Trump abandona la cumbre del G7 y vuelve a Washington por la crisis entre Israel e Irán
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que abandonaba este lunes por la noche la cumbre del G7 en Canadá un día antes de lo previsto para regresar a Washington. El argumento para el abrupto cambio de planes es la crisis de Oriente Próximo, en peligrosa escalada desde que hace cinco días Israel lanzó un ataque sin precedentes contra Irán al que ha respondido con sus propios ataques el régimen de Teherán.
El anuncio del retorno prematuro lo ha dado inicialmente la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un mensaje en X. Luego Trump lo ha confirmado en unas declaraciones a la prensa junto al resto de líderes del G7 antes de la cena de jefes de estado, su último acto. “Todo ven lo que yo veo, tengo que volver lo antes posible”, ha dicho.
Antes de los anuncios sobre su retorno precipitado Trump había colgado en Truth Social un alarmista mensaje sobre la situación en Irán: “Todo el mundo debe evacuar inmediatamente Teherán”, había escrito. Replicaba así una alerta que ya habían lanzado las autoridades israelíes y que ha elevado la tensión y el miedo entre los 10 millones de habitantes de la capital iraní.
“Postura defensiva”
Tanto ese mensaje de Trump como el hecho de que haya convocado este mismo lunes a su consejo de seguridad nacional a reunirse en la Situation Room, y las presiones israelíes para que se involucre de una forma más directa, han disparado las alarmas y rumores en redes sociales sobre una posible implicación militar de EEUU, algo que el Pentágono y la Casa Blanca se han encargado de negar contundentemente.
“Las fuerzas de EEUU mantienen su postura defensiva y eso no ha cambiado. Defenderemos los intereses de EEUU”, ha escrito en X Alex Pfeiffer, asesor y miembro del equipo de comunicación de Trump, que como un portavoz del Pentágono ha negado que aviones de combate de EEUU estuvieran participando en bombardeos en Irán.
Los mensajes de Irán
Horas antes del anuncio de regreso a Washington Trump ya había declarado a los periodistas en Kananaskis que sentía que debía involucrarse más en la crisis de Oriente Próximo, en la que Irán ha estado enviando señales de que busca un fin de la escalada y del conflicto y el retorno a la mesa de negociaciones con EEUU sobre su programa nuclear.
Irán ha pedido a Arabia Saudí, Qatar y Omán que medien con Trump para que detenga a Israel en la ofensiva, según fuentes anónimas iranís citadas por la agencia Reuters. Teherán también quiere evitar a toda costa que EEUU se sume a la campaña de ataque israelí según fuentes de ‘The Wall Street Journal’,
“Saben que EEUU apoya en defensa y están seguros de que apoya en logística, pero quieren garantías de que EEUU no se sumará a los ataques”, ha dicho una de las fuentes del rotativo.
Israel necesitaría ayuda de EEUU para hacer daño significativo a objetivos en Irán como las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Fordo, enterradas bajo una montaña.
Según ha dicho a los periodistas en Canadá el presidente francés, Emmanuel Macron, Trump iiene ofertas de alto el fuego que podrían llevar a conversaciones más amplias. «Si EEUU puede conseguir un alto el fuego, sería muy bueno, Francia lo apoyaría», ha dicho el galo, enmarcando en una perspectiva positiva la despedida adelantada del estadounidense..
La brecha MAGA
Trump tiene varios motores para tratar de frenar la crisis y evitar verse arrastrado a una guerra. En el movimiento MAGA y en círculos de la ultraderecha se le critica asomarse a esa entrada en un conflicto en el que Israel no niega que uno de los resultados puede ser un cambio de régimen.
Personajes influyentes en ese ecosistema mediático e ideológico como Tucker Carlson se han alzado contra la implicación estadounidense. El antiguo presentador de Fox ha escrito en los últimos días que Trump era “cómplice” y avisaba de que lo suceda “definirá su presidencia”. En el podcast del ultra Steve Bannon llegó a decir que entrar en esta guerra representaría “el fin del imperio de EEUU”.
Trump ha replicado indignado y se ha vuelto contra el periodista que durante años ha sido su firme aliado y defensor. En unas declaraciones a la prensa en Canadá ha dicho, cáustico, que Carlson debería hacer sus comentarios en una televisión. Horas más tarde, después de que se anunciara que volvía a EEUU, le ha insultado en un mensaje en Truth Social. “Que alguien explica al chiflado Tucker Carlson que “IRÁN NO PUEDE TENER UNA BOMBA NUCLEAR”, ha escrito.
La brecha que se abre con una parte fundamental de su base y de su respaldo, no obstante, es evidente. Y la congresista ultra Marjorie Taylor-Greene, por ejemplo, en un mensaje en X se ha puesto de lado de Carlson y no de Trump y ha sugerido que está rompiendo su promesa de “EEUU primero”.
“Guerras extranjeras, intervención y cambios de régimen ponen a EEUU en último lugar, matan a gente inocente, nos arruinan y acabarán llevándonos a nuestra destrucción. Eso no es chiflado. Es por lo que votaron millones de estadounidenses”, ha escrito la congresista.
Ni Zelenski ni Sheinbaum
Trump ya había mostrado reparos a poner su firma en un comunicado del G7 con el que se pretendía llamar tanto a Israel como a Irán a una desescalada. Ahora su retorno acelerado a Washington significa que tampoco podrá participar en otras reuniones importantes para otras guerras que están abiertas: la de Ucrania y la comercial que ha lanzado él contra el mundo.
El mandatario no celebrará la bilateral que tenía organizada este martes con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ni en otra con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
En el día que ha pasado en Kananaskis sí ha anunciado la firma de un acuerdo de aranceles con Reino Unido (aunque en un momento ha parecido olvidar el Brexit y ha dicho que tenía un acuerdo con la UE). Pese a conversaciones sobre comercio con los líderes de Canadá, Alemania, Francia, Japón y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el reloj que él mismo puso en marcha con una cuenta atrás para lograr acuerdos comerciales y arancelarios antes del 9 de julio sigue avanzando.
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