El Gobierno británico aparca la agenda verde y anuncia la ampliación del aeropuerto de Heathrow para acelerar el crecimiento
El Gobierno laborista del Reino Unido está dispuesto a todo con tal de lograr el ansiado crecimiento económico. La ministra de Finanzas, Rachel Reeves, ha lanzado un guiño a los grandes inversores privados este miércoles al confirmar la construcción de una tercera pista de aterrizaje en el aeropuerto de Heathrow, en Londres.
«Una tercera pista podría crear más de 100.000 puestos de trabajo. Para los inversores internacionales, los persistentes retrasos han sembrado dudas sobre nuestra seriedad a la hora de mejorar nuestras perspectivas económicas», ha asegurado Reeves. El proyecto ha puesto en pie de guerra a las organizaciones ecologistas, que lo consideran un paso hacia atrás en el camino para alcanzar los objetivos climáticos.
La ministra se ha mostrado confiada en que la ampliación del aeropuerto de Heathrow, el más grande del país, impulse el crecimiento económico del Reino Unido hasta en un 0,43% del PIB en 2050. Pero la decisión ha provocado el rechazo de organizaciones como Greenpeace e incluso de diputados y miembros destacados de su propio partido, quienes han alertado del aumento de la contaminación acústica y atmosférica, además del probable desalojo de cientos de hogares.
Críticas ecologistas
«No tengo claro cómo una nueva pista en Heathrow nos permitirá cumplir con los objetivos [climáticos]»El alcalde de Londres, el trabajo, dijo a la BBC Sadiq khanquien ha asegurado que usará «Todos los medios posibles» para detener los planes del ejecutivo.
Las principales organizaciones ecologistas han echado en cara al Gobierno que apueste por proyectos que contribuyen a la emisión de carbono y han recalcado que el crecimiento económico es compatible con los proyectos sostenibles. «En lugar de rescatar viejos proyectos contaminantes, la ministra debería centrarse en industrias ecológicas que puedan atraer inversiones y aportar beneficios económicos y sociales en los años venideros, así como puestos de trabajo seguros, facturas energéticas asequibles y un transporte mejor y más barato», ha asegurado el director científico de Greenpeace en el Reino Unido, Doug Parr.
Reeves ha asegurado, sin embargo, que entre sus planes para acelerar el crecimiento económico está la reducción de las regulaciones para facilitar la construcción de proyectos de energías renovables. Entre ellos, la modificación de las zonas marinas protegidas para reforzar la producción de energía eólica frente a las costas británicas.
El Gobierno también tiene previsto eliminar trabas burocráticas para acelerar la construcción de viviendas e infraestructuras –entre ellas nuevas líneas ferroviarias– en zonas hasta ahora no urbanizables. Algo que, sostiene, ayudará a captar inversiones y beneficiará en última instancia a las clases trabajadoras con la creación de nuevos empleos.
Crecimiento económico
Pero la apuesta desreguladora del Ejecutivo ha generado recelos ante la pérdida de mecanismos para las poblaciones locales, que tendrán más dificultades para interponer recursos judiciales a la construcción de grandes proyectos. También existen dudas sobre quiénes serán los beneficiados de estos proyectos, ya que detrás están las grandes empresas privadas y fondos de inversión.
Reeves ha señalado que el crecimiento económico pasa en primer lugar por las empresas, los inversores y los emprendedores pero ha recalcado que también repercutirá en el bolsillo de los trabajadores. El primer ministro, Keir Starmer, confía en lograr resultados antes del fin de la legislatura, previsto para 2029, para recuperar la confianza de los electores y lograr un segundo mandato al frente del Gobierno.
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