Sería de desear en España una mejor posición para las actrices mayores
María Galiana (Sevilla, 1935) transmite una vitalidad, entusiasmo y energía incombustibles. También una frescura y pensamiento único que le permite analizar cualquier apartado de la actualidad en el mundo del teatro y el cine. Conocida especialmente por su papel de Herminia, la abuela de la serie «Cuéntame», Galiana estará este sábado en Gijón para representar «La reina de la belleza de Leenane», un texto de Martin McDonagh, que dirige Juan Echanove.
Siempre que vuelve por Asturias nos recuerda alguna anécdota, como esos baños que se pegaba en San Lorenzo…
En Gijón estuve varias veces en el Jovellanos. Tengo unos muy buenos amigos, que tienen una casa que da a la Escalerona y la playa. Me gusta dar un paseo por la playa de San Lorenzo. Es una pena que hoy en día, por las circunstancias económicas, solo se programe una función. Me encanta Asturias, también Oviedo y Avilés, donde estrenamos la función. Es una pena que estemos un día nada más, pero estoy encantada de visitar Gijón. He visto que va a llover, pero tampoco es una novedad (ríe). Eso si, hay que agradecerle a la lluvia ese paisaje tan bonito.
¿Qué tiene de especial la obra con la que llega al Jovellanos?
Es un drama fuerte. El autor me llamó poderosamente la atención cuando descubrí su obra, es un hombre polifacético. Le conocí de la película «Tres anuncios en las afueras», con la que le dieron el «Oscar». En la obra somos cuatro actores, madre e hija, un cuarentón y un chico joven. Estamos muy contentos, está entrando muy bien.
Su entrada como actriz llegó tras cerrar su etapa de profesora ¿En qué momento sintió que su nombre ya era lo que daba tirón y atraía al público al cine o teatro?
Hace 25 años que me jubilé como profesora. La impresión que el público puede tener de mí, pues ahora resulta especialmente novedoso, no tiene nada que ver con esa imagen de la abuela de la televisión. Me enriquece muchísimo poder haber interpretado a un tipo de persona, de mujer vieja, como lo que soy, pero que no se parece en nada absolutamente a lo que he estado haciendo hasta ahora. Para mí ha sido un reto que me ha espabilado y motivado. Lo estoy disfrutando y pasa a un segundo plano el cansancio que tiene tener que viajar tanto.
La última vez que estuvo en Gijón, para recitar a Federico García Lorca hace un par de años en el Poex, estaban preparando el rodaje del cierre de «Cuéntame». ¿Cumplió con las expectativas y tuvo la serie el final que se merece?
Los cierres son complicados, pero la suerte fue que se lo encargase n a Óscar Aibar, que hizo realmente un cierre muy bonito, y su idea la plasmaron a la perfección los guionistas. Nos despedimos con muy buen sabor de boca. La cosa se redondeó bien, lo lógico era que la abuela se muriese.
¿Qué le parece que Demi Moore reivindique a las mujeres mayores con atractivo físico y peso actoral en Hollywood?
En España sería muy de desear que hubiera siempre alguna posición para las actrices mayores, como ha ocurrido en ocasiones en EE UU. Recuerdo a Katharine Hepburn cuando hizo «El estanque dorado» con Henry Fonda, que eran los dos nonagenarios. O a Jessica Tandy en «Tomates verdes fritos». Podría sacar una lista importante, pero este no es el caso de España, donde hay una industria del cine totalmente diferente. Los jóvenes, cuando escriben sus películas, lo hacen de jóvenes o situaciones y personajes que ellos conocen, observan o crean su propia imaginación, pero siempre en terrenos muy cercanos a eso. Y por eso es muy difícil para las personas que somos muy mayores. En mi caso me han ofrecido algún papel de abuela en cine, y estoy muy contenta, aunque todavía no se puede decir nada, porque está muy en pañales.
¿Qué opciones le ve a Sofía Gascón en los «Óscar»?
No le veo muchas posibilidades, por las rivales. Demi Moore fue súperconocida y estrella en su tiempo. La están como rehabilitando, no digo que no se lo merezca, pero tengo también la impresión de que le van a dar también el «Oscar». Los de Hollywood son así, pero también podrían tener la originalidad extraordinaria de que la primera persona trans consiguiera un «Oscar». Y además está nominada Fernanda Torres, que es la hija de la también fantástica actriz Fernanda Montenegro, a la que recuerdo en su papel de madre en «Estación Central de Brasil».
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