Una renovación navideña
Gijón pondrá el broche mañana, domingo, a una Navidad de multitudes con la tradicional cabalgata de Reyes. Lo hará pendiente de la meteorología, igual que media España (algunos ayuntamientos, especialmente en Andalucía, hasta la han adelantado a hoy, día 4, por la previsión de fuertes lluvias), y con el objetivo de redondear unas celebraciones plagadas de contenido, desde el belenismo hasta la Semana internacional de magia, que abarrotó las calles y el teatro Jovellanos, pasando, claro, por la aplaudida iluminación navideña, que este año ha logrado unanimidad en el veredicto ciudadano desde su madrugador encendido el último fin de semana de noviembre. Pero cada año es en la llegada de Sus Majestades de Oriente cuando el Ayuntamiento se juega cerrar satisfactoriamente la programación ofrecida a gijoneses y visitantes.
Habrá que madrugar para dar la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar, precedidos siempre por el Príncipe Aliatar, junto a la Antigua Rula. A partir de ahí comenzará un día mágico para los más pequeños, también para los mayores, con la recepción en el Ayuntamiento y el recorrido matinal por las calles de la ciudad. Ningún niño puede quedarse sin ver de cerca a los Magos. El plato fuerte partirá de la zona oeste. Del Mata Jove saldrá una real comitiva que alcanzará las mil personas desfilando durante poco más de tres horas con dirección a los Jardines de la Reina. Entre los atractivos de este año está la renovación de dos de las once carrozas que integran el desfile. Ya la Navidad pasada se recuperaron los villancicos tras varios cursos con canciones de verbena, y, en esta ocasión, no se repetirá la fallida megafonía de ultratumba que desconcertó el año pasado. Todo parece bajo control para que resulte un éxito.
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Pero nada más que los Reyes se dirijan a los gijoneses desde el balcón consistorial, desde el gobierno local deben ir pensando en darles una vuelta a otros atractivos navideños que comienzan a acusar el paso del tiempo. Y darles una identidad propia de estas fechas, porque resulta difícil encontrar un puesto en la ciudad donde comprar una figura para el belén. Ese lavado de cara lo necesita el Menax, el mercado del paseo de Begoña, y también las atracciones de hielo en el parque del Solarón para que no parezcan un oasis. El mejor ejemplo de saber reinventarse siendo fiel a lo de siempre lo tienen en Mercaplana.
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