PROTEGER NARANJAS Y LIMONES | Un veterano del campo desvela el truco de la soga mojada para conservar la fruta: «No es magia, es ciencia»
Las bajas temperaturas pueden ser letales para los cítricos. El invierno es un enemigo silencioso para estos frutales. Cuando las temperaturas caen en picado, muchos jardines se convierten en auténticos campos de batalla contra el hielo. Sin embargo, la cuenta de TikTok de @elcampocex trae un truco de toda la vida que sigue funcionando generación tras generación y que puede marcar la diferencia entre un árbol frondoso y uno congelado. Se trata de un cana de redes sociales muy seguidos y ligado a un programa de Canal Extremadura.
El método tradicional: un cubo de agua al pie del tronco
Seguro que alguna vez has visto a alguien colocar un cubo de agua junto al tronco de un naranjo o un limonero en invierno. No es un capricho ni un gesto sin sentido. Se trata de un truco antiguo que, aunque pocos saben explicar con exactitud, ha demostrado ser eficaz contra las heladas. La teoría dice que el agua actúa como regulador térmico, evitando que el frío extremo afecte directamente a la planta. Y si algo ha funcionado siempre, ¿para qué cambiarlo?
Además, hay que tener en cuenta que los limoneros son más sensibles al frío que los naranjos, por lo que este método se vuelve aún más imprescindible si quieres que sobrevivan al invierno sin daños.
El truco alternativo: la soga empapada
Pero si eres de los que buscan nuevas soluciones, aquí tienes otro sistema menos conocido pero igual de ingenioso. Se trata de utilizar una soga humedecida para mantener la planta protegida. ¿Cómo funciona? Se sumerge un extremo de la cuerda en un cubo de agua y se enrolla el resto alrededor del tronco, asegurándose de que quede bien ajustada y elevada.
La teoría detrás de este método es que la cuerda absorbe el agua y, al mantenerse húmeda, ayuda a conservar cierta humedad en el tronco, protegiéndolo del frío extremo. No se trata de magia, sino de aprovechar las propiedades de los materiales para jugar a favor de la naturaleza.
¿Ciencia o tradición?
Si bien el tiempo dirá cuál de los dos trucos es más efectivo, lo cierto es que proteger los cítricos del invierno nunca ha sido tan fácil. Tanto el cubo de agua como la soga empapada son soluciones simples y accesibles que cualquiera puede probar. Y lo mejor de todo: sin necesidad de costosos sistemas de calefacción ni productos químicos.
Así que, ya sabes, si quieres que tus árboles frutales lleguen a la primavera sanos y salvos, prueba uno de estos trucos y dale una oportunidad a la sabiduría popular.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí