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explorando su lado más salvaje y sostenible

explorando su lado más salvaje y sostenible
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  • Publishedmarzo 14, 2025



Cuando se piensa en Sudáfrica, es inevitable que alguna imagen de la fauna salvaje del Parque Nacional Kruger o la silueta de Ciudad del Cabo, con su emblemática Table Mountain, aparezcan en la mente. Sin embargo, Sudáfrica es un país inmenso y sería un gran error no adentrarse a descubrir otros rincones del país.

En este reportaje recorreremos varias regiones que nos invitan a una experiencia distinta, desde desiertos floridos hasta humedales llenos de vida, pasando por montañas legendarias y cataratas alejadas del turismo masivo. Cada uno de estos lugares ofrece experiencias que permiten sumergirse en la cultura, la historia y la biodiversidad de Sudáfrica de una manera más auténtica y responsable. Vamos allá.

El Karoo: la aridez con alma

El Karoo es una vasta extensión semiárida que cubre buena parte del centro de Sudáfrica. Su paisaje, aparentemente inhóspito, esconde una rica biodiversidad, cielos despejados ideales para la observación de estrellas y una belleza que se aprecia en su silencio. Es una región de contrastes, donde las noches frías se compensan con días soleados y donde las antiguas formaciones rocosas conviven con pequeñas aldeas de gran encanto colonial. Hablamos de una región más grande que un país como Alemania, así que hay mucho que ver.

Empezando, claro, por el Parque Nacional de Karoo, situado en las proximidades de Beaufort West. Un tesoro natural que resguarda la esencia del semidesierto sudafricano y es fundamental en la conservación de especies en peligro de extinción. Un buen ejemplo es la cebra de montaña del Cabo, que gracias a los esfuerzos de conservación ha conseguido recuperarse y ahora se puede ver en su hábitat natural.

Además de las cebras, el parque alberga una diversidad de mamíferos como el rinoceronte negro, el búfalo, el eland y diversas especies de antílopes, incluyendo el alcéfalo caama y el kudú. La escasa vegetación facilita el avistamiento de estos animales, ofreciendo una experiencia de safari diferente a las áreas de matorral más densas. Para los entusiastas de la observación de aves, el parque es un paraíso. Con más de 200 especies registradas, es común encontrar desde águilas y halcones hasta pequeñas aves endémicas adaptadas al clima semiárido.



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