ASÍ FUE EL 24F | La trepidante historia de la noche en la que Ucrania planeó la desconexión de la red eléctrica rusa y fue invadida
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En la madrugada del 24 de febrero ocurrieron en Ucrania muchos hechos inéditos que quedaron opacados por el principal: Rusia había lanzado, a las cuatro de la mañana, la invasión total del país. Por ejemplo, poca gente sabe que en las primeras horas de la guerra, mientras los tanques rusos se dirigían hacia Kiev, el presidente Volodímir Zelenski interrumpió un momento sus quehaceres para conceder una entrevista al actor estadounidense Sean Penn desde el búnker presidencial. O que en esos primeros momentos de invasión, las fuerzas de seguridad y ciudadanos armados buscaban y ejecutaban a los saboteadores rusos que se habían ido estableciendo en la ciudad semanas atrás y habían sido activados esa noche para quemar edificios o destrozar líneas de comunicaciones.
En aquellas primeras horas de la invasión a gran escala se produjo también una hazaña poco conocida pero que sería clave para que Ucrania resistiera el embate ruso: el país se desconectó de forma improvisada y acelerada de la red eléctrica rusa y se enganchó a la europea. Se evitó así un apagón en medio de los bombardeos que habría sido mortal. Es una historia épica en la que los protagonistas no son soldados, sino técnicos de energía.
Todo comenzó en 2017, cuando el Gobierno ucraniano decidió poner fin a décadas de conexión de su red eléctrica con la rusa y la bielorrusa. El país llevaba años tratando de acercarse a Europa. En la revolución del Euromaidán de 2014 se expulsó al presidente que había cancelado un acuerdo de asociación económica con la UE. En ese contexto, Kiev decidió pedir conectar su tendido eléctrico a la red europea.
Se le concedió, pero era una tarea titánica que requería adaptar las centrales eléctricas, las subestaciones y el tendido, o sincronizar los generadores a la misma frecuencia de rotación que la de los europeos. Durante cinco años, los ucranianos se estuvieron preparando. Cuando la red de un país está conectada a otra, un pequeño fallo puede propagarse muy rápidamente por el sistema, porque se altera el equilibrio a la velocidad de la luz, de Madrid a Kiev.
El proceso de adaptación debía completarse a finales de 2023. Una de las pruebas clave era comprobar si Ucrania podría funcionar tres días, 72 horas, de forma aislada, desconectada de otras redes auxiliares de los países de su entorno. Era la forma de demostrar al resto de operadores europeos, agrupados en ENTSO-E, que el sistema era estable.
Una noche trepidante
A principios de 2022, los técnicos del operador estatal de transmisión de electricidad, Ukrenergo, se pusieron en contacto con la contraparte rusa y bielorrusa para coordinar la fecha en la que llevar a cabo esa prueba de desconexión. Kiev quería hacerlo a principios del mes, pero los rusos les propusieron del 24 de febrero al 27 de febrero. ¿Sabían ya que esos días se iba a lanzar la invasión?
Sin saber lo que iba a ocurrir, pero con la amenaza de decenas de miles de soldados rusos ya desplegados en la frontera, los técnicos ucranianos comenzaron los preparativos de la prueba. A las 1:35 de la madrugada del 24 de febrero, Ucrania se desconectó con éxito de Rusia y Bielorrusia y empezó a funcionar en modo de aislamiento. La idea era volverse a conectar a Rusia y Bielorrusia pasadas las 72 horas del test. Nunca lo harían.
“A las 4:00 comenzó la invasión. Fue un momento verdaderamente dramático. Nos despertamos de madrugada con bombardeos masivos contra Kiev y con alertas por toda la ciudad”, rememora para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Volodímir Kudrytskyi, que fue Consejero Delegado de la compañía nacional de energía NPC Ukrenego de 2020 a 2024 y por tanto el responsable de la sincronización de la red ucraniana con la europea. “A las 8:00 nos reunimos mi equipo y yo en el cuartel general de Ukrenergo y comenzamos los protocolos de evacuación de nuestros empleados de las regiones del este del país. Reubicamos a parte de los trabajadores a una sala de control de seguridad en el oeste que habíamos preparado en caso de que finalmente se produjera la invasión a gran escala”.
Aquel día tuvimos que controlar el sistema de energía en unas condiciones dramáticas, continúa Kudrytskyi. Comenzamos a perder partes de la infraestructura de alta energía en el este, en el norte y en el sur, a medida que el campo de batalla se iba desplazando. Perdimos cerca del 30% de la electricidad para consumo por las acciones militares rusas y por la migración forzosa de la población. Era obvio que no podíamos volvernos a conectar a la red eléctrica rusa, porque no podíamos dar la llave de nuestro sistema al agresor. Así que decidimos que nos íbamos a quedar en modo de aislamiento durante un tiempo indefinido.
Llegó el momento de la verdad, prosigue Kudrytskyi. Había que decidir si seguíamos adelante con los otros test para sincronizarnos con Europa. Por un lado, la guerra no parecía el mejor momento para las pruebas, porque había que mantener la estabilidad del sistema. Pero, por otro, sabíamos que si no completábamos esos test y recolectábamos toda la información, los operadores eléctricos europeos no iban a permitir que nos conectáramos a su red, porque podría verse afectada.
Decidieron seguir adelante con las pruebas, y enviaron los resultados a ENTSO-E, el consorcio europeo de redes eléctricas. Les aseguraron que Ucrania estaba preparada para unirse, y se pusieron a esperar la respuesta. Mantuvieron a Ucrania en funcionamiento aislado durante tres semanas en lugar de tres días. Se convirtieron en el único país en la UE que ha probado que puede operar de forma aislada y estable durante un período tan largo de tiempo, y en plena guerra. Mientras, Rusia seguía bombardeando subestaciones eléctricas, el propio tendido, y tomaba el control de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa.
Energodar (Ucrania), 04/03/2022.- Una cámara de vigilancia captura el momento de captura por el ejército ruso del Zaporiyia Central / Zaporizhzhya NPP / HANDOUT / EFE
El 16 de marzo de 2022, finalmente, la red eléctrica ucraniana se sincronizó con la europea.
“Ningún país en el mundo se ha enfrentado a los enormes retos que hemos sufrido nosotros durante estos tres años de invasión rusa”, explica el alto ejecutivo. “Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha lanzado más de 2.500 misiles y miles de drones kamikazes contra nuestras plantas térmicas e hidroeléctricas. El 45% de las subestaciones de transmisión de ultra-alto voltaje han resultado dañadas. Hemos perdido 10 GW de capacidad de generación por la ocupación militar, que incluye la planta nuclear más grande de Europa, la de Zaporyzskaya NPP [Zaporiyia]»
Un número indeterminado de operadores ha muerto tratando de mantener el sistema operativo y reduciendo las horas de apagón. Rusia ha puesto como uno de sus principales objetivos de la guerra de desgaste el mermar la capacidad energética ucraniana.
Ahora, Ucrania importa cerca de 2 GW desde la red eléctrica europea. Es una cantidad crucial que ayuda a mantener los circuitos de calefacción en marcha y compensa la pérdida de la mitad de su producción propia de energía por la guerra. Ucrania temía que este invierno fuera el más duro de los tres de la guerra, porque los daños eran cuantiosos. Sin embargo, ha terminado siendo más suave en temperaturas de lo habitual, el gasto energético ha sido menor y no se han producido grandes apagones.
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