COSTA RICA | Un día en Mollejones: tradiciones, naturaleza y hospitalidad costarricense
Ubicado entre las imponentes montañas de Turrialba, en la provincia de Cartago, Mollejones es un pequeño pueblo que combina su amor por la naturaleza con una herencia cultural profundamente arraigada. Con apenas 200 habitantes, esta comunidad ofrece una experiencia única, alejada de los itinerarios turísticos convencionales y sumergida en la tranquilidad de los bosques costarricenses.
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Fundado en los años 30, Mollejones comenzó como una comunidad agrícola, pero con el paso del tiempo, sus habitantes transformaron su riqueza cultural y natural en una fuente de turismo sostenible. Hoy, este rincón del país de la ‘Pura Vida’ es un ejemplo de cómo preservar tradiciones mientras se adaptan a los cambios.
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El espectacular Parque Nacional Volcán Turrialba / Essential Costa Rica
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Uno de los mayores atractivos de Mollejones es el río Pacuare, un paraíso para los amantes del rafting. Con 24 kilómetros de rápidos de niveles III y IV, este río serpentea por cañones impresionantes y selvas densas, ofreciendo una experiencia inolvidable. «El Pacuare es nuestra vida”, comenta José Calderón, un guía local que lidera estas travesías llenas de adrenalina. Además de la emoción, los visitantes disfrutan de paisajes naturales que quitan el aliento.
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Rafting en el río Pacuare / iStock / Pavlo Sukharchuk
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Tradiciones que unen
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Mollejones es también un lugar donde las tradiciones cobran vida. Las familias locales, como los Ramírez Vargas, comparten su hospitalidad al invitar a los visitantes a hornear pan en terrazas que ofrecen vistas panorámicas de los valles cercanos. Por otro lado, los Montenegro Salmerón elaboran cajetas, un dulce típico hecho de leche y azúcar, permitiendo a los turistas participar en cada paso del proceso.
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Vista del volcán Turrialba desde el campo. / iStock / raularosa
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«Todo lo que tenemos lo compartimos», afirman los habitantes, cuyo estilo de vida refleja la calidez y generosidad de Costa Rica. Desde aprender recetas tradicionales hasta participar en bailes folclóricos en la cancha deportiva del pueblo, los visitantes se sienten parte de una comunidad unida y orgullosa de su legado.
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Un compromiso con la sostenibilidad en el corazón de Costa Rica
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La conexión entre los habitantes y su entorno es evidente en cada actividad que ofrecen. «Queremos que las nuevas generaciones valoren lo que hemos creado», dice doña María Vargas, subrayando el esfuerzo colectivo por preservar las tradiciones y cuidar la naturaleza. Este equilibrio entre turismo y sostenibilidad convierte a Mollejones en un modelo de resiliencia comunitaria.
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Ya sea que busques aventura, cultura o tranquilidad, Mollejones es un destino que tiene algo especial para todos. Su mezcla de naturaleza, tradiciones y hospitalidad crea una experiencia que captura la esencia de Costa Rica.
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