Wilders pide «cierre total» contra el asilo y la devolución de refugiados de Países Bajos
El líder de la derecha radical neerlandesa PVV, Geert Wilders, advirtió este miércoles ante el Parlamento que su partido abandonó la coalición de gobierno porque quiere «un cierre total» contra el asilo, «controles fronterizos intensivos», la devolución de los refugiados y el fin absoluto e «inmediato» de la reagrupación familiar.
En una intervención ante la Cámara, un día después de la caída del gabinete en el que el PVV tenía mayoría, Wilders aseguró que lo que «quería exactamente» su partido era el «cierre total inmediato al asilo, controles fronterizos intensivos, devolver a cada solicitante de asilo, absolutamente a todos, directamente desde la propia frontera; y detener completamente la reagrupación familiar» de parientes de refugiados que residen legalmente en Países Bajos.
«Queremos cerrar los centros de asilo y expulsar inmediatamente del país a los delincuentes condenados, porque Países Bajos clama por una política de asilo más dura, pero nuestros antiguos socios de coalición se negaron a firmar estas medidas y a añadirlas al acuerdo de líneas generales, y tenían 100.000 excusas para ello», señaló Wilders.
En la primera vez que da explicaciones sobre lo ocurrido en las reuniones de esta semana con los líderes de los otros tres partidos de derechas con los que gobernaba el PVV, Wilders aseguró que sus socios «querían investigar o elaborar» las medidas que él proponía, lo cual le parece «un disparate total» porque dice que otros países europeos ya aplican varias de ellas. «Es necesario aplicarlas de inmediato», agregó.
Wilders explicó que el PVV «no ganó las elecciones hace un año y medio por nada» y que sus casi 2.5 millones de votantes le dieron el mandato de «reducir» la llegada de refugiados e «implementar la política de asilo más estricta de la historia», para que Países Bajos tuviera los requisitos de admisión de refugiados «más duros» de Europa.
«Países Bajos ya no puede más, nuestro país se está convirtiendo en un enorme centro de solicitantes de asilo. Recibo decenas de correos electrónicos cada día de personas que se quejan de un centro de asilo que llega a su barrio, con todas las consecuencias que eso conlleva: molestias, delincuencia y una presión aún mayor sobre todo aquello de lo que ya tenemos una gran escasez en este país: vivienda, sanidad, educación, finanzas…», aseguró.
Sobre su decisión de abandonar el gabinete tan solo 11 meses después de que haya tomado posesión: «Mi grupo parlamentario ya no firmará la ruina de Países Bajos», añadió.
Crisis política
El Parlamento celebra este miércoles un debate sobre la caída ayer del gabinete. El debate gira en torno a cómo debería actuar el gobierno en funciones en los próximos meses y qué temas la Cámara considera urgentes como para seguir en la agenda del gabinete interino, como la cumbre de la OTAN que acoge Países Bajos a finales de este mes, o el debate sobre el gasto en defensa.
El primer ministro en funciones, Dick Schoof, se dirigió a la Cámara antes del inicio del debate e instó a los diputados a apoyar al gabinete para continuar lidiando con temas urgentes, entre los que incluyó la seguridad nacional e internacional, los aranceles comerciales y el presupuesto nacional.
Schoof advirtió de que «lo último que necesitamos ahora es una demora y, sin embargo, esto será inevitable en algunos temas», pero pidió apoyo parlamentario porque «más que nunca, se requiere decisión».
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