En este país los pensionistas pueden llegar a cobrar 1.600€ al mes sin haber cotizado lo suficiente

La jubilación es una etapa vital muy esperada. Pero también puede ser fuente de preocupaciones si no se ha ahorrado suficiente o la pensión es menos de lo esperado. El sistema de pensiones es una de las principales preocupaciones políticas en España. Aunque la tasa de sustitución está actualmente entre un 70 y 80% del sueldo, una de las más altas de Europa, la experta en finanzas Natalia Santiago prevé que bajen un 20% en los próximos años, equiparándose al resto de la UE.
Esta bajada de pensiones obligará a los trabajadores a ahorrar mucho más dinero durante su carrera profesional para poder hacer frente a los gastos de sus últimos años de vida. Para ello, es importante tener en cuenta ciertos complementos que pueden aumentar la pensión de por vida, como el complemento por brecha de género.
La Asignación de Solidaridad para Personas Mayores
El miedo y la incertidumbre en torno a las pensiones no es un fénomeno único de España, también lo sufren en otros países europeos como en Francia. Eso sí, allí, los franceses que no han cotizado lo suficiente pueden acogerse a una pensión que puede escalar hasta los 1.605 euros al mes.
Estamos hablando de la Asignación de Solidaridad para las Personas Mayores (Aspa). Una prestación mensual destinada a aquellos pensionistas con escasos recursos, al límite de la pobreza, residentes en Francia. De esta manera, se les garantizan unos ingresos mínimos.
Se trata de un subsidio diferencial, es decir, se calcula según el nivel de renta y las circunstancias familiares. Su importe es de 1.012,02 € para una persona sola, pudiendo llegar a los 1.605 euros al mes en caso de ser dos.
Los requisitos que exige el Gobierno francés son ser residente en Francia (más de 9 meses), no superar los 12.411,44 euros al año (19.268,80 € en caso de una pareja) y haber solicitado todas las pensiones disponibles.
Jubilación no contributiva
En España, el equivalente sería la jubilación no contributiva, una prestación económica destinada a personas mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social como para acceder a una pensión contributiva. La cuantía fijada para este año es de 564 euros mensuales distribuidos en 14 pagas, lo que supone un total de 7.905,80 euros anuales. Esta pensión busca cubrir las necesidades básicas de quienes no han podido acumular al menos 15 años de cotización exigidos para una pensión contributiva.
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