RED ELÉCTRICA APAGÓN | Corredor y la cúpula de Red Eléctrica se enfrentan al examen de sus accionistas tras el gran apagón
La cúpula de Redeia, la matriz de Red Eléctrica, afronta el examen de los dueños de la compañía dos meses después del gran apagón. No figura en el orden del día, pero el ‘cero energético’ del pasado 28 de abril será el tema que todo lo inundará en la junta de accionistas del grupo de este lunes. No se somete a votación la continuidad de la presidenta no ejecutiva del grupo, Beatriz Corredor, pero su gestión estará bajo escrutinio en plena polémica en busca de los culpables del histórico colapso y en un cónclave en que algunas asociaciones de accionistas minoritarios llegan con ganas de pelea. Y no será un cara a cara con los inversores, porque la dirección de la compañía ha decidido convocar una asamblea exclusivamente telemática, pero acabará siendo crucial la capacidad de la cúpula de saber (o no) dar la cara.
El Gobierno, principal accionista de Redeia con un 20% a través de la estatal SEPI, mantiene un respaldo prudente a la presidenta no ejecutiva de la corporación. Prudente y condicionado a que las investigaciones de la CNMC y de los tribunales acaben por identificar a los culpables del apagón. Hasta entonces, el Ejecutivo ha optado por ratificar a Corredor y al consejero delegado, Roberto García Merino, en sus cargos a la espera de la depuración de responsabilidades de las instrucciones administrativas y judiciales en marcha.
“No sé de qué manera corregir lo que ocurrió tiene que ver con destituir a personas que tienen responsabilidades no ejecutivas. Desde el punto de vista político, si llegan medidas, será después”, explicaba la vicepresidenta Sara Aagesen en una entrevista con EL PERIÓDICO. “Las responsabilidades llegarán con esos otros procedimientos de instrucción en marcha”. Del resultado de las investigaciones que el pulgar de Moncloa esté hacia arriba o hacia abajo para la cúpula de Redeia.
El informe del Ejecutivo tras la investigación del apagón establece que el día del apagón el sistema eléctrico español no disponía de capacidad suficiente para controlar el exceso de tensión que desencadenó el colapso. Pero el Gobierno no establece cuál es la causa que más pesó para crear esta situación, y deja en el aire si se debió a un fallo de planificación de Red Eléctrica o a incumplimientos de las obligaciones legales de las compañías eléctricas. Una y otras sí dicen tenerlo claro, se autoexculpan y se señalan mutuamente como responsables, en una batalla para librarse de las indemnizaciones multimillonarias en juego para compensar las pérdidas provocadas por el apagón.
Rebelión de minoritarios
El Gobierno de turno es quien pone y quita presidentes de Red Eléctrica -comúnmente exministros o ex altos cargos gubernamentales, como es el caso de Beatriz Corredor– gracias a su participación del 20% y a las limitaciones impuestas por ley al resto de accionistas, que no pueden tener paquetes superiores al 5% ni ejercer derechos políticos por más del 3%. En esta posición se encuentran ahora Amancio Ortega (con un 5% a través de su brazo inversor Pontegadea) y el gigante mundial de los fondos de inversión BlackRock (con en torno a un 4,9%), que tradicionalmente votan alineados con la posición marcada por la cúpula del grupo.
Organizaciones de pequeños inversores sí están dispuestos a calentar la junta tras el gran apagón. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), con el respaldo de otras agrupaciones internacionales, acudirán a la asamblea para denunciar una presunta falta de información y de transparencia por parte de la cúpula de Redeia, reclamando detalles sobre la posible responsabilidad de Red Eléctrica en el apagón y del impacto que puede acabar teniendo para la compañía.
Un impacto con varios frentes, ya sea el pago de unas indemnizaciones futuras que la dirección del grupo descarta tener que afrontar o el golpe a la cotización en bolsa del grupo en los últimos dos meses (con una caída de cerca del 5,5% y una pérdida del valor de la compañía de más de 500 millones, dejando la capitalización por debajo de los 10.000 millones). Aemec ha llegado a reclamar la “inmediata dimisión” de Corredor como presidenta de Redeia por la gestión realizada durante los dos últimos meses tras el colapso.
La reelección de Corredor como consejera y presidenta fue aprobada en la junta del año pasado, con un respaldo de casi el 95% de los accionistas. Su continuidad no está incluida en el orden del día de la asamblea del lunes, en lo que supone una ratificación implícita por parte del Gobierno. En la junta de este año sí se someterá a votación otros cambios en el consejo de administración en plena polémica por e apagón. La compañía emprende una renovación parcial de su órgano de gobierno con un reequilibrio del poder político entre PSOE, PP y ERC.
El consejo de Redeia propone la entrada como consejera dominical en representación del holding estatal SEPI de la exministra socialista de Exteriores Arancha González Laya, y como nuevos consejeros independientes de Natalia Fabra (que ha ejercido como asesora en materias clave del Ministerio para la Transición Ecológica) y de Albert Castellanos Maduell (ex alto cargo de la Generalitat catalana gobernada por ERC). Y también se propone la reelección como independiente de José María Abad Hernández, afín al Partido Popular.
Hispasat, fuera de foco
Con todo el foco puesto en el apagón y sus eventuales consecuencias internas, quedará opacada una operación estratégica para la compañía y que cambiará por completo el perímetro de la corporación. Redeia alcanzó un acuerdo con Indra (que también tiene a la estatal SEPI como principal accionista, con un 28%) el pasado enero para la venta de su participación de casi el 90% en el grupo de satélites Hispasat (que tiene cuenta con SEPI como accionista con un 10,3%).
El precio de la operación de venta es de 725 millones, lo que supone un roto que ya se nota en las cuentas del grupo con unas minusvalías de 137 millones. Red Eléctrica compró y tomó el control de Hispasat en 2019 por 933 millones, ahora se vende muy por debajo del valor de adquisición (de ahí el roto contable) pero por encima de lo esperado dada la nueva realidad del sector global de los satélites, agitados por la revolución de las constelaciones de pequeños satélites y por la irrupción en el negocio de magnates como Elon Musk o Jeff Bezos.
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