«Esa arma que está al alcance de todas las manos, y hasta los niños son hábiles en usarla. La gente la ha usado desde la antigüedad para dañar a sus enemigos. Sí, es fuego. Para convencerse más de esta opción, intente observar las pérdidas causadas por los incendios en las tierras de los cruzados cada año. “Incendios en bosques y campos, ciudades y pueblos completamente destruidos, personas desplazadas, ejércitos de bomberos y personal de defensa civil trabajando jornadas continuas en vano”.

El vídeo del Estado Islámico (Daesh, Isis) a través de su canal Al Hayat Media Center, difundido ayer por LA RAZÓN, deja clara la intención de los cabecillas de animar a los “lobos solitarios” que se esconden en Occidente a iniciar incendios.

“El desastre no termina ahí, sino que a veces provoca pérdidas por cientos de millones de dólares. Y mire las pérdidas humanas causadas por los incendios entre los kuffar (infieles): en ocasiones, superan el número de muertos en los grandes ataques de los muyahidines, en los que utilizaron armas y explosivos.

“Sabemos que estáis ansiosos de cumplir lo que vuestro Señor, el Poderoso, el gran dador, os ha mandado (…) Pero no encontráis la manera de lograrlo. «Los criminales les han impedido hacer la hijrah en los campos de la yihad y entre la gente en el frente». “Debes vigilar cuidadosamente un lugar donde puedas encender un fuego sin llamar la atención. Considera que el incendio que provocarás tras tu retirada del lugar será tan grande que los esfuerzos que se hagan para apagarlo Le costarán mucho a tus enemigos y es posible que no puedan cerrarlo, expandirlo y extenderlo. Sus propiedades serán destruidas y sus vidas perderán. En tu camino de regreso desde el lugar de tu bendito ataque, deshazte de todo lo que pueda usarse como evidencia de que fuiste tú quien encendió ese fuego”.

El mensaje va acompañado de mensajes, en los que, además de incendios, se degolla a presos y se ven otro tipo de agresiones. Conociendo el bajo nivel de inteligencia de los individuos a los que se dirigen, se sienten obligados a recordarles que es conveniente utilizar un encendedor para provocar las llamas. Los yihadistas parecen fascinados por los efectos de los incendios que asolan Los Ángeles y no ocultan su alegría por los daños sufridos por Estados Unidos, no sólo con la pérdida de vidas humanas, sino también por el gran daño económico sufrido.