hasta 20 grados bajo cero y cinco muertos por hipotermia
El frío cala en las entrañas de los argentinos de una manera desacostumbrada. El cambio climático ha sido tan pronunciado en parte de su territorio que resulta casi inédito para las nuevas generaciones de bonaerenses. La ola polar antártica que en la Patagonia provocó temperaturas cercanas a los 20 grados bajo cero en las regiones australes se ha hecho sentir también en la capital y otras provincias de este país. La han padecido especialmente los que viven a la intemperie como consecuencia de las inequidades sociales. Al menos cinco personas han muerto durante las últimas horas por hipotermia.
La nieve es común en el sur argentino y en las provincias cordilleranas. Las calles se visten de blanco y desestimulan la vida en el espacio público. La nieve también es la metáfora visual del desastre apocalíptico que se muestra en la serie ‘El Eternauta’ que Netflix propagó por el mundo. La nieve llegó a una parte de la provincia de Buenos Aires. Las imágenes de los balnearios salpicados de copos níveos también son parte de una postal infrecuente.
«El invierno con su blanco ajuar/ Ya la escarcha comenzó a brillar/ En mi vida sin amor». El tango de Francisco Canaro y Roberto Maida, de 1937, daba cuenta de un entorno glacial que podía equipararse con el fracaso sentimental. Treinta y dos años más tarde, un joven grupo de rock, Almendra, cantaba «hoy todo es hielo en la ciudad». La imagen de un «congelado amanecer» proponía imaginar una Buenos Aires tan distópica como la de ‘El Eternauta’.
Buenos Aires tropicalizada
Desde entonces el entorno se ha modificado. La ciudad de Buenos Aires siente los efectos de la tropicalización. Pocas semanas antes de que sus habitantes tuvieran que emperifollarse para transitar por sus calles se habían registrado temperaturas cercanas a los 20 grados. Todo cambió y, avisó el Servicio Meteorológico Nacional, volverá a cambiar en breve de manera brusca. Mientras tanto, los hombres, mujeres y niños caminan ateridos. Para encontrar una situación similar en todo el país hay que remontarse a 1991.
Los hechos luctuosos están a la orden del día. Un hombre murió en la vía pública de la ciudad de Mendoza, a unos 1.000 kilómetros de la capital, porque su cuerpo no pudo soportar tamaña gelidez. En la ciudad de Paraná, a la vera del río que lleva su nombre, Miguel Villagra fue encontrado inerte en el banco de una plaza donde solía dormir y recibir comida de la oenegé Suma de Voluntades. En la provincia de Catamarca, al noroeste, se encontró el cuerpo de un recién nacido que había sido abandonado y presentaba signos evidentes de hipotermia.
Tres decesos se reportaron en la ciudad de Buenos Aires, donde había nevado en 2007 como signo de la excepcionalidad. El espectáculo de la degradación se despliega cada noche con miles de personas que duermen en las escaleras de metro, debajo de un balcón, en la puerta de una entidad bancaria, una plaza o donde arrojan su colchón a la vista de los vecinos.
«De algunas muertes nos vamos a enterar y de otras no», dijo Horacio Ávila, de la oenegé Proyecto 7. «Imagínate despertarte con este frío instalado en los huesos y no tener forma de sacártelo». Según las autoridades capitalinas, en noviembre de 2024 había en las calles 4.049, un incremento de un 55% en relación con los últimos dos años. Sin embargo, las organizaciones sociales que recorren los barrios sostienen que ese número ni se aproxima a la realidad que detectan. La mayor cantidad de personas en situación de calle, como las llaman, aumentó al compás de la degradación de los sectores menos favorecidos de la sociedad.
El Servicio Meteorológico informó que este jueves el frío será un poco más tolerable de la ciudad de Buenos Aires: cuatro grados a la mañana y 13 al mediodía. En la televisión y la radio se recomienda salir lo menos posible de las casas y, en caso de hacerlo, abrigarse con muchas capas de ropa liviana. Se sugiere también mantener los hogares calefaccionados de forma segura.
El rigor invernal trae aparejado otros dilemas y dramas. Desde que gobierna el anarcocapitalista Javier Milei, el precio del gas ha sufrido incrementos de hasta el 400%. El consumo no está al alcance de todos, y quienes pueden también se enfrentan a peligros. Cinco personas murieron en el barrio de Devoto, donde vivía Diego Maradona, por un desperfecto en un calefactor. El escape de monóxido de carbono fue letal. El titular del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), Alberto Crescenti, lanzó una advertencia ante el peligro de que pueda repetirse la tragedia. «Cuando vienen estas temperaturas hay que controlar que las llamas de los calefactores y estufas sean azules y no amarillas o naranjas. Eso significa que hay monóxido en el ambiente. Además, hay que dejar una rendija de un centímetro en el dormitorio a pesar de la calefacción para que entre el aire. El monóxido de carbono es el asesino silencioso, es un gas inodoro e incoloro, es decir, no se percibe hasta que empieza a marear y a dolerle la cabeza. Cuando es así, hay que salir del ambiente afuera a respirar aire».
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