Kennedy afirma que el autismo lo causa una «toxina ambiental» y que se puede prevenir

El secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., dijo este miércoles que el trastorno del espectro autista (TEA) se puede prevenir y prometió hallar la «toxina ambiental» que está detrás del aumento de tasas de esta «epidemia» en el país.
«Los genes no causan epidemias. Pueden generar vulnerabilidad. Se necesita una toxina ambiental», dijo Kennedy, sin aportar pruebas ni exposiciones científicas, en declaraciones recogidas por ‘NBC News’.
El discurso de Kennedy contradice un estudio que publicaron ayer los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), un organismo gubernamental que encontró un aumento de tasas de autismo infantil en EEUU.
Aunque los expertos atribuyen este auge a una mayor concienciación y vigilancia del trastorno, Kennedy desestimó estas evidencias y culpó a factores ambientales de esta «enfermedad prevenible». «Sabemos que es una exposición ambiental. Tiene que serlo», insistió.
Es por ello que las próximas tres semanas anunciará una serie de estudios destinados a identificar las «toxinas ambientales» a las que responsabiliza del aumento de casos de autismo infantil en el país.
«Sabemos cuáles son las cifras históricas y sabemos cuáles son las cifras actuales, y es hora de que todos dejen de atribuir esto a esta ideología de negacionismo epidémico», indicó Kennedy.
Qué es el autismo
Lejos de las afirmaciones de Kennedy, está científicamente demostrado que el trastorno del espectro autista (TEA) es una alteración neurobiológica del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de vida y que perdura durante todo el ciclo vital. Algunas personas autistas presentan una dificultad intelectual, pero otras no. No tiene una causa ambiental.
Su prevalencia es mayor de lo que se piensa: una de cada 100 personas tiene TEA. En el 70% de los casos, existe una discapacidad intelectual asociada, de grado diverso. Según los criterios diagnósticos actuales, la prevalencia en hombres es mayor que en mujeres: cada cuatro chicos hay una chica autista, aunque este hecho también está en revisión.
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