Los mejores hornillos eléctricos para ir de acampada | Comparativas | Escaparate
El mejor hornillo eléctrico
Severin KP1014 es la mejor opción de los cuatro modelos analizados: ofrece 2500 W repartidos en dos fuegos, un diseño resistente y fácil de limpiar, además de un control sencillo y patas antideslizantes que garantizan un uso seguro.
Ir de camping, en caravana o camper no significa necesariamente dejar de comer bien; y es que, gracias a los hornillos eléctricos es posible cocinar todo tipo de alimentos y bebidas en cualquier lugar. Estos aparatos se conectan a la corriente para calentar rápidamente un fogón cuya potencia es ajustable a través de un termostato. En general, son compatibles con la práctica totalidad de los materiales de los utensilios de cocina y resultan bastante económicos. Así, es posible preparar comida caliente estando de viaje, pero también en casa, ya que pueden servir como sustituto o complemento de cualquier placa o fuegos para la cocina.
¿Qué hornillos eléctricos hemos elegido?
A la hora de seleccionar los hornillos eléctricos participantes en esta comparativa, he tenido en cuenta su portabilidad, valorando la elección de modelos ligeros o que contasen con asas o elementos plegables que facilitasen su transporte. También valoré la potencia, el diseño con materiales resistentes al calor, la protección frente al sobrecalentamiento y la versatilidad de uso, tanto en hornillos de uno como de dos fuegos.
Para hacer las pruebas, pasé varios días en una parcela de camping equipada con toma de corriente. Allí cociné diferentes alimentos con cada modelo: huevos, pasta, patatas hervidas, carne, pescado… Esto me permitió comprobar la velocidad con la que se calienta cada hornillo y evaluar la utilidad real de sus distintos niveles de potencia. Después, los limpié siguiendo las instrucciones del fabricante y los volví a utilizar en casa, esta vez como complemento a mi propia placa y con recetas algo más elaboradas. Por todo ello y a la hora de analizarlos, he tenido en cuenta los siguientes aspectos:
- Potencia: se mide en vatios y de ella depende la rapidez con la que se calientan los alimentos.
- Tamaño y diámetro del fuego: cuanto mayor sea la zona de calor, más espacio habrá para ollas y sartenes grandes. En modelos con dos fuegos, también influye cómo están distribuidos.
- Diseño: la robustez, los acabados, la resistencia al calor y si incluye asas u otros elementos que faciliten su uso y transporte.
- Prestaciones: si cuenta con termostato para regular la potencia o función contra el sobrecalentamiento.
- Otros: ¿es fácil de limpiar? ¿y de transportar?
El más rápido: Severin KP1014
Para quién es: para quienes buscan un modelo robusto, de calidad y que destaque por su rapidez a la hora de cocinar.
Por qué lo recomendamos: aunque es un modelo de dos fuegos, fue muy fácil de transportar. Como no tiene asas y solo pesa 3,5 kilos, pude meterlo sin problema en una mochila. La carcasa de acero inoxidable me pareció resistente y sencilla de limpiar; en especial tras un día en el que acumuló restos de salpicaduras de tomate y solo necesité un trapo húmedo para dejarlo como nuevo. Aunque las placas se calientan bastante, el resto del cuerpo no quema al tacto en usos cortos o moderados, lo que me dio tranquilidad cuando había más gente alrededor y había poco espacio. Tras usarlo mucho tiempo, noté que acumulaba calor en la carcasa, así que preferí dejarlo enfriar antes de moverlo o guardarlo. Las patas de goma antideslizantes fueron clave para mantenerlo siempre firme durante todas las pruebas.
Uno de los días que íbamos a salir de excursión y necesitaba desayunar fuerte preparé café, tostadas y huevos revueltos. La placa grande, de 18 cm y 1500 W, fue perfecta para calentar agua en la cafetera italiana en apenas unos minutos. En la otra, más pequeña (15 cm y 1000 W), hice los huevos sin prisas, bajando un poco la potencia con el regulador. El control me pareció sencillo con una rueda por fuego. Solo me resultó un poco incómodo las veces que coloqué dos recipientes grandes juntos y tenía que remover, porque se rozaban un poco. Aun así, todos los platos quedaron siempre en su punto y se hicieron bastante rápido.
