Yolanda Díaz pide «reducir la dependencia tecnológica, energética y financiera de Estados Unidos»
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pide reducir «la dependencia tecnológica, energética y financiera de Estados Unidos» en plena guerra comercial. Este viernes la ministra de Trabajo y Economía Social ha visitado el Foro Alicante, organizado por Información y en el que Díaz ha defendido medidas propuestas por el Ejecutivo contra los aranceles de Donald Trump condicionadas a evitar despidos y deslocalizaciones. El acto lo ha moderado el director de Información, Toni Cabot, y ha sido presentado por Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV).
Navarro, en su introducción, hacía un diagnóstico general centrado sobre todo en la economía a nivel autonómico y lamentaba en la introducción que la Comunidad Valenciana “es un territorio que juega en desventaja” debido a la ausencia de presupuestos generales (Díaz pedía en el turno de preguntas presentarlos aún no teniendo garantizada la mayoría los votos en el Congreso) y de “estabilidad”, relacionando este término con la normativa laboral. En este sentido, Navarro sugería discrepancias explicitadas en otras ocasiones con Yolanda Díaz por parte de las principales patronales. “Sin productividad no hay empleo”, decía antes de criticar el “absentismo” debido a las bajas laborales y a los costes que, según el dirigente empresarial, estas generan. Y pedía “encontrar la fórmula” con las mutuas para buscar solución “sin que la medida suponga un menoscabo a los derechos de los trabajadores”.
Otra discrepancia exhibida era la propuesta de reducir la jornada laboral, que según Navarro debía ser negociada “con todas las partes” para generar “un marco laboral que no castigue al pequeño empresario” recordando, también, la importancia de las pymes en el tejido económico la Comunidad Valenciana.
Pese a las discrepancias, Yolanda Díaz agradecía a Salvador Navarro su cercanía. Señalaba, para defender su gestión, que «hay una realidad irrebatible: España va bien, vamos camino de los 22 millones de personas ocupadas«. Y apuntaba la importancia del «diálogo social» como marco de negociación empresarial y laboral. En este sentido, aprobaba a Salvador Navarro el debate mantenido a nivel empresarial sobre las propuestas del Gobierno central y su predisposición a dialogar para concretar las medidas en este ámbito.
Se sentía, además, protegida por el FMI y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo del Empleo) en tanto que han reconocido el «crecimiento económico» de España actualmente. En todo caso, su horizonte está, según su discurso, «en el modelo nórdico». «Ustedes convendrán conmigo, siendo una de las grandes defensoras de la flexibilidad interna de las empresas, que esta tiene que ser bilateral», aseguraba. Por otra parte, se preguntaba por el decrecimiento en productividad laboral, y pedía ponerle remedio con inversión en formación. Y en este sentido justificaba, una vez más, la reducción de la jornada laboral para garantizar este propósito de flexibilidad.
«No tiene demasiado sentido que concentremos un lunes a las 10 de la mañana que un viernes por la tarde o un sábado por la mañana. No hablo ideológicamente. Hago de técnica», pedía para «reordenar el tiempo de trabajo», y consideraba que «la jornada laboral es un fetiche» porque «la juventud española tiene derecho a repartir más el tiempo de vida» y a tomar decisiones vitales como la de tener hijos, afirmaba. Además, pronosticaba que la tecnología ayudará a este objetivo conciliador.
Un objetivo, el de la reducción de la jornada laboral, que en el turno de preguntas Díaz agradecía a la patronal no haber tumbado. «Cuando la patronal libra batallas lo hace», reconocía, y señalaba que en este momento hay falta de acuerdo, pero no de contacto y de negociación. «Me gustaría que me acompañaran en la OCDE», decía remitiéndose al vistobueno de esta entidad «nada sospechosa» a la medida.
Sin dejar de señalar el absentismo, tal como había hecho antes Salvador Navarro, la ministra apuntaba a la posibilidad de ser capaces de acatar este problema a través de la negociación colectiva. «No nos interesa que haya absentismo», defendía en nombre del Gobierno. «Soy la primera que quiere que a España le vaya bien», y el «maridaje» entre todas las partes del proceso económico era planteado como receta. «El trabajo es la columna vertebral de nuestras vidas, todos y todas forman parte, son muy pocas las personas que viven de rentas en nuestro país«, recordaba. También declaraba que «no se puede hablar de empresas sin hablar del trabajo, que es central para la vida de la gente y lo tiene que ser para los actores principales».
