Juzgan a un matrimonio por abusos sexuales a su hija durante 40 años y a su nieta en Valencia
Un hombre de 80 años y su esposa, de 77, están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Valencia por abusos sexuales continuados a su hija y a su nieta. A la primera durante un periodo de 40 años, desde que era una niña de apenas diez, y a su nieta desde los ocho a los 17 años. En el caso de los abusos a la hija, tanto tocamientos como con con acceso carnal, la Fiscalía y la acusación particular sostienen que la madre era conocedora y lo consintió durante años sin impedirlo ni denunciarlo de ahí que también se soliciten penas de prisión para ella.
[–>[–>[–>[–>El anciano se enfrenta a 15 años y once meses de cárcel por dos delitos continuados de abuso sexual y otro de exhibicionismo por masturbarse delante de la menor. De los delitos de abuso sexual uno es sobre persona menor de 16 años -la nieta- ya que respecto de la hija los abusos que no habrían prescrito serían ya siendo adulta, aunque se iniciara cuando tenía diez años. Asimismo, para la madre solicitan diez años de cárcel como autora de este delito de abuso sexual por comisión por omisión, ya que presuntamente sabía que su marido sometía sexualmente a la hija de ambos y no hizo nada por impedirlo, de hecho ambos la obligaban a ocultarlo.
[–>Según el relato de hechos de las acusaciones, los abusos se producían estando la madre en el domicilio familiar, en València, quien presenciaba cómo su marido incluso la seguía por la vivienda cuando la niña huía. La mujer se limitaba a recriminarle a su marido su comportamiento, le subía la cremallera y le colocaba la ropa bien a su hija, como si nada hubiera pasado. Fruto de ello la víctima sufre un trastorno de adaptación con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido y al haber sufrido durante tantos años los abusos el daño psíquico se habría cronificado, según los médicos forenses.
[–>[–>[–>
La hija ha tratado de exculpar a sus padres y retira la acusación
[–>[–>[–>
Tanto es así, que el matrimonio ha llegado al juicio y se ha marchado tras la primera sesión acompañados de su hija, la propia denunciante, quien ha retirado la acusación al comienzo de la vista oral y ha tratado de justificar y proteger a sus padres, los mismos que presuntamente no la habrían protegido a ella siendo menor. “Es mi obligación cuidar de ellos, son mis padres”, ha insistido la víctima reiterando que su padre sufre alzheimer y tiene que cuidarlo.
[–>[–>[–>[–>Ante las preguntas de la Fiscalía y la abogada de la acusación que ejerce su sobrina, la otra víctima, la mujer ha negado que su padre abusara de ella desde los diez años -aunque así lo relató a la policía– “Ahora ya no”, ha repetido sobre los presuntos abusos que sufrió durante 40 años.
[–>[–>[–>
El testimonio de la nieta
[–>[–>[–>
Por su parte, la nieta, que ahora tiene 20 años, sí ha relatado tocamientos en la zona genital y en los pechos por parte de su abuelo, al que tenía que apartar de un manotazo. Además se masturbaba delante de ella, mientras su abuela se quedaba dormida en el sillón viendo la televisión. La testigo afirma que en su caso su abuela no se enteraba de lo que pasaba pero que ya no tiene trato con ella porque cuando se lo contó le dijo: “Vale cariño, ahora hablo con él”, y tras destaparse todo le pidió que perdonara a su abuelo, que estaba arrepentido.
[–>[–>
El testimonio de la menor, que además presenta un grado de discapacidad del 34%, ha sido corroborado por elementos periféricos. Tanto por su madrina, quien sufrió un episodio similar con el acusado cuando ella tenía 14 años, que ha preferido no revivir en sala. Como por la madre de la denunciante, quien ha relatado el momento en el que su hija le contó los abusos en noviembre de 2021. Acto seguido acudió a una comisaría de València a denunciar los hechos. Dicha testigo ha recordado que en una ocasión en una comida familiar, su por entonces marido se enzarzó con su hermana por su actitud con su padre y ella le espetó: “le habló así porque es un cerdo que intenta tocarme”.
[–>[–>[–>
Tendrá que ser examinado por un forense
[–>[–>[–>
Al comienzo del juicio, durante la lectura del relato de hechos que se les imputan el anciano ha gritado: “Eso es mentira”. Ambos acusados han optado por solo responder a las preguntas de sus respectivos abogados y se han limitado a negar los hechos que se les imputan.
[–>
[–>[–>[–>[–>[–>[–>[–>En cuestiones previas, la defensa del anciano de 80 años pidió suspender la vista oral dado el estado de salud de su representado, al esgrimir que no estaba en condiciones de prestar declaración. No obstante, la Fiscalía y la acusación particular se han opuesto y el tribunal decidió celebrar el juicio al no estar debidamente acreditada una patología que le impida ser juzgado. En el historial médico figura que el acusado padece de epilepsia, pero no consta que sufra alzheimer, como así ha repetido hasta en siete ocasiones la hija y primera víctima. Antes de dictar sentencia el acusado tendrá que ser examinado por un médico forense de la unidad de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Valencia para evaluar su salud mental por si fuera inimputable.
[–>[–>[–>
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí