El sector plástico despunta como referente en sostenibilidad
La industria plástica es una de las transversales más transversales a nivel mundial. El plástico está presente en nuestras vidas continuamente, desde dispositivos electrónicos en partes cada vez más de vehículos, electrodomésticos o partes esenciales del sector de la salud o alimentos, a través de aplicaciones interminables en las personas día a día.
Sin embargo, este material versátil no disfruta de toda la buena imagen que merece. Quizás debido a una concepción errónea, debido al mal uso en su reciclaje o por la ignorancia por la opinión pública, los plásticos se han presentado en los últimos años como el gran enemigo del planeta y el medio ambiente.
Tanto es así que, hoy, el plástico es el único material industrializado que tiene su propio impuesto, lo que descansa la competitividad y crea un desequilibrio importante.
Para ayudar a aliviar esta situación paradójica, basada en una experiencia extensa y la mano de numerosos asociados, ANAIP (Asociación Nacional de Industriales Plasticales) ha organizado una visita a las instalaciones de Plastipak en Toledo, una planta de reciclaje y fabricación de contenedores de plástico innovación, sostenibilidad y aplicación tecnológica en España y Europa.
El reciclaje del plástico ha estado en España durante más de treinta años, como explica Luis Cediel, director general de ANAIP. «Al principio era solo un medio para reducir los costos», pero hoy las aplicaciones son muy amplias, reduciendo las emisiones y la huella de carbono en porcentajes mucho más altos que las del reciclaje de otros materiales.
«La industria plástica contribuye al 2.6% del PIB nacional y ha colocado a España en la cabeza per cápita en la capacidad de reciclaje en la Unión Europea», dice Cediel.
Para promover la sostenibilidad de la industria en sus ejes económicos, sociales y ambientales, ANAIP ofrece la industria de plásticos españoles y sostenibles. Es una marca que valora la producción española y la integración de los criterios de sostenibilidad en la vida de las empresas del día a día.
Empresas como Plastipek son un ejemplo claro que puede reciclar y ser sostenibles en el sector plástico. «Conceptualmente, el plástico se puede reutilizar infinitamente», explica Antonio de Molina, director técnico de la planta. Sin embargo, los procesos de fabricación y reciclaje representan un aumento en las impurezas difíciles de detectar y aliviar. «Por lo tanto, en todos los procesos tenemos un control de calidad exigente para eliminar todas las impurezas de los materiales», explica Antonio de Molina.
La planta de Plastipak se especializa en la fabricación de preformas a través de un riguroso proceso de reciclaje. De una manera muy resumida, el proceso comienza con la llegada a la planta de plástico reutilizada y cortada en papas fritas. Después de una clasificación exhaustiva de la escala de botellas que reciben, se transforman en gránulos de plástico para luego alcanzar el paso final donde se crea la preforma para luego volar el contenedor en el molde deseado por el cliente.
Todo este proceso se lleva a cabo a través de energía limpia y 100% renovable, gracias a los más de 1.800 paneles fotovoltaicos que tiene la planta. Además, «es mucho más eficiente transportar preformas que los contenedores ya soplados», dice Vicente Montojo, director general de la planta de Plastipak en Toledo.
Plastipak tiene una estrategia global para la sostenibilidad y la descarbonización con serios desafíos en términos de consumo de energía para 2032. Sin embargo, la planta de Toledo ha asumido con éxito todos ellos, logrando una reducción de emisiones del 55%, con 100 %% de uso de energía renovable o reduciendo el consumo de agua en un 10%, entre otros milestones.
Actividades como las desarrolladas por Plastipak muestran la importancia del plástico y su visión sostenible de los procesos de reciclaje, siendo más beneficiosos para el medio ambiente que muchas otras formas de reciclaje y reutilización de elementos.
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