Otro de los temas previsibles en su discurso era el del sector turístico, del que defendía la desestacionalización y también acabar con la «precariedad» en el sector señalando los «buenos márgenes» empresariales. Y también lo era su gestión llevada a cabo, reivindicando en este sentido los ERTE durante el Covid. «Era lo eficiente, no lo era destruir empleos y empresas como se hizo en las crisis anteriores», decía para defender también el Plan de Empleo de su Ministerio de Trabajo en las localidades afectadas por la dana y su reforma laboral porque «los derechos de empresarios y de trabajadores no compiten entre sí«.
Situación internacional
Respecto a la mirada global, Díaz alertaba que más del 50% de los ciudadanos creen que el mundo será más violento, autoritario y desigual en cinco años. Se mostraba preocupada en este aspecto, y aportaba también datos sobre el malestar social generado por la situación internacional, especialmente agravada con el anuncio arancelario de Donald Trump. A su vez, señalaba el «abono para la extrema derecha» que según ella supone este escenario, y pedía «dar respuesta desde la Unión Europea a este malestar».
En cambio, la ministra, que se autodefinía como «una militante de la esperanza», pedía mirar hacia adelante de manera propositiva. «La esperanza y el trabajo es el motor de la transformación social, y la materia que tenemos es dar esperanza a la ciudadanía. No son palabras bonitas, es el ADN con el que trabajamos».
La incertidumbre, así y todo, era reconocida por la vicepresidenta segunda del Gobierno. En este sentido se centraba en Alicante y en la vocación exportadora de su economía, que se encuentra en situación de inquietud. «Esta guerra de aranceles es una idea profundamente equivocada del señor Trump, que reacciona así por el declive norteamericano, que será agudizado por esta medida. Sin ninguna duda». En este sentido Díaz quería trasladar «un mensaje fuerte a nuestras empresas: tenemos capacidad de reacción, son un ejemplo a la hora de afrontar retos enormes y sé que lo van a hacer, y el Gobierno de España también. Pero tenemos que reaccionar desde la Unión Europea», pedía, demandando «autonomía estratégica industrial», a la cual «llegamos tarde».
Por eso, «el despertar de Europa» se tiene que garantizar «defendiendo nuestro espacio, no Pekín ni Washington. Tenemos que abrir mercados«, reconocía, pero pedía priorizar «la demanda interna europea». En este sentido, pedía «reducir la dependencia tecnológica, energética y financiera de Estados Unidos, y vamos tarde». Lo pedía para garantizar «agilidad» y «no tardar meses y meses en tomar decisiones». A su vez, solicitaba «mancomunar la deuda en Europa: para eso están los recursos públicos».
Por otra parte, Díaz, en respuesta a peticiones de autónomos y empresarios en relación con las ayudas para combatir los aranceles, la ministra exigía «no deslocalizar» y advertía que «los recursos públicos no son un cheque en blanco», por la cual cosa «deben ir condicionados a evitar despidos».
Expectación política
El evento, celebrado en el restaurante Maestral, ha contado con la presencia del conseller de Educación y Cultura, José Antonio Rovira además de otros representantes políticos como la diputada autonómica y exvicepresidenta de la Generalitat Aitana Mas, de Compromís, y por parte de esta coalición asistieron también los concejales alicantinos Rafa Mas y Sara Llobell. Se dejó ver, por otra parte, el concejal Manolo Copé.
Dentro del acto le esperaban los dos diputados de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó y Alberto Ibáñez, así como el cocoordinador de Sumar en la Comunidad Valenciana, Xavier López; el diputado autonómico del PSOE José Díaz, la expresidenta del PSPV Juana Serna y la exconsellera de Turismo, Nuria Montes, ahora secretaria general de Hosbec junto al presidente de la entidad, Fede Fuster, entre otros representantes. También asistieron otros dirigentes empresariales como Joaquín Perez, presidente de CEV en Alicante; y también referentes de los sindicatos en Alicante.
Esta cita de Foro Alicante ha sido organizada por Prensa Ibérica, INFORMACIÓN e Información TV, junto a la Universidad de Alicante, la CEV, Imed Hospitales, BMW Benigar, Suma, Carmencita y Vectalia.
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