Julián y Griezmann solventan la última etapa llana del Atlético antes de los Alpes
Antes de que arranquen las etapas de los Alpes, los organizadores del Tour de Francia suelen programar alguna jornada que en el libro de ruta parece sencilla pero que en realidad está trufada de peligros para los líderes de la general. Mestalla podía convertirse para el Atlético de Madrid en esa etapa trampa como aperitivo para un mes en el que le esperan tres enfrentamientos contra el Barça y otros dos contra el Real Madrid.
Sin embargo, el equipo de Simeone salvó con notable éxito la escala de este fin de semana. No hay mejor receta para los ‘abanicos’ que colocar a tus líderes en la proa del pelotón. Y así lo hicieron Griezmann y Julián Álvarez, jefes de filas rojiblancos, que se expusieron a que el viento les golpeara en la cara para que no hubiese susto alguno contra el Valencia. Correa, excelente gregario, remató el trabajo cuando el partido ya expiraba.
Doblete de Julián Álvarez
Le bastó al Atlético con una primera parte excelente, en la que Julián marcó sus dos goles, sabiendo sufrir en la segunda parte ante la resurrección del Valencia y su propia relajación. No le quedaba otra a los de Carlos Corberán ante su público, por mucho que el esfuerzo fuera finalmente baldío. Ni siquiera logró marcarle un gol al Atlético que logró mantener su portería a cero por segunda vez en sus ocho últimos partidos. Una visita redonda a Valencia para los de Simeone, vaya.
Sin Barrios por sanción ni Koke por sanción, Simeone optó por recuperar la versión de Llorente como mediocentro, provocando un movimiento de piezas que llevó a Nahuel al lateral derecho. Por el flanco izquierdo, el habitual Javi Galán se quedó en el banquillo de Mestalla, jugando Azpilicueta como lateral en defensa de cuatro, pese a que se había especulado con que el Cholo saldría con cinco atrás.
Entre todos ellos, y sobre todo Griezmann y Julián Álvarez, esbozaron una primera parte formidable de un Atlético que siempre gobernó el tempo del partido. Cedió la pelota a un romo Valencia cuando le convino, sin sufrir ni un ápice, y tuvo paciencia e inteligencia para conducir sus posesiones sin asumir riesgos.
La magia de Griezmann
Lo hizo, casi por primera vez, a los 12 minutos. Enhebró el Atleti una larga posesión por la banda derecha hasta que el balón le llegó a Griezmann a la frontal del área, una combinación que tiende a ser letal. El francés observó el desmarque de Lino y se inventó un pase delicioso. El brasileño envió al larguero su disparo forzado, pero Julián anduvo listo para agarrar el rechace y adelantar al Atleti a quemarropa.
El gol apagó las escasas constantes vitales que había exhibido hasta entonces un Valencia insípido y menor, que demostró por qué ocupa plaza de descenso pese a su mejoría desde la llegada de Carlos Corberán al banquillo. El Atleti, desde la otra punta de la clasificación, siguió a lo suyo sin un solo apuro y marcó el segundo cuando estaba a punto de cumplirse la media hora de duelo.
De nuevo Griezmann haciendo magia, esta vez desde una esquina del área y con un centro templadito. De nuevo Julián Álvarez, goleando, ahora sin necesidad de intermediarios. Se elevó en el área chica y cabeceó con suspense donde Mamardashvili no podía llegar. Un acierto del argentino y un retrato de la precariedad de la defensa del ché. La misma que se volvió a evidenciar al filo del descanso, cuando Julián rozó el hat-trick. Su mano a mano se marchó fuera.
Resucita el Valencia
Movieron piezas en el descanso ambos entrenadores, refrescando Simeone toda la banda izquierda con Gallagher y Javi Galán; y buscando Corberán más mordiente con Hugo Duro. Al Valencia le sirvió para revivir en el partido, aproximándose al fin a la portería de Oblak. Reclamaron dos penaltis los locales, ambos por mano, de Nahuel y Galán, pero ni el árbitro ni el VAR las consideraron punibles.
La entrada de Giménez, pasando el Atlético a defender con tres centrales, templó los ánimos de un Valencia que fue perdiendo su energía y sus ilusiones de remontada. Lo aprovecharon los rojiblancos para marcar el tercer en el minuto 86, obra de Ángel Correa. El broche para una goleada necesaria para los de Simeone tras dos empates consecutivos. Y ahora, que arranquen los Alpes: espera el Barça el martes en la ida de semifinales de la Copa del Rey.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí