El producto financiero europeo para particulares que impulsa Cuerpo deberá invertir al menos un 70% en la UE
Primer avance relevante en el producto financiero europeo que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lleva meses impulsando a nivel comunitario para que los particulares destinen sus ahorros a inversión productiva en el continente. Los productos —ya existentes o de nueva creación— que quieran lograr el nuevo sello ‘Finance Europe’ tendrán que cumplir tres requisitos: al menos un 70% de los activos en que inviertan deberán ser empresas europeas; tendrán que tener un horizonte mínimo de inversión de cinco años; y una parte «sustancial» de dicha inversión (aún por definir) deberá ser en renta variable, «sin garantía de capital permanente, para fomentar la inversión productiva y contribuir así al crecimiento económico».
Así lo han rubricado este jueves en París el propio Cuerpo y sus homólogos de Francia, Alemania, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo y Estonia. Se trata del primer fruto del Laboratorio Europeo de Competitividad, un campo de pruebas impulsado por España para que una serie de países lancen y testen proyectos innovadores en materia de mercado de capitales de forma coordinada con la Comisión Europea, que más adelante podrá proponer ampliarlos legislativamente al resto de Estados miembros. El objetivo es poder comenzar a poner en marcha a principios de otoño el sello europeo, que está abierto a todos los países de la UE que deseen unirse en el futuro.
Como adelantó EL PERIÓDICO el pasado marzo, uno de los dos aspectos más relevantes por definir era precisamente el porcentaje mínimo de inversión en empresas europeas con que deberá contar el producto. El otro es qué tratamiento fiscal tendrá en cada país para hacer atractiva su contratación. Cuerpo, en esta línea, apuntó entonces que «el punto de partida para todos tiene que ser como mínimo un trato fiscal comparable al trato fiscal más favorable de los instrumentos de inversión que hay en cada uno de los países». Hoy su departamento lo ha vuelto a dejar abierto porque sigue sin concretarse: «Los productos que tengan esta etiqueta podrán beneficiarse de incentivos fiscales para aumentar su atractivo entre los inversores».
Consensuar con Hacienda
En el caso español, el tratamiento fiscal no es una decisión que dependa exclusivamente del Ministerio de Economía, sino que debe ser consensuada con el de Hacienda. Lo que sí está confirmado ya para todos los países implicados es que el producto se «implementará de forma simple y descentralizada». Dicho de otra manera, los bancos, aseguradoras e intermediarios financieros que lo deseen podrán ofrecer los productos etiquetados como ‘Finance Europe’ que diseñen siempre que cumplan con el marco común aprobado. Las autoridades nacionales competentes serán las que «supervisarán el cumplimiento de estos requisitos, garantizando la transparencia y la credibilidad del sello».
El objetivo de fondo es canalizar los ahorros de los ciudadanos europeos a «proyectos alineados con las prioridades europeas y contribuir a la autonomía estratégica de la Unión». Así, los hogares europeos disponen de cerca de 35 billones de euros en ahorros, pero en torno a 11 billones están depositados en cuentas corrientes o depósitos a plazo y otra parte sustancial se invierten en otras zonas económicas. «Actualmente, muy poco de ese capital se dirige a inversiones dentro de Europa, lo que limita la capacidad de la Unión para financiar prioridades estratégicas como la innovación, las transiciones verde y digital, la defensa y la autonomía estratégica», ha lamentado el ministerio.
Cuerpo, en esta línea, ha apostado por «seguir avanzando en otras iniciativas concretas para movilizar el ahorro de los ciudadanos y generar recursos para financiar proyectos estratégicos de empresas europeas». En esta línea, ha propuesto al resto de ministros continuar los trabajos en áreas como «una mayor participación de los ciudadanos en los mercados de capitales; facilitar el acceso de las empresas, especialmente de las pymes, a la financiación; armonizar la legislación europea y eliminar barreras o impulsar la educación financiera de los ciudadanos».
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