Donald Trump retira la nominación del multimillonario amigo de Elon Musk para dirigir la NASA
Donald Trump ha dado marcha atrás en una de sus controvertidas nominaciones para puestos de relevancia. El presidente estadounidense anunció este sábado que retirará la candidatura del multimillonario tecnológico Jared Isaacman como próximo administrador de la NASA, apenas unos días antes de que el Senado confirmara oficialmente su nombramiento.
La decisión llega tras una “revisión exhaustiva de asociaciones previas”, según escribió el mandatario en el anuncio hecho público en sus redes sociales, en relación a donaciones previas del multimillonario al Partido Demócrata, según fuentes cercanas al proceso citadas por The New York Times. El gesto fue interpretado como una falta de lealtad en un momento en el que Trump ha reforzado su control sobre los nombramientos clave en su Administración.
Apoyo menguante de Musk
El viraje coincide además con la salida de Elon Musk de la Casa Blanca, donde ocupaba hasta el viernes un puesto como empleado especial del Gobierno. Musk, consejero delegado de la empresa espacial SpaceX, había sido el principal valedor de Isaacman, con quien comparte una visión ambiciosa: priorizar el envío de astronautas a Marte, incluso por encima de los planes para regresar a la Luna.
Este giro de prioridades, se distanciaba del enfoque de la anterior Administración de Joe Biden, que apostaba por llevar de nuevo al ser humano al satélite en 2027, dentro del programa Artemis.
En la visión de Isaacman estaba el componente geopolítico: “Es imperativo que Estados Unidos no quede nunca en segundo lugar”, afirmó al anunciarse su nominación hace unos meses. Lo que quería Isaacson, al igual que Musk, es que EEUU siguiera liderando en la carrera espacial, y llegara a Marte antes que China.
De multimillonario a astronauta privado
Con una fortuna personal de unos 1.300 millones de dólares, según Forbes, Isaacson, de 42 años, es el director ejecutivo del procesador de pagos Shift4 Payments y el fundador de Draken International, una empresa que ofrece servicios aéreos al sector militar.
El empresario, además, ha volado dos veces al espacio con SpaceX, de Elon Musk, y en septiembre se convirtió en el primer astronauta en completar un paseo espacial privado, al salir de la cápsula Dragon a más de 700 kilómetros de la Tierra. Como comandante de Polaris Dawn, la primera misión del programa Polaris, forma parte del núcleo estratégico de Musk dentro del sector aeroespacial privado.
Al abogar por su candidatura, Musk buscaba reforzar su influencia en la NASA, una agencia de la que ya recibe múltiples contratos, incluido uno reciente para ampliar el uso del cohete Starship en sus servicios de lanzamiento.
El multimillonario de tecnología y astronauta Jared Isaacman, nominado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para dirigir la NASA / EFE
La NASA en la incertidumbre
La retirada de la nominación deja a la NASA en un momento de extrema vulnerabilidad. La agencia espacial estadounidense lleva más de un año operando con un administrador interino y ahora deberá esperar varios meses más hasta que se nombre y confirme a un nuevo responsable, en medio de una situación financiera incierta.
El presupuesto propuesto por Trump para 2026 contempla un recorte del 25% en la financiación de la NASA, el despido de miles de empleados y la cancelación de múltiples misiones actuales y futuras. El plan incluye además abandonar el programa de exploración lunar Artemis tras la misión Artemis III, prevista para 2027, para redirigir recursos hacia misiones tripuladas a Marte.
Pese a las reservas expresadas por algunos demócratas durante su comparecencia en abril ante el Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado, el empresario había logrado superar el voto del comité con 19 votos a favor (cuatro de ellos demócratas) y solo 9 votos en contra. La retirada ha desatado reacciones dentro del Partido Republicano, que le consideraban un candidato ideal por combinar las facetas de empresario y conocedor del sector aeroespacial.
Por ahora, la NASA deberá esperar. “Pronto anunciaré un nuevo nominado que esté alineado con nuestra misión y ponga a América primero en el espacio”, concluyó Trump en su mensaje del sábado. Lo que está en juego no es solo la dirección de la agencia, sino la pugna entre los intereses del sector público y el de las grandes tecnológicas en la nueva era de la exploración espacial.
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