La izquierda boliviana se divide por tres con la irrupción de la candidatura de Andrónico Rodríguez

«Requerimos de liderazgos que reescriban la historia política», Andrónico Rodriguez, la joven cabeza del Senado boliviano decidió postularse como candidato a presidente para las elecciones del 17 de agosto. De esta manera, la izquierda que ha sido mayoritaria en ese país andino ya no se divide entre dos facciones, las de Evo Morales, su líder histórico, y Luis «Lucho» Arce, el actual e impopular jefe de Estado. Una tercera opción ha surgido en el medio de las disputas en el seno del Movimiento al Socialismo (MAS). «Unidad sin polarizaciones», pidió Rodríguez. Los analistas vislumbran dos posibilidades frente a ese reclamo: la profundización de la guerra interna en el MAS o una salida decorosa del conflicto que le permita al oficialismo ser una alternativa en las urnas a la derecha.
Rodriguez fue proclamado en la ciudad de Oruro, en la zona oeste de Bolivia. Antes de decir «acepto» ante sus seguidores, los sondeos lo colocaban en primer lugar, con un 20%, por encima del empresario Samuel Doria Medina y el propio Morales, expadrino de Rodríguez, quien mantiene su determinación de competir en agosto pese a no contar por el momento con una estructura electoral tras romper con el MAS, el partido que fundó, y crear Evo Pueblo, que no ha sido autorizado a participar de las elecciones.
«Si alguien quiere alejarse, … solo va a ser instrumento del imperio, solo va a facilitar cómo intentar dividirnos, por eso primero es unidad y unidad”, dijo el exdirigente cocalero sobre el paso que ha dado Andrónico, como suele ser llamado. «Hoy diste un zarpazo, traicionaste al hombre que te puso en esta senda política, traicionaste a ese hombre que te dio la confianza y que te dio la oportunidad de transitar por esta senda», dijo con más vehemencia un diputado «evista», Héctor Arce.
Para los seguidores del actual mandatario y exdelfín de Evo, la irrupción de una nueva línea interna dentro del MAS tampoco es una buena noticia. La diputada del MAS Gloria Callizaya acusó a Andronico de «no pensar en el pueblo, sino en sus intereses personales». Tanto el senador como Morales «están jugando con el destino del país«. Callizaya expresó el malestar de los que respaldan la posible candidatura del actual presidente boliviano.
Palabras vacías
El único consuelo que tienen en momentos que las aspiraciones de «Lucho» a ser reelecto se han reducido a la insignificancia, según marcan las encuestas, la jugada de Andrónico tampoco favorece a Morales. El expresidente volvió a reclamar «unidad» de la izquierda. A estas alturas de la controversia, la palabra es repetida por las tres facciones y ha dejado de tener especial significado.
«Lucho» está condenado a una paliza electoral. Morales, en el caso de que pudiera presentarse, sería derrotado ampliamente en un segundo turno. Parte de los bolivianos no quieren volver a verlo en el Palacio Quemado, la sede del Ejecutivo. Su figura se ha desgastado por varios factores. Uno de ellos fue su pelea a todo o nada con Arce sobre los modos de gestionar la crisis económica derivada del agotamiento de un modelo de extracción de los hidrocarburos que había comenzado en 2006. El actual Gobierno exhumó una denuncia contra Morales por abuso a una menor de edad y trata de personas que se había iniciado durante la gestión provisional de Jeanine Áñez, una de las partícipes del golpe de Estado contra Evo en noviembre de 2019. Mientras Rodríguez preparaba su aceptación de la candidatura presidencial se activaba en La Paz un nuevo pedido de captura de Morales por la causa judicial después de que esa orden había sido anulada por otro tribunal.
Hasta la irrupción en la escena electoral de Andrónico, el MAS marchaba inexorablemente a una derrota histórica en agosto. Morales no solo ha roto con Arce sino con Álvaro García Linera, el intelectual que se desempeñó 14 años como vicepresidente. Distintas figuras de la izquierda latinoamericano intentaron mediar sin suerte entre los dirigentes bolivianos enfrentados. Rodríguez era señalado como el sucesor «natural» de Evo. Por estas horas cae sobre su espalda la responsabilidad de evitar el desastre en las urnas del MAS. La intención de presentarse como una síntesis de las expresiones en pugna corre sin embargo el peligro de fracasar tempranamente. «No tiene palabra, rompió todos sus principios», dijo otro diputado «evista», Daniel Rojas.
La reacción de la derecha
Lo curioso de su candidatura es que es al mismo tiempo observada por parte de la derecha como una maniobra encubierta para reponer a Morales en el poder. «Todos sabemos que Andrónico Rodríguez es el niño mimado de Evo Morales, Evo lo formó políticamente», dijo el legislador de Comunidad Ciudadana (CC), Alberto Astorga. « Este engendro de Evo es el nuevo enemigo existencial. Te derrotaremos», sostuvo otro diputado de ese sector, José Manuel Ormachea
La derecha también proclama sostenidamente la necesidad de una «unidad» para acceder a la presidencia. Carece de figuras de renovación y también de un liderazgo. Sus referentes siguen siendo Doria Medina, el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga y Manfred Reyes Villa. En esa zona del espectro ideológico ha irrumpido el Marcelo Claure, un millonario que intenta mirarse en el espejo de Elon Musk.
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