Cuando hice las pruebas en casa tenía curiosidad por saber cómo se comportaría en recetas más largas. Entre ellos, preparé un guiso de lentejas con verduras. Primero usé la potencia alta para sofreír la cebolla y el pimiento, y después bajé a la mitad para dejarlo cocer lentamente. Y sin duda, la potencia total (2500 W entre las dos placas) se nota: aunque no es una cocina de inducción, el tiempo de espera es mínimo. Además, cuenta con dos luces indicadoras que me avisaron cuando la placa seguía caliente, y eso me salvó de un susto cuando olvidé apagarla una vez, evitando que siguiera calentándose sin necesidad.
Sus puntos débiles: el espacio entre los fuegos.
FICHA TÉCNICA |
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Dimensiones: 29 x 45,7 x 8,2 cm. |
Diámetro fogones: 15 cm y 18 cm. |
Peso: 3,5 kg. |
Otros: 2500 vatios, control de temperatura. |
El más preciso: Duronic HP2
Para quién es: perfecto para quienes desean precisión en el control del fuego en la preparación de platos más elaborados y pueden invertir un poco más en un modelo eficiente y duradero.
Por qué lo recomendamos: con un peso de 4 kilos y unas asas que no se pliegan, no es el modelo más ligero ni compacto de los analizados. Sin embargo, aunque el maletero de mi coche es bastante pequeño, no tuve problemas para hacerle hueco entre todo lo que llevaba. Me sorprendió su diseño robusto con un acabado de acero inoxidable, que además de resistente fue fácil de limpiar incluso después de freír. Igual de resistentes son sus patas de goma, que aguantaron algunos golpes que le di sin querer, teniendo en cuenta que estaba colocado en una superficie inestable. Además, como las asas no se calientan, pude moverlo siempre que lo necesitaba sin esperar a que se enfriase.
Para estrenarlo, calenté un poco de agua para hacer un té en uno de los fogones mientras preparaba una tortilla de patatas. La placa grande de 18,7 cm tiene potencia de sobra y el agua empezó a hervir bastante rápido. El termostato regulable me pareció muy útil. Al principio subí la temperatura al máximo para dorar las patatas y luego bajé un par de niveles para que se cocieran sin pegarse. El fuego pequeño (15,2 cm), con hasta 1000W, me vino bien para cuajar los huevos a fuego lento. Además, pude mantener dos tiempos de cocción distintos al mismo tiempo. La sartén encajó bien en la superficie y, al no estar demasiado elevada, fue cómodo mover los ingredientes sin que se desestabilizara.
De vuelta en casa, lo puse a prueba con otros muchos platos, por ejemplo, un curry de verduras. Usé una olla grande y, aunque noté que la base sobresalía un poco del diámetro de la placa, no afectó demasiado a la cocción. Eso sí, es mejor usar cazuelas cuyo fondo no sea mucho más ancho que la placa, para que el calor se reparta de forma uniforme. En este caso, el curry quedó bien hecho, aunque tardó un poco más en alcanzar la temperatura que el Severin KP1014, pese a tener la misma potencia. En lo que sí gana con respecto a todos los modelos analizados es en el termostato, que ofrece un control más preciso y estable del calor.
Sus puntos débiles: si usas dos sartenes grandes a la vez, el espacio se queda justo. Es algo a tener en cuenta para quienes cocinan con ollas muy anchas.
FICHA TÉCNICA |
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Dimensiones: 22,6 x 50,5 x 10 cm. |
Diámetro fogones: 18,7 y 15,2 cm. |
Peso: 4 kg. |
Otros: 2500 vatios, control de temperatura. |
El más versátil y funcional: Orbegozo PE 2715
Para quién es: ideal para quienes buscan un hornillo eléctrico práctico, resistente y fácil de transportar.
Por qué lo recomendamos: gracias a sus asas plegables y forma compacta pude encontrarle un hueco fácilmente en una mochila. En cuanto al diseño, me gustó especialmente su estabilidad: incorpora cuatro patas en la base que aportan una sujeción firme. Tiene un aspecto retro muy atractivo, con el cuerpo blanco y detalles metálicos. Se nota que la zona de cocinado está hecha con acero al carbono, un material que aguanta bien el calor sin deformarse ni hacer ruidos al calentarse.
