El secreto oculto tras las grandes producciones audiovisuales

Si todos los viernes al final del día, sin mover un dedo, tenía un resumen de toda la semana, los archivos organizados y las tareas enviadas al cliente, probablemente sea la envidia de cualquier gerente de proyecto. Bueno, eso es lo que Pipeline Pro Hace para estudios de animación y efectos visuales. Una herramienta que organiza, automatiza, reduce los errores y libera el tiempo de lo que realmente importa: el trabajo estratégico y creativo de cada equipo.
Pipeline Pro nació, como muchas innovaciones, de una necesidad obvia. Era 2016 cuando Rodrigo Medinilla diseñó una supercomputadora en Tenerife para apoyar las producciones audiovisuales. Al colaborar con los productores, detectó un problema clave: el caos en la planificación. Muchas compañías llegaron al final de la producción sin presupuesto u organización.
Esta observación condujo al desarrollo de Pipeline Pro, una herramienta que permitiría a los estudios organizar desde el principio, optimizar los recursos y evitar la improvisación. En 2017, lanzó una versión beta, probada en un productor alemán que hasta la fecha ha movido 12 proyectos en los que «han participado en 500 personas», dice Medinilla.
«Es una plataforma cuya función principal es el control de producción», explica el CEO. Y es que para coordinar efectivamente una producción, en una serie promedio se gestionan Alrededor de 50,000 tareas. La magnitud de este volumen de trabajo muestra la complejidad de garantizar que cada entrega llegue de manera oportuna.
Pero la herramienta no solo maneja a las personas, sino también a los archivos. «Nos distinguimos de la competencia porque administramos los archivos de trabajo, además de administrar quién hace qué, controlar los archivos y cómo pasan de una persona a otra». En muchos casos, incluso automatizan procesos. «Es como si se encargara de pintar una imagen, porque el sistema se encarga de comprar el lienzo, las pinturas, preparar todo para que comience directamente a la pintura».
El impacto en la productividad es significativo. «Un estudio de 10 personas va desde la gestión de 3 proyectos simultáneos a 5, 66% más de capacidad», dice Medinilla. «La relación de error por operador cae 30%, el tiempo de preparación de una escena se reduce de 30 minutos a 0 y se obtiene una productividad del 12.5% por operador». Además, elimina la necesidad de servidores adicionales para las producciones de co -CO y minimiza los riesgos de ‘ransomware’ gracias a su almacenamiento en la nube.
La plataforma, que ya ha sido adoptada por diez principales productores en su fase beta, incluidos estudios con hasta 200 empleados, planea una segunda ronda de financiamiento para 2025 por un millón de euros. La inversión permitirá expandir su infraestructura con nuevos centros de datos en Europa, Estados Unidos y Asia, desarrollar un módulo de IA para facilitar el uso sin conocimiento técnico, ingresar a un mercado de productores de animación y fortalecer sus equipos en España para consolidar en el sector de efectos visuales.
Además, cerrarán acuerdos con dos universidades en Madrid y Barcelona para que sus estudiantes usen la plataforma en sus proyectos, permitiendo demostrar su resistencia y formar talento que ya está familiarizado con la herramienta al unirse al mercado laboral.
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