Un centenar de camiones con ayuda humanitaria entran en Gaza pero los suministros no llegan a los palestinos
Dos días después de que la tan ansiada ayuda humanitaria atravesara las selladas fronteras de Gaza por primera vez en 11 semanas, los ciudadanos de la Franja aún esperan por ella. Israel ha empezado a permitir el ingreso de decenas de camiones humanitarios al enclave tras casi 80 días de letal bloqueo. De momento, la ayuda no ha llegado a los palestinos que la necesitan desesperadamente en plena operación a gran escala israelí. Al menos un centenar de camiones han accedido a la Franja, pese a las movilizaciones de activistas ultraderechistas en los puestos de control fronterizo para evitar su entrada. Mientras, los ataques israelíes han matado este miércoles a almenos 82 palestinos.
«Sólo para dejarlo claro, aunque han llegado más suministros a la Franja de Gaza, no hemos podido asegurar la llegada de esos suministros a nuestros almacenes y puntos de entrega», ha declarado Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, esta mañana de miércoles. Según la ONU, el nuevo proceso de seguridad israelí para que la ayuda llegue a sus naves para ser distribuida es «largo, complejo, complicado y peligroso«. Prueba de ello es que, durante las primeras 48 horas con ayuda humanitaria en el enclave después de casi tres meses de bloqueo, esta no ha llegado a una población que corre grave riesgo de hambruna.
Gobierno israelí, dividido
Por el momento, han entrado un centenar de camiones con ayuda humanitaria en un territorio que, antes de esta brutal guerra, ya necesitaba al menos 500 diarios para sobrevivir. Estos vehículos han recibido la autorización militar para acceder al lado palestino de la frontera, aunque técnicamente no han logrado entrar en el enclave a la espera de la facilitación de las rutas de distribución. No es la primera vez que, pese a estar en el interior de la Franja, las autoridades israelíes obstruyen de forma sistemática la ayuda o, incluso, atacan camiones que han recibido previamente la autorización para circular.
Muchos críticos afirman que Tel Aviv está retrasando la entrada de camiones de ayuda hasta que la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización respaldada por Israel para distribuirla, comience a operar en Gaza, lo que se espera para finales de este mes. Otros afirman que el Gobierno israelí está profundamente dividido en la cuestión de la distribución de la ayuda. El primer ministro, Binyamín Netanyahu, dijo en un vídeo publicado en las redes sociales este lunes que había autorizado «ayuda humanitaria mínima, sólo alimentos y medicinas» porque Israel estaba cerca de «alcanzar la línea roja» y el apoyo internacional estaba empezando a flaquear a la luz de los informes de hambre generalizada en Gaza.
Bloqueo de activistas
«Nuestros mejores amigos en el mundo —senadores que conozco y que son firmes defensores de Israel— nos han advertido que no pueden apoyarnos si surgen imágenes de hambruna masiva», declaró abiertamente Netanyahu. «Debemos evitar la hambruna, tanto por razones prácticas como diplomáticas; sin el respaldo internacional, no podremos completar la misión de la victoria», añadió. Además, el mandatario anunció el establecimiento «en los próximos días de puntos de distribución de primeros auxilios». «En última instancia, nuestro objetivo es crear una zona bajo control del Ejército israelí donde los civiles puedan recibir ayuda, sin que Hamás reciba nada», declaró, sin dar muchos más detalles.
A su vez, varios activistas del Tsav 9, un grupo sancionado por Estados Unidos y con vínculos con reservistas del Ejército y colonos judíos en la Cisjordania ocupada, han intentado boicotear la entrada de los camiones en el paso de Kerem Shalom en la frontera con Gaza. Otros grupos de izquierda, como la unión entre judíos y árabes Standing Together, han anunciado que estarían presentes en esos cruces para garantizar el acceso de los convoyes humanitarios. Mientras, los ataques israelíes no se han detenido. En las últimas 24 horas, unas 82 personas han muerto y 262 han resultado heridas, al mismo tiempo que el Ejército israelí atacaba los generadores de los hospitales para dejarlos sin funcionamiento, según han denunciado las autoridades médicas del enclave.
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