Lo primero que preparé con este hornillo eléctrico fue una sopa con verduras y pasta. Con 1500 vatios de potencia, apenas tuve que esperar unos cinco minutos para que se calentase y gracias al indicador led, pude saber si la zona estaba lista para empezar a cocinar. Después, mantuvo el calor de forma bastante estable y la sopa salió perfecta: el caldo hirviendo suavemente sin que nada se pegara ni se pasara de cocción. Una de las cosas que más me gustó fue el diámetro del fuego, de unos 18,5 cm. Me permitió usar sartenes medianas sin miedo a que sobresalieran o se calentaran solo por zonas. Además, es compatible con cualquier utensilio de cocina; sartenes, ollas, cazos… que no necesitan ser especiales (como en el caso de algunas placas vitrocerámicas) para poder preparar comida en ellas.
En casa me ha servido para calentar guisos, preparar arroz con leche sin miedo a que se pegase (a fuego bajo se comporta muy bien) y hasta para sellar algo de carne. Para esto último tuve que dejar que la placa cogiese temperatura unos minutos. Otros de sus puntos a favor son su práctico termostato regulable y la facilidad de limpieza, ya que no tiene recovecos en los que se acumule la suciedad.
Sus puntos débiles: en los últimos usos noté que el exterior empezó a mostrar alguna leve (casi imperceptible) señal de desgaste, sobre todo en los bordes, pero nada que afectase al funcionamiento.
FICHA TÉCNICA |
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Dimensiones: 29 x 29 x 7,5 cm. |
Diámetro fogón: 185 mm. |
Peso: 2,2 kg. |
Otros: 1500 vatios, asas plegables y sistema de seguridad. |
El más fácil de llevar: Beper P101PIA003
Para quién es: para quienes priorizan la portabilidad.
Por qué lo recomendamos: meterlo en la mochila fue facilísimo: pesa solo 700 gramos y su diseño compacto (14 x 14 cm) y circular apenas me ocupó espacio. A pesar de ser tan ligero, me sorprendió su robustez. Está hecho de materiales de acero inoxidable y hierro que transmiten sensación de calidad desde el primer momento. Además, los pies antideslizantes mantuvieron el hornillo completamente estable siempre, algo que agradecí teniendo en cuenta que la mesa, colocada sobre un terreno irregular, no ofrecía demasiada firmeza.
La primera noche en la parcela lo conecté a la toma de corriente y, en unos siete u ocho minutos, la placa ya estaba caliente. Preparé unos huevos revueltos y el termostato, con su rueda de cinco niveles, me permitió ajustar el calor según necesitaba. La placa, de 10 cm de diámetro, repartió el calor de forma uniforme, así que los huevos quedaron en su punto, sin zonas quemadas ni partes crudas. En los días posteriores, cuando puse a hervir patatas y otros alimentos, comprobé que mi olla de tamaño mediano, encajaba a la perfección con las medidas del hornillo. Eso sí, para familias más numerosas que utilicen ollas o sartenes grandes, puede quedarse algo justa. Aunque su potencia de 500 vatios fue suficiente para platos sencillos, cuando hice recetas más elaboradas o grandes cantidades me llevó mucho más tiempo que con otros modelos, ya que además solo tiene un fuego.
Después de unos días de camping, llevé el hornillo a casa y lo usé como apoyo a mi cocina habitual. Fue útil para preparar salsas o calentar guisos mientras usaba la placa para el plato principal. Limpiarlo fue muy sencillo. Solo necesité un paño húmedo para verlo impecable sin restos pegados ni manchas.
Sus puntos débiles: el diámetro del fogón es de 10 cm, de modo que no se pueden colocar grandes utensilios de cocina. Además, cada vez que se incrementa la potencia hay que esperar unos minutos.
FICHA TÉCNICA |
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Dimensiones: 14 x 14 x 8 cm. |
Diámetro fogón: 10 cm. |
Peso: 700 g. |
Otros: 500 vatios; control de temperatura. |
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Preguntas frecuentes sobre hornillos eléctricos
¿Cómo funcionan los hornillos eléctricos?
Al conectarse a la corriente eléctrica, sus resistencias internas generan un calor que se transmite a la zona de cocción, donde se colocan ollas o sartenes para cocinar los alimentos.
¿Son fáciles de usar?
Sí, la mayoría de los hornillos eléctricos cuentan con controles sencillos, generalmente con ruedas giratorias o botones para regular la temperatura.
¿Qué tipo de alimentos puedo cocinar en un hornillo eléctrico?
Se pueden preparar casi los mismos platos que en una cocina convencional: guisos, arroces, salsas, huevos