Bruselas denuncia a China ante la OMC por obligar a las telecos europeas a rebajar el precio de sus patentes
Bruselas abre un nuevo frente en las cada vez más recurrentes disputas comerciales con China. La Comisión de Úrsula von der Leyen decidió este lunes denunciar a Beijing ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por obligar a las empresas europeas de telecomunicaciones a bajar el precio de sus patentes esenciales para los estándares tecnológicos (PEN), por ejemplo el 5G para teléfonos móviles.
El Ejecutivo comunitario denuncia que China ha dado poderes a sus tribunales para fijar tipos globales de patentes esenciales de la UE, sin el consentimiento del titular de la patente. «Este presiona a las empresas europeas innovadoras de alta tecnología reducir sus aranceles en todo el mundo, dando así injustamente a los fabricantes chinos un acceso más barato a estas tecnologías europeas», sostiene Bruselas.
Pekín También interfiere indebidamente con la jurisdicción de los tribunales de la UE. en disputas de patentes europeas imponiendo multas a los titulares de patentes de alta tecnología que intentan hacer cumplir sus derechos de propiedad intelectual a través de un tribunal no chino. Este comportamiento ya ha sido denunciado por Bruselas en Ginebra y se espera que los árbitros de la OMC emitan su informe en el primer trimestre de 2025.
«La vibrante industria de alta tecnología de la UE debe competir de manera justa y en igualdad de condiciones. Cuando este no es el caso, la Comisión toma medidas decisivas para proteger sus derechos. La I+D es un motor de innovación que garantiza el liderazgo de la UE en el desarrollo de tecnologías futuras y debe ser recompensado adecuadamente», afirmó el Comisario de Comercio. Maros Sefcovic.
Estas prácticas de Beijing violan el Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio de la OMC, según el análisis de Bruselas.
La UE ha decidido llevar el caso a la OMC porque China «no ha ofrecido ninguna solución negociada satisfactoria». El objetivo es «asegurar que sus industrias de alta tecnología, particularmente en el sector de las telecomunicaciones, puedan ejercer efectivamente sus derechos de patente y proteger sus inversiones en innovación».
El primer paso es solicitar consultas en el marco de la OMC para «eliminar las prácticas comerciales desleales e ilegales de China en el campo de la propiedad intelectual«. Si no se alcanza una solución satisfactoria en un plazo de 60 días, la UE puede pasar a la fase de litigio y pedir a la OMC que cree un panel de arbitraje para pronunciarse sobre el asunto.
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