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El primer satélite de madera podría salvarnos del problema de la basura espacial

El primer satélite de madera podría salvarnos del problema de la basura espacial
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  • Publishedenero 15, 2025


La NASA y Japón han desarrollado un satélite hecho de madera que promete revolucionar la sostenibilidad espacial, convirtiendo los desechos orbitales en cenizas biodegradables al reingresar a la atmósfera.

El creciente problema de los desechos espaciales afecta no sólo a la exploración, sino también a la visibilidad del cielo nocturno y a la seguridad en órbita. La innovación en materiales como la madera podría ofrecer soluciones biodegradables que minimicen estos impactos.

El lanzamiento del primer satélite de madera, LignoSatmarca un hito en la carrera espacial. Este dispositivo, del tamaño de una taza de café y fabricado en madera de magnolia, fue desplegado desde la Estación Espacial Internacional (ISS) en diciembre de 2024, según anunció la NASA el pasado 7 de enero. Este proyecto es fruto de una colaboración entre la NASA y la Agencia Japonesa Agencia de Exploración Aeroespacial (JAXA), quienes buscan explorar el uso de la madera como material sustentable en la construcción de satélites.

Tres CubeSats lanzados desde la estación espacial

Tres CubeSats fueron lanzados desde la estación espacial, incluido LignoSat. Crédito: Universidad de Kioto

La elección de la madera no es casual. Aunque no se descompone en el vacío del espacio, se convierte en cenizas al volver a entrar en la atmósfera terrestre, eliminando los restos persistentes en la órbita terrestre. Antes del lanzamiento, los investigadores probaron tres tipos de madera (magnolia, cerezo y abedul) en condiciones espaciales durante diez meses a bordo de la EEI. Los resultados mostraron que las muestras resistieron cambios extremos de temperatura y exposición a radiación cósmica, sin presentar deformaciones, grietas o daños superficiales.

Una alternativa sostenible al metal

Se seleccionó la madera de magnolia por su resistencia al agrietamiento durante la fabricación y su estabilidad estructural. A diferencia de los metales tradicionales como el aluminio y el titanio, la madera ofrece importantes ventajas. Los metales no sólo encarecen las misiones espaciales, sino que también contribuyen al problema de la contaminación lumínica. Se estima que los reflejos de los objetos metálicos en órbita aumentan la luminosidad del cielo nocturno en más de un 10%, dificultando la observación astronómica de fenómenos lejanos.

En LignoSat se utiliza el tradicional sistema de unión japonés para unir piezas sin tornillos ni pegamento.En LignoSat se utiliza el tradicional sistema de unión japonés para unir piezas sin tornillos ni pegamento.

En LignoSat se utiliza el tradicional sistema de unión japonés para unir piezas sin tornillos ni pegamento. Crédito: Universidad de Kioto

Además, los desechos metálicos en órbita plantean riesgos importantes. La basura espacial, formada por más de 9.300 toneladas de objetos, incluye satélites inactivos y fragmentos de cohetes. Estos desechos pueden dañar naves espaciales tripuladas y estructuras como la ISS, o incluso provocar accidentes al reingresar a la Tierra. Por otro lado, un satélite de madera como LignoSat, al desintegrarse en cenizas, minimizaría estas amenazas.

El futuro de los satélites biodegradables

El éxito de LignoSat podría abrir nuevas puertas en el diseño de satélites más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Aunque este es sólo el primer paso, los investigadores confían en que la madera podría integrarse en futuras misiones espaciales y utilizarse en estructuras aún más complejas.

Por ahora, este pequeño satélite de madera orbita silenciosamente, lo que demuestra que la innovación y la sostenibilidad no son mutuamente excluyentes. Si los resultados son positivos, podríamos estar al borde de una revolución en la forma en que concebimos y construimos la tecnología espacial, haciendo del espacio un lugar menos contaminado y más amigable para la exploración futura.

Imagen: Vista interna de la estructura de LignoSat que muestra la relación entre los paneles de madera, los marcos de aluminio y los ejes de acero inoxidable. Crédito: Universidad de Kioto

Fuente: NASA



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