La opinión sobre el Oviedo y el Sporting ante el derbi: De lesiones y trileros
Con las fiestas llegando a su final, ya sea este feliz, trágico o ni frío ni calor, comienza a coger velocidad el derbi. Entrenamientos a puerta abierta para motivar a los muchachos, reuniones para diseñar el polémico plan de seguridad, «revivals» recordando los mejores Oviedo-Sporting y, este año, partes médicos por aquí y por allá. El que se lleva peor parte, de momento, es el Oviedo. Lemos se destrozó la clavícula en un choque con su compañero Rahim, del que hay que esperar noticias médicas. Santi Cazorla comenzó mal el año y tampoco estará el sábado en el que podría ser su último derbi como futbolista a la espera de que llegue el verano y tome una decisión sobre su futuro. A Javier Calleja no le quedará otra que tirar del fondo de armario, ese del que presumió desde el inicio de la temporada y que en la recta final de 2024 tan buenos resultados les dio a los azules.
Mientras, en la otra orilla del Potomac, la que está a 28 kilómetros, también miran hacia la enfermería. Uno que no estará en el derbi ni en lo que resta de temporada es Bernal, lesionado de larga duración, que se dice ahora. Se está a la espera de ver si habrá recambio invernal y de cómo evolucionan compañeros como Olaetxea y Róber Pier. Pero, sin duda, la gran esperanza es el regreso de Otero, que se ha convertido junto a Dubasin en el mejor argumento ofensivo de los de Rubén Albés.
[–>
Por lo demás, y ahí fuera, al otro lado del Huerna, se viven esos días en los que media España (la «furbolística», que no la real) se muerde las uñas y la otra media ha tenido que ir al cirujano maxilofacial para encajarse la mandíbula, desencajada de tantas risas. ¿El motivo? Pues el «caso Olmo», el de ahora lo inscribo, ahora no lo inscribo, ahora lo cedo, ahora firmo un contrato privado para que vuelva en su día, ahora vendo los derechos de unos palcos VIP, ahora pido ayuda al CSD (Gobierno de Pedro Sánchez)… Con Laporta y sus juegos de trileros en Las Ramblas todo es posible, pero el espectáculo está siendo impagable, con palancas o sin ellas, ¿oyisti, güey? n
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí