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La agricultura española será de riego o no será

La agricultura española será de riego o no será
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  • Publishedmayo 26, 2025



Fao también nos dice que para 2050 la agricultura tendrá que producir un 50% más de alimentos. El riego será básico para la producción agrícola, para la fijación de la población, para la seguridad alimentaria. Aún más si el cambio climático, cuya expresión reciente más violenta ocurrió durante el trágico octubre de 2024, creció en intensidad.

Afortunadamente, la superficie registrable en España crece año tras año. Y lo hace consumiendo volúmenes cada vez más escasos, son riego muy eficiente. Es por eso que no debemos dudar al afirmar que, en términos de transferencias hidráulicas, España no debería permitir el cambio en las normas que ahora tiene la intención de hacer, dado el inmenso daño que esto causaría a toda la inmensa área de Alicante, Almería y Murcia que se ríe de la transferencia a la caja fuerte.

En estos momentos de incertidumbre global y el retorno internacional del proteccionismo, el poder en España de las escuelas de agronomistas y el buen uso del agua para el riego nos han llevado a un siglo XXI en el que llegamos a figuras históricas.

Somos el segundo poder agrícola de la UE-27; el primer país en tierras regadas del mundo; Asignamos dos tercios de nuestra exportación a la Unión Europea; Y somos el octavo país exportador de alimentos del mundo y la cuarta 27 de la UE.

Pero todo eso no se habría logrado sin agua. Jovellanos ya nos dijo: «España nunca será genial, mientras que las aguas de nuestros ríos se pierden en el mar». Y el regenerador Costa lo repitió: «Si quieres dejar un rastro de tu paso a través de la potencia, regar los campos». Y recordó que el trabajo de los árabes culminó en Valencia con la famosa corte de aguas que todavía dura hoy.

No es la única institución histórica en asuntos hidráulicos. En Orihuela, el Tribunal Privado de Aguas, un tribunal en la capital de la «Huerta de Europa», la Vega Baja del Segura, ha celebrado su 750 aniversario. También estamos, en presencia de la ingeniería hidráulica más grande jamás realizada en España, que en Orihuela vemos cuando contemplamos el famoso sifón con sus dos tubos de 5.200 metros cada uno, que corren por el jardín para garantizar el suministro. Por lo tanto, es lógico que el Consejo de la Ciudad y el propio Mazón hayan pedido el riego tradicional del Orihuela Orchard y su Tribunal Privado es declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Como dijo el alcalde de Oriolano en ocasiones: «El agua es parte de nuestra forma de vida, ser y ser». La transferencia es un símbolo de lo que se puede lograr cuando los partidos políticos no perturban los proyectos debido a las confrontaciones ideológicas.

Hacia una agricultura de riesgos

Y es que la agricultura española camina cada vez más hacia una agricultura de riego. Hoy reimos alrededor de 4 millones de hectáreas con riego muy modernizado y alta eficiencia en el uso del agua. Y tenemos una capacidad de depósito que está en condiciones de regar una superficie mucho más grande.

En realidad, esta siempre fue la tendencia histórica: luchar contra las hambrunas a través de la ciencia agronómica y sus protagonistas: los ingenieros agrónomos.

Porque la esencia de nuestra carrera, la de los agrónomos, es la lucha contra el hambre. Esa es nuestra gran misión. Y lo hacemos desde que, en 1855, la reina Isabel II creó el Escuela de Ingenieros Agronómicos en Aranjuez. Era absolutamente necesario porque la población creció en medio de la pobre España con agricultura tardía.

El siglo XVIII y principios del siglo XIX eran de amplio crecimiento de la población, lo que los Vicens Vives llamaron el auto demográfico español. Y esa población necesitaba agricultura altamente productiva. Pero en esos siglos ocurren las sequías y las hambrunas. La población crece en el 19 en 5 millones de habitantes. Un crecimiento que exigió un aumento en la oferta agraria, que a su vez nunca habría existido sin un cambio tecnológico paralelo.

Y así, encontramos que comienza la rotura de los pastos, cómo se introduce la siembra o siembra en surcos y cómo el ganado de los grandes rebaños de la Mesta a otro estante de ganado.

Pero durante el XIX, las guerras llevan a los hombres del cultivo de armas y el hambre se generaliza. Goya lo pinta en el grabado 51 en el almuerzo. Y el disturbio de Esquilache es causado por la hambruna que domina a Madrid en ese momento. Es por eso que, gracias a los agronomistas, aumentan los rendimientos de los cereales, se expanden los bosques de viñedos y olivos y que todo esto cambia la economía española. Y ese cambio mejora enérgicamente la alimentación de la población.

La Escuela de Ingenieros Agrícolas de Madrid tiene como su eslogan «Sino Agriculture Nihil». Todas las escuelas agrónomos lo comparten. Pero para producir más alimentos, es necesario usar nuevas tecnologías y especialmente más agua. Como el factor de producción de la Tierra es muy limitado y disminuye en el mundo, necesitamos riego.

Quiero afirmar esto nuevamente: »La agricultura española será riego o no será», que repito constantemente. Miguel Hernández, poeta excepcional Oriolense, que consagró muchos de sus mejores poemas al agua sabía, porque él sabía bien, lo había vivido, la necesidad de ello y su jardín:

«Oriolana Huerta, el que amo!

El de la pintoresca cabaña; La cruz gentil y el moro palmar.

¿Sigues siendo hermosa, verde y fresca?

Oriolana Huerta, ¿eres Galana y Flor’s Couty, Huerta?

¡O eres, dolor! ¿Oriolana Huerta como una hierba, triste y dura? …

Jaime Lamo de Espinosa, ex ministro de agricultura y doctor honoris causa de la Universidad Miguel Hernández.



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