Alemania y los países nórdicos alertan de que el Báltico seguirá «por mucho tiempo» bajo la amenaza rusa
El flanco este de la OTAN, más Alemania, no han necesitado comprobar cómo Vladímir Putin ignora los esfuerzos para un alto el fuego para entender, como aparentemente le ha ocurrido a Donald Trump, que Moscú no busca la paz. «Debemos defendernos. Estamos bajo la amenaza permanente (de Rusia) y vamos a estarlo por mucho tiempo», aseguró este martes el canciller alemán, Friedrich Merz, tras reunirse en Finlandia con sus aliados de los países nórdicos. «Estamos siendo atacados, en diversas formas, y nos defenderemos», afirmó a su lado el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, anfitrión de la reunión iniciada la noche anterior con sus homólogos de Suecia, Islandia, Noruega y Dinamarca, además de los representantes de los territorios autónomos daneses de Groenlandia e islas Feroe, más las suecas Aland.
Para Merz, la necesidad de reforzar las defensas no se limita a las fronteras exteriores de la UE y la OTAN o a Ucrania, sino a toda la región báltica. Y la «agresividad rusa» no es algo ambiguo, sino que se ha materializado en forma de ciberataques, sabotajes a cables submarinos o infiltración de inmigración irregular a través de la larga frontera ruso-finlandesa –de 1.340 kilómetros–, las de los países bálticos –Estonia, Letonia y Lituania– o la de Polonia, sea con Rusia o con Bielorrusia.
«Nunca me hice ilusiones de un rápido camino hacia la paz», afirmó Merz, para destacar cómo a los esfuerzos compartidos por la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos, más el Vaticano, para abrir la vía a una tregua duradera habían seguido los más feroces ataques rusos sobre Kiev.
El horizonte del 5% en gasto militar
A la reunión del líder alemán con los nórdicos siguieron dos bilaterales, una con Suecia y otra con Finlandia, los dos países que ingresaron en la OTAN en 2023 a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Orpo anunció en su comparecencia con Merz que su país subirá su gasto militar del 2% actual al 3%. Merz había ratificado ya la semana pasada, de visita a Lituania, que Alemania ve «viable» el objetivo del 5% que piden EEUU y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Se plantea para ello el horizonte de 2032 y entendiendo que un 3,5% sería propiamente gasto en defensa y un 1,5% en infraestructuras militares.
Merz, quien el miércoles recibirá en Berlín al presidente Volodímir Zelenski, sigue esquivando la pregunta de si suministrará a Kiev sus ansiados misiles de largo alcance Taurus. El día anterior abrió de nuevo las expectativas, al afirmar desde Berlín que Alemania, como Reino Unido, EEUU o Francia, no impone ya restricciones a Ucrania para el uso de armas de largo alcance contra objetivos en territorio ruso. Los Taurus están capacitados para alcanzar objetivos a 500 kilómetros.
Sí ha dejado claro el canciller alemán su propósito de dotar a Alemania del ejército convencional más poderoso de la Unión Europea y de ser un puntal defensivo para el flanco este de la OTAN del que forman parte nórdicos y bálticos.
Su reunión con los aliados nórdicos tuvo lugar en la ciudad finlandesa de Turku y sigue a la visita que realizó Merz la semana pasada a Lituania. Los tres países bálticos comparten el objetivo de elevar el gasto en defensa al 5%. Alemania ha empezado ya a desplegar las primeras unidades de la brigada acorazada que quedará estacionada de forma permanente en Rudninkai, en el suroeste de Lituania, a 30 kilómetros de la frontera con Bielorrusia y que contará en total con unos 5.000 efectivos.
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