China niega el envío de armamento a Ucrania que denuncia Zelenski

China ha negado el envío de armas letales y artillería a las tropas rusas por más que insista el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Sus acusaciones “carecen de base”, ha aclarado este viernes su Ministerio de Exteriores en su segunda fricción en apenas una semana. Antes ya había lamentado Kiev que chinos pelearan en su país y se encontró con la misma respuesta. Es verosímil que las municiones y los soldados chinos en Ucrania tengan que ver más con las intrincadas cadenas de suministro bélicas y la intención de ganarse unos dólares de un puñado de infelices que de las órdenes de Pekín.
Lin Jian, portavoz ministerial, ha insistido en que ese presunto envío choca con la voluntad china de “promover el alto el fuego y empujar a las conversaciones de paz”. Ha acusado a Zelenski de “manipulación política” y recordado que el grueso de su arsenal llega de Estados Unidos y otros países occidentales. No es China, ha sugerido, la que alimenta la guerra.
El líder ucraniano había desvelado en la víspera que su servicio de espionaje había detectado “artillería y pólvora” chinas en las zonas en conflicto. “Creemos que representantes chinos están involucrados en la producción de algunas armas en el territorio de Rusia”, añadió. Sobre lo segundo hay dudas, no las hay sobre lo primero. Moscú ha utilizado munición con componentes de China, pero también llegados de países occidentales alineados con Kiev. El desgaste tras tres años de guerra han obligado a las partes a explorar cualquier vía para alimentar su arsenal con intermediarios de todo tipo, tanto países como empresas, que las colocan al mejor postor. Lo asumió Zelenski en la rueda de prensa: “Un asunto es que los mercados de armas cuenten con productos chinos y los rusos los compren directamente o a través de otros países. Y otro asunto es que no se trate de contrabando sino de la cooperación entre Rusia y China”. Su alusión a los “representantes chinos involucrados” apunta a lo último y enturbia sus relaciones con Pekín, muy celosa de su proclamada equidistancia. Zelenski desveló tiempos atrás que Xi le había dado su palabra de que nunca enviaría armas a Moscú.
Anuncios en Tiktok
El espionaje ucraniano había anunciado la semana pasada que ha identificado al menos a 155 chinos entre las tropas rusas. Kiev colocó frente a las cámaras a dos capturados a principios de mes en Donetsk y Lugansk. Los dos tipos, aún con su uniforme y con aspecto de desorientados, describieron las desdichas que les habían llevado hasta ahí. Soldados o mercenarios son calificativos que les vienen muy grandes. Era ya sabido que los vídeos cortos con los que Rusia anima su campaña nacional de alistamiento han llegado con subtítulos en mandarín a Douyin, la rama china de Tiktok. Uno de ellos, apellidado Wang, dijo que esos 250.000 rublos mensuales (algo menos de 3.000 euros) y las promesas de que el trabajo excluía el combate le convencieron. Había perdido su negocio durante la pandemia y pensó que sus conocimientos en rehabilitación ayudarían a los heridos en combate. Fue a Moscú, firmó un contrato en ruso que no entendió y tras un puñado de días de entrenamiento fue enviado para su sorpresa al frente.
El otro, Zhang, es un bombero de Shanghái que estaba de vacaciones en diciembre en Moscú cuando vio la solución a sus problemas financieros. Su descripción de la captura mueve a la compasión. “Cuando alcanzamos un bosque, mi capitán me dijo Da, da, da (sí en ruso), señalándome que empezara el ataque. Pero no sabía dónde estaba el objetivo. Pasamos muchas posiciones rusas y pensé que nos dirigíamos a nuestro búnker. Pensé que mi capitán estaba bromeando así que me escondí. Entonces vi a alguien tirar una granada y de repente vi drones ucranianos por todos lados”. Y así, en su tercer día de combate, se rindió. “A mis compatriotas chinos: si estáis considerando apuntaros a esta guerra contra Ucrania, os aconsejo que no lo hagáis”, dijo frente a la prensa internacional.
Es improbable que Pekín esté enviando semejante tropa a Ucrania. Ambos capturados han desmentido cualquier vínculo con las fuerzas de seguridad o el ejército de su país y uno reveló que fue a Rusia ignorando las recomendaciones de las autoridades. Es más factible que la eficaz propaganda rusa en un contexto de alicaída economía haya confundido a decenas de incautos.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí