el sencillo HÁBITO JAPONÉS para ACEPTAR que las COSAS y la GENTE son COMO SON, y no como tú deseas que sean
Los japoneses, al igual que los habitantes de los países del norte de Europa, constituyen un referente indiscutible a la hora de poner en práctica diferentes Técnicas para ser feliz. Y muchas de las costumbres de la sociedad japonesa tienen el poder de proporcionar el estado de bienestar emocional que el resto del mundo está tratando de encontrar.
Esta emoción característica de los japoneses se basa en la idea de que «la felicidad no es una experiencia privada ni una meta. La meta es la aceptación». así es como él lo ve El psicólogo Scott Haas en su libro. ¿Por qué ser feliz? (RBA). Según Hass, la forma japonesa de entender la felicidad prioriza la aceptación de nosotros mismos y de nuestro entorno. Y según la psicóloga y escritora, esta actitud es la clave para tener una vida feliz. Esta aceptación es lo que los japoneses llaman ukeireru.
el triunfo de la adaptación
El término “ukeireru” tiene varios significados. Es la palabra que describe aceptar el regalo de un niño, también es la palabra que describe lo que sucede cuando giras de lado hacia el viento o el flujo de un río para que no te golpee tan fuerte. Al final, es Acepta las cosas como vienen y trata de que te afecten lo menos posible..
Una actitud que, sin duda, no resulta extraña, favorece la transición hacia un estado de bienestar emocional y una clara sensación de tranquilidad.
Además, si acompañamos esta aceptación con una demostración de gratitud, tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos, Nos queda un largo camino por recorrer hacia la felicidad, entendido desde el punto de vista oriental.
En definitiva, como explica Hass en su libro, el «ukeireru» está vinculado a la aceptación de la realidad o uno mismo. «Significa aceptar nuestras relaciones en la familia, en el trabajo y en nuestra comunidad. Significa aceptar a los demás», dice Haas.
Además, el experto distingue con vehemencia las nociones de aceptación y presentación, intentando dejar muy claro que reconocer la realidad y adaptarse a ella no es lo mismo que someterse o ceder ante los acontecimientos o el comportamiento o reacciones de los demás.
Otro matiz del concepto es entender que cada uno de nosotros también estamos definidos por quienes nos rodean. Es admitir la realidad y configurar contextos que amplíen la perspectiva estrecha, limitada y agotadora de uno mismo.
ukeireru en la realidad «occidental»
Este concepto puede parecer un poco extraño, distante o ajeno a tu mundo. Algo completamente normal, dado que el ukeireru tiene sus raíces en tierras japonesas y, por tanto, está inspirado en la filosofía oriental.
Para entenderlo mejor, el psicólogo presenta algunas situaciones prácticas donde podemos ver cómo el ukeireru aplica el principios del budismo zen para crear bienestar y satisfacción.
Entre ellos, Haas recuerda, por ejemplo, un anécdota sobre buda. Esto sucedió en una ciudad donde había ido el príncipe sabio, y entre los que lo recibieron había un hombre que le gritaba que era mentiroso y engañador. Cuando se cansó de insultarlo, Buda le preguntó: «Si te dan un regalo y lo rechazas, ¿a quién pertenece?». » “Qué absurdo”, dijo el hombre, “por parte de quien ofrece el regalo. Lo sabe.» «Exactamente», dijo Buda, «y tu ira es tu regalo. Me niego a aceptarlo, por eso te pertenece. «Nadie quiere tu enojo».
En Occidente, el individuo tiene más autoridad que el grupo. Y muchas veces estás menos contento porque como individuo no siempre consigues ser el mejor. Por otro lado, en Japón es El grupo que establece quién eres. por encima de ti mismo. No eres menos por no ser un líder. De hecho, el líder se disculpa por liderar el grupo.
Las tres etapas del ukeireru
La idea es trasladar el concepto de ukeireru de la mente japonesa a la mente occidental. Algo que puede resultar cuanto menos complicado. Sin embargo, siempre podemos bajar la portería. De hecho, podemos aplicar el propio concepto ukeireru para integrarlo en nuestra vida diaria aceptar los límites occidentales para integrar el ukeireru.
Según el experto, basta con intentar conseguir un buen nivel de aceptación. Ahora bien, ¿cómo llegamos a este nivel? Estos son los tres pasos principales para integrar el ukeireru en la vida diaria:
- disfruta el tiempo. Valora cada momento del día, incluso aquellos que pasan desapercibidos, como comer o beber en paz, disfrutar de los beneficios de una siesta o un paseo en la naturaleza.
- valorar al otro. Sea respetuoso con los demás y reconozca que la felicidad de cada persona es menos importante que la de los demás.
- ten paciencia. Esto está relacionado con lo anterior. Esto implica saber guardar silencio. El silencio significa muchas cosas. Por ejemplo, saber escuchar a los demás y no querer simplemente expresar tu punto de vista. Te hace reconocer a los demás. «Saber que no estoy solo reduce mi estrés», escribe Haas.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí