SIDRA FITUR 2025 | “Es momento de soñar y superar el pesimismo”, anima Vanesa Gutiérrez en Fitur tras el reconocimiento a la sidra
El reconocimiento de la Unesco a la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, algo por lo que se trabajó durante muchos años y que se logró con éxito el pasado diciembre, no es el final, sino el principio para lograr que, a través de la bebida tradicional, Asturias sea más y mejor conocida en el mundo. Y esto supone que todos los implicados en el amplio y variopinto mundo sidrero -cosechero, lagareros, industria, administración, agentes turísticos- vayan de la mano y trabajen juntos por ello.
[–>[–>[–>[–>Es lo que coincidieron en señalar los participantes en la mesa redonda “Cultura sidrera asturiana. Retos y oportunidades” que se celebró este jueves por la tarde en el pabellón del Principado en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). La periodista Marta Reyero, nombrada recientemente “embajadora” de la sidra, se encargó de conducir el acto.
[–>En la unión e implicación de todos incidió la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez, una de las participantes en la mesa junto a la consejera de Cultura, Vanesa Gutiérrez; el vicepresidente del consejo regulador de la denominación de origen protegida (DOP) Sidra de Asturias, Armando Guisasola; Yolanda Trabanco, de Sidra Trabanco; y Juan Stové, director del Museo de la Sidra de Nava. Lara Martínez destacó que el trabajo realizado para lograr el reconocimiento “aglutinó” a todos en torno a la candidatura.
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La Consejera de Cultura, quien fue la encargada en diciembre de defender en Uruguay ante la Unesco la candidatura, quiso destacar el carácter singular de la sidra en cuanto a que “es la identidad de Asturias, de las personas; es la tradición arraigada y también adaptada a los nuevos tiempos”. La bebida asturiana, según Vanesa Gutiérrez, es “inclusiva” en cuanto a que históricamente todas las familias podían disfrutar de su pomarada para hacer sidra; además “socializa” por la forma de beberla en los chigres; y también “integra”, algo que se representa en la forma de ofrecerse entre unos y otros el culín. En resumen, según explicó, “lo tiene todo, porque aglutina la forma de vivir y nuestra vinculación con la tierra, y en la sidra está también nuestra memoria oral”. De alguna manera todo esto, reseñó Gutiérrez, “lo puso en valor la Unesco”.
[–>[–>[–>[–>Y ahora, lograda la distinción, la Consejera de Cultura cree que ha llegado el momento de “soñar y actuar de otra manera”. Con esto Vanesa Gutiérrez reivindica la necesidad de pasar página de la “boca pobre, de ese pesimismo y falta de autoestima de pensar que lo nuestro no vale. Hay que superarlo, porque la Unesco nos ha reconocido el gran valor de la cultura sidrera”.
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Armando Guisasola considera que el título de Patrimonio Inmaterial es un atractivo más, “ya que genera curiosidad al visitante. Ya sabía de la sidra, pero ahora quiere probarla y también conocer qué hay detrás, saber de esa cultura”.
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Y a eso de explicar qué hay detrás de la sidra, cómo se elabora y cuál es su historia llevan desde hace mucho tiempo en Trabanco, el llagar familiar y centenario de Lavandera (Gijón) que ahora lidera Yolanda Trabanco. Según ésta, es “demasiado pronto” para valorar si la declaración de la Unesco ha impulsado el denominado “sidraturismo”, máxime en estos meses que son de temporada baja. Pero las referencias que tienen de las visitas guiadas por el llagar es que éstas llevan mucho tiempo al alza. “Desde 2019 han aumentado un 450%. Hay interés en conocer la cultura, el producto… La experiencia va a más”, asegura Yolanda Trabanco.
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No hay otro secreto, además, que “contarlo bonito”. Y con esto se refiere a cuidar la forma de presentar todo el proceso de la sidra. “Nosotros no hacemos otra cosa que lo de toda la vida, hacer sidra en nuestra casa. Pero procuramos mantener la historia de las paredes de piedra, de la madera… Si traemos a un grupo, buscamos que el horario coincida cuando pueden ver a una vecina yendo a por el pan o a un vecino en madreñas. En resumen, solo hacemos ponerlo bonito. Y eso gusta”.
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[–>[–>[–>[–>Otro lugar de referencia en Asturias donde conocer la cultura sidrera, además de los muchos llagares y bodegas que las organizan, es el Museo de la Sidra de Nava. Su director, Juan Stové, constata también que las visitas van cada año a más. “Esto es por el trabajo diario que se hace, pero no tengo dudas de que con el reconocimiento serán más numerosas”, dijo. Stové considera que es la historia “lo que diferencia la sidra asturiana de otras, y es lo que nosotros tratamos de contar. Estamos muy volcados con la sidra casera, que es un pilar fundamental”. Los visitantes se sorprenden al descubrir todo lo que hay detrás de la bebida, asegura el director del museo: “Por ejemplo, les resulta llamativo descubrir que la champanización se ideó en Asturias, no en Cataluña, a la que se suele asociar”.
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