el eco de la corrupción que nadie se atreve a reconocer en voz alta
Todo comenzó con un sonido apenas notable: un murmullo, una voz que surge inesperadamente en una grabación. Luego otro. Y otro. Sin efectos o distorsiones especiales, lo que se escucha no es una filtración, sino algo mucho más grave. Son fragmentos de conversaciones reales, íntimas y contundentes. Grabaciones que no solo capturan palabras, sino una forma concreta de ejercer poder. Han sido bautizados irónicamente como las psicofonías de Koldo, aunque no hay nada paranormal en ellas.. Lo verdaderamente inquietante es que son excesivamente humanos.
En estos audios, dos hombres hablan naturalmente sobre asuntos que, fuera del contexto, parecían tomados de una ficción política: dinero, favores, contratos públicos y mujeres prostituidas como moneda. Pero no es ficción ni novela. Son conversaciones entre personas cercanas al centro de poder. Una de esas voces, supuestamente, corresponde al ex ministro José Luis Ábalos.
Ábalos ha reaccionado. Reconocer haber escuchado los audios y Asegura que la mayoría sean «inteligibles» Y difícil de entender, aunque admite que algunas frases son familiares. No niega ni confirma las grabaciones. Se limita a sembrar dudas y distanciarse. El fragmento que más ha molestado es el más crudo: supuestamente, se escucha con su entonces asesor Koldo García distribuyendo mujeres prostituidas sin dudarlo.
El ex Secretario de Organización del PSOE, Santos CerdánTambién parece vinculado a otro fragmento. Como ábalo, Niega reconocerse en las grabaciones.
¿Por qué no se reconoce ni? Porque admitirlo significaría no solo la identidad de la voz, sino también el contenido y el contexto: una red de corrupción, delitos graves como Malversación de fondos públicos, sobornos, vendedor de influencia y la existencia de una organización criminal. Reconocer estas conversaciones sería reconocer un delito sin posibilidad de defensa.
Valor probatorio de grabaciones
Estos audios pueden tener un peso decisivo en un proceso judicial. Si se han obtenido legalmente, con una orden judicial o un registro directo de uno de los interlocutores, y no se manipulan, ya que un experto debe acreditar, Pueden ser admitidos como prueba en un juicio. Un claro ejemplo fue el caso Gürtel, donde las grabaciones realizadas por José Luis Peñas fueron fundamentales para desenmascarar la trama y lograr condenas.
Por ahora, El eco de estas psicofonías no deja de crecer. Y si son auténticos, el centro de poder político podría estar involucrado en uno de los escándalos más graves de la última década.
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