Cerrar Almaraz, clave para el suministro de Madrid, «puede poner en riesgo el sistema»
La región donde el Central nuclear de Almaraz sale este sábado a la calle contra el cierre en los meses decisivos para su futuro: es ahora cuando se dejarán de tomar decisiones de inversión o de compra de combustible imprescindibles para mantenerlo en funcionamiento más allá de la fecha de cierre de 2027, situación que hará que sea muy difícil dar marcha atrás.
Con el Gobierno reiterando la decisión de cerrar y las empresas exigiendo una bajada de impuestos, la situación se complica para la planta a medida que se acaba el tiempo. Y aunque hay más margen para el resto de centrales españolas, el sector alerta de que el cierre de la central de Cáceres supondrá el fin de todo el parque nuclear. «Si Almaraz cae, se acabó«, fuentes del sector resumieron la hipótesis de que la planta extremeña está «sacrificada» mientras el resto se salva.
Según explican, si Almaraz acaba cerrando, el resto sufrirá «un efecto bola de nieve». Un ejemplo son las compras de componentes realizadas conjuntamente por plantas tecnológicas de Westinghouse, como Almaraz: «No es lo mismo cinco reactores que tres reactores», señalaron sobre la negociación sobre el volumen de ventas. También afectaría a los contratistas «en un mercado que ya está muy estresado». España perdería relevancia como actor en el sector nuclear. Además, también citaron que se perdería «la experiencia operativa», es decir, el intercambio de experiencias que enriquece el funcionamiento de las plantas en España.
Por otro lado, a pesar de la terquedad del gobierno, las dudas sobre El efecto que tendría el apagón en el sistema eléctrico.. En Cataluña, el desmantelamiento parece imposible en una región importadora donde la energía nuclear (Ascó y Vandellós) representa el 60 por ciento de la producción de electricidad; En Extremadura, exportadora de energía, el cierre de Almaraz, que según el sector «puede poner en riesgo el sistema», repercutiría en la cercana Madrid.
Hace unos días, el consejero madrileño de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ponía cifras sobre la importancia de la energía nuclear en la región a pesar de que no alberga ninguna central eléctrica. La central de Almaraz y la cercana Trillo, en Guadalajaracontribuir más del 40 por ciento a la Comunidad de su consumo energético. «Su eliminación tendría consecuencias devastadoras sobre la seguridad del suministro», afirmó Novillo en un desayuno informativo en referencia al apagón nuclear en su conjunto. «El cierre de las centrales nucleares en España podría reducir el margen de reserva del sistema eléctrico, que es la capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda o situaciones imprevistas», advirtió, «si se cierran las centrales nucleares sin reposiciones adecuadas, como las renovables». energía o almacenamiento suficiente, que ya sabemos que no llegará a tiempo, el sistema sería vulnerable, especialmente durante períodos críticos de alta demanda, como olas de frío o calor».
El Madrid necesita a Almaraz
Una reflexión que coincide con análisis publicados en los últimos meses, críticos con el plan de cierre nuclear español. El pasado mes de septiembre, la consultora PWC advirtió que «el cierre del parque nuclear provocará una falta de seguridad de suministro que impactará directamente en las zonas de alta demanda cercanas a las centrales nucleares». «Una reducción de la generación nuclear, pone en riesgo la seguridad del suministro en zonas exigentes «En todo el país, desde comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid hasta zonas donde se ubican sectores industriales con grandes consumos eléctricos», señaló. La nota recordó cómo en 2024 Red Eléctrica ha activado el llamado Servicio de Respuesta Activa a la Demanda. que supone la interrupción del servicio a las industrias durante tres horas, por cortes en el suministro de Ascó, en primavera y otoño.
Por otro lado, un informe de la consultora LlyC firmado, entre otros, por el ex ministro socialista Jordi Sevilla, destaca que las empresas nucleares «tienen una gran capacidad para controlar la tensión en las líneas de transporte eléctrico, que son especialmente inestable cerca de grandes centros de consumo, como la Comunidad de Madrid«Esta región es la mayor importadora de energía del país y, por tanto, necesita la aportación de las centrales de Almaraz y Trillo para evitar desequilibrios o cambios de tensión muy pronunciados», subraya. Tras resaltar cómo está la distribución geográfica de los reactores. «Estratégica», señala que «la participación de Almaraz tiene especial relevancia, por su contribución a la demanda madrileña».
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