El gas y las renovables moderan la inflación al 2,2% en abril
El apagón que España sufrió el 28 de abril mostró que el aterrizaje acelerado de las energías renovables en nuestro país ha en peligro la estabilidad del sistema. O al menos, esa es la principal sospecha, la que el gobierno maneja y confirmó el ministerio mismo para la transición ecológica, en ausencia de confirmar las causas de ese incidente histórico.
En cualquier caso, lo que no cambiará es que las energías renovables han convertido el mercado de electricidad español en uno de los más baratos de Europa, no para los hogares, y esto tiene su efecto en el IPC. Sobre todo, en circunstancias como la actual, cuando los precios están bajo control y sus fluctuaciones dependen de los elementos más volátiles del paquete, como la energía y los alimentos no planificados.
El hecho provisional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), pendiente de confirmación, coloca el IPC de abril al 2.2% Interanual (en comparación con el mismo mes del año anterior), una décima por debajo de los datos de marzo y en la línea de lo que el Banco Central Europeo (BCE) considera la inflación ‘saludable’.
«Esta disminución está motivada por la reducción de los precios de la energía, especialmente el gas y la electricidad, y también por la disminución de los precios del combustible», explicó el Ministerio de Economía en una nota.
Como ya se ha avanzado, este resultado se basa en el buen ritmo de la inflación subyacente, lo que excluye la energía y los alimentos no planificados, que se colocó en el 2.4% en marzoy la más barata de gas y electricidad. Como siempre sucede en España, en el caso de la luz, la reducción es atribuible a las energías renovables. Exactamente, y según datos de electricidad, el mes pasado Solar y Photovoltaic contribuyeron al 41% a la mezcla, Nuclear 14% e Hidráulica 19%.
En el caso de la hidráulica, además, el temporal histórico de las últimas semanas garantiza la contribución futura de esta fuente de generación, los depósitos de uso hidroeléctrico están al 90% de su capacidad, lo que, precisamente, y esto ganó importancia después del apagón, proporciona resistencia al sistema eléctrico. Como gas o nuclear, la planta hidroeléctrica ofrece esa ‘inercia’ que el sistema necesita para absorber variaciones repentinas.
Más allá de las razones de la moderación de la inflación, con respecto al precio de la canasta de compra, el petróleo es nuevamente el protagonista. Desde el pico que alcanzó en abril de 2024, cuando el litro de Virgin extra estaba por encima de 10 euros, El ‘oro líquido’ acumula una caída del 42%.
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