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en qué consiste esta fiesta

en qué consiste esta fiesta
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  • Publishedenero 17, 2025



«Sansebastiane hay muchos, pero sólo hay un Jarramplas, el nuestro», el de Piornal, que vive entre los 19 y 20 de enero una de las fiestas más singulares de nuestro calendario en la que la figura religiosa de San Sebastián se complementa con la figura pagana de Jarramplas.

Nos acercamos a las montañas más altas que bordean el valle del Jerte para conocer más sobre Jarramplas y el historia misteriosa que lo rodea. Porque ni siquiera los propios lugareños pueden detallar sus orígenes…

Jarramplas, una fiesta de altura al norte de Cáceres

Festival Jarramplas de Piornal – Depositphotos

El pueblo de Piornal está situado a casi 1200 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente norte del Sierra de Tormantosuna prolongación de Gredos que separa el valle del Jerte de la comarca de Vera: es la municipio más alto de toda Extremadura.

Su ubicación define también a sus primeros pobladores, pastores del Altiplano de Tormantos que posiblemente procedieran de Ávila y León, en el siglo XIII.

El aislamiento geográfico y el trabajo principal de los habitantes del pueblo pudo ser el origen del nacimiento de la figura de Jarramplas y su consolidación como fiesta popular hasta la actualidad.

¿Un ladrón de ganado… o el mismísimo diablo?

Jarramplas – Depositphotos

Incluso el famoso Museo Jarramplas, fundado en 2016, no puede explicar el origen de esta figura que se ha convertido en un emblema nacional, incluso físicamente, desde un año antes de la inauguración de un museo. Estatua de Jarramplas de tamaño natural (y con un peso de 3.000 kilos) situado en la Plaza de la Constitución.

La historia más repetida para explicar el nacimiento de Jarramplas es la de un ladrón reincidente de ganado al que acabaron enseñando los vecinos.

Pero también hay quienes lo relacionan con antiguos mitos grecolatinos como el de Ladrónque robó una manada de bueyes a Hércules (quien a su vez se los quitó a Gerión): el ladrón de Piornal sería un auténtico “ladrón”.

Incluso hay quienes ven a Jarramplas como el mismísimo diablo que sería castigado por los vecinos para mantener sus influencias y tentaciones alejadas de la ciudad.

En cualquier caso, la fiesta contemporánea de Jarramplas es un ritual marcado por el «dualidad» que encarnan la figura de San Sebastián y del propio Jarramplas: «una unidad indivisible, dos caras de una misma moneda (…) una celebración donde lo religioso y lo profano van de la mano».

Jarramplas hasta 2048

Máscaras de Jarramplas en el museo – Depositphotos

La importancia de la figura de Jarramplas para Piornal es tal que hay una larga lista de espera para encarnar esta figura. Las dos personas que se pusieron el disfraz el año pasado estuvieron esperando 15 años…

Pero la lista de espera actual prevé inscripciones hasta 2048. Y los padres inscriben a sus hijos desde una edad muy temprana: porque «para un niño ser jarramplas es lo mejor«. Aunque se trata de una figura negativa vestida de demonio, al quitarse la máscara la persona se convierte en un héroe portado por los piornalegos.

Una máscara, además, que es una auténtica obra de arte que ha ido evolucionando con el tiempo, como el resto del traje, como podemos ver en el museo.

es un disfraz de cinta policromada y ropa usada con protección de fibra de vidrio o carbono en brazos, piernas, pecho y espalda. ¿Y por qué tanta protección? Para resistir estoicamente la lluvia de 33 toneladas de nabos…

Jarramplas y la lluvia de nabos

Festival Jarramplas de Piornal – Depositphotos

La parte más llamativa de la fiesta es el lanzamiento de nabos, que se supone simboliza el castigo que sufría el ladrón de ganado en el pasado.

Quizás le arrojaron verduras, quizás piedras, pero actualmente el nabo sigue siendo el arma reguladora de las fiestas, hasta el punto de que el mayordomos (los organizadores del festival, que también cambian cada año) deben conseguir importar una inmensa cantidad de nabos de los pueblos vecinos… o incluso de Portugal si es necesario.

Pero, aunque la tirada de nabos en Jarramplas es el plato fuerte de la fiesta, no es el único, ni mucho menos, como cuenta Sebastián Díaz Iglesias en este artículo que fue la base de un libro que cuenta la historia de Jarramplas.

Para los mayordomos y jarramplas (como generalmente son dos personas que se alternan) los preparativos comienzan con varias semanas de antelación, con la confección de los disfraces a medida y la organización de la logística necesaria para la fiesta que comienza oficialmente en Enero. El día 19, víspera de San Sebastián, con la solicitud de ofertas en el Santo, temprano en la mañana.

Vestido de Jarramplas en el museo – Depositphotos

Acto seguido llega la primera salida de Jarramplas con la primera lluvia de nabos, un “contacto” del protagonista del partido con la furia de sus compatriotas. Pero ojo, Jarramplas tiene dos palos gruesos que utiliza para tocar el tambor, pero que también puede utilizar para defenderse…

Por la tarde, Jarramplas honra a San Sebastián cuya figura es bajada de la hornacina, colocada sobre la anda que la sostiene durante dos días y decorada: es el rito de Baja y viste al santo. que está animado por los Alborás, la música y el cante que caracterizan esta fiesta

Fiesta de Jarramplas en Piornal

Después de las celebraciones, anuncio musical a la comunidad para recordar a todos que el día siguiente es festivo, al mediodía la procesión de Alboras al que sigue el tradicional reparto de migas, uno de los momentos más emblemáticos de la fiesta.

Y el día 20, día de San Sebastián, la fiesta continúa con más cantos, más paseos por el pueblo, más lluvia de nabos hasta que, tras la última salida de los Jarramplas, esta ponte la ropa de nuevo al mayordomo de la siguiente edición que lo recibe como a un tesoro: porque, ya sabes, no hay nada más grande en Piornal que Jarramplas…



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