios que se produjeron en la zona. Por ello, «no se puede determinar con exactitud si era un depósito de un orfebre, un ocultamiento ritual o un extravío de las piezas». Lo que sí aventuran es su datación, entre los siglos II y I antes de Cristo. Uno de los collares es de plata dorada, no de oro, lo que, a su juicio, sugiere cierta escasez de materia prima, además, ambos tuvieron un uso prolongado en el tiempo. n
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