ACTOR DAVID BLANKA | El actor asturiano que disfruta del «placer de ser otro» y te sonará de «La que se avecina» o «Asuntos internos»
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David Blanka (Alcalá de Henares)
El actor David Blanka se dedica a disfrutar del placer de ser otro durante un rato y contar historias de los demás, «sin que mi cabeza dé vueltas con mis movidas. Eso puede que sea lo más gratificante, dejarle poso al que está viendo tu trabajo y que le hayas calado. ¿Lo que menos? La inestabilidad, la precariedad y los «vendemadres» que existen en ella. He visto personas en esta profesión que serían capaces de vender a su madre en la plaza de abastos por un pincho y una caña».
Su vocación nació en la escuela de teatro Pro Arte de Gijón, hace más de 10 años: «Desde pequeño siempre me ha tirado lo artístico, pero mi vida dio un giro radical al descubrir el teatro. Mi cabeza hizo ‘clic’ saliendo de una de las clases al volver a casa y supe que quería dedicarme a ello. Al final, por mi carácter, estar sujeto toda mi vida al mismo tipo de trabajo iba a ser catastrófico. Tenía toda mi vida enfocada a ser funcionario en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y acabé haciéndome todos los uniformes posibles en el cine, televisión y en el teatro. Está claro que en mi caso, la música y el cine a lo largo de mi infancia fue un refugio y si me dices con 12 años que acabo siendo actor, me hubiera costado. Pero creo que ‘descubrir’ de esa forma tu vocación lo hace más especial. A día de hoy, a pesar de las dificultades que puedes encontrar en el día a día, no cambiaría en absoluto ni un ápice de ese proceso».
Le marcó «ver cómo se multiplicaban las oportunidades siendo actor fuera de Asturias. Al final, Asturias es una región pequeña y la red de teatros, tanto públicos como independientes, y el circuito audiovisual es mucho más reducido que en Madrid. No es una crítica, es objetivo. El nivel de competencia es mucho mayor, no cabe duda, pero la producción es el quíntuple con lo cual, por probabilidades, vas a tener más opciones de trabajar en lo tuyo. Tomar como ejemplo modelos que funcionan en otros lugares no es malo, sino todo lo contrario: lo que refuerce y mejore nuestra situación debe ser bienvenido, adaptándose por supuesto, a nuestras necesidades y realidad».
Quien se quiera dedicar a lo suyo «primero que se forme lo máximo que pueda y aproveche todo el tiempo del mundo con sus raíces. Nuestra profesión, al final, es muy nómada salvo que acabes convirtiéndote en un ‘funcionario’ de la misma, por lo que, amigo patriota astur, te va a tocar viajar. Y eso será maravilloso, porque más fuerte será tu vínculo con Asturias y tu gente. Recuerdo escuchar a muchas personas que salir de Asturias te reforzaba ese sentimiento de pertenencia. Y tienen razón: hasta que no me fui hace más de diez años, jamás había echado de menos la playa, por ejemplo. Es un ejemplo simple, pero que es significativo. He aprendido a valorar más nuestra cultura y tradiciones una vez que salí».
A diferencia de Machado, «mi infancia son recuerdos de un patio de Sama. Saltar el muro del colegio Gervasio Ramos para jugar una pachanga de fútbol con los amigos, las fiestas de Santiago en Sama, ir a hacer la compra de la semana solo con el carro (ahora un chaval de 14, olvídate verlo así), pasear al lado del Nalón, coger el tren para irme a la Universidad, criarse con una peluquería. Mi infancia huele a Laca Nelly y sabe agridulce. La Cuenca te hace de una pasta especial. Somos gente rocosa y eso nos hace tener un carácter peculiar para afrontar todo lo que se nos viene en la vida».
Si contase todos los obstáculos a los que se ha enfrentado y ha visto en los demás «acabaría en los Tribunales y al final, no hay que aburrir a los jueces, procuradores, abogados y fiscales, que tienen mucho trabajo. He aprendido a partir de las malas experiencias y las adversidades a hacerme más fuerte y, lo más importante, no perder el sentido del humor. Me he enriquecido para bien de todas las personas que han pasado a lo largo de mi trayectoria. Al final, todas te aportan algo tanto si es bueno como si es malo. Y soy de los que cree que cuanta más cumbre haya en la vida de una persona, favorece que tu capacidad como artista sea mayor, porque es fundamental o más bien diría obligatorio, que tenga algo que contar».
Asturias, «como se diría en el argot periodístico tiene ‘buena prensa’. No hay nadie que hable mal de Asturias o de los asturianos, estamos en muy buena consideración. Debería aprovechar ventajas como potenciar su identidad, pero sin ese estigma de victimismo que tenemos de ‘¡Ay, fíu, qué probes somos!’. Ser un sitio más pequeño y familiar, donde la gente se integra rápido, debería ser un pilar fundamental, como reclamo. En nuestro ámbito, darle más apoyo a la cultura y a la producción de teatro o audiovisual tanto para los que estén allí como para los que quieran venir de fuera. Tenemos que combatir esa imagen del sector cultural de que Asturias va a la cola del norte de España. Asturias tiene un enorme potencial en ese aspecto: sus tres principales núcleos de población están conectados entre sí a 25 minutos de media, la playa y la montaña a un paso, edificios históricos aprovechables… Se trata de defender lo tuyo y abrirte también al resto del mundo. Si en otros sitios lo consiguen, ¿por qué no nosotros?».
Después de llevar más de diez años fuera y haber vivido en diferentes ciudades, Blanka ha podido ver «más sentimiento de amor propio y sobre todo de unión. Es algo fundamental. El individualismo en el que a veces se puede caer, o el miedo a la competencia, no es beneficioso. Y si nace una nueva asociación no tiene que ser un enemigo, sino todo lo contrario, un aliado. Ver conspiraciones y enemigos todo el rato no te hace crecer. No es lo mismo ir a la guerra con diez soldados que con doscientos mil. Y otras de las lecciones que te dan en positivo es que te das cuenta de que como para entenderte con nosotros no lo hay mejor. Somos muy accesibles en el trato y en las distancias cortas».
Ha tenido pocas personas que le hayan marcado. Consejos, los de sus padres: «Hagas lo que hagas en la vida, intenta superarte siempre. No te quedes a medio gas. La cultura del trabajo y el esfuerzo me viene ya de familia y creo que es algo que he aplicado a mi trabajo como actor. Ahora mismo, la guía que tengo en mi vida es mi mujer y la familia que hemos ido creando a lo largo de estos años. Ha sido, sin lugar a dudas, uno de mis mayores aciertos como persona. Porque en la vida no solo es importante saber tomar decisiones, sino tomarlas con la persona adecuada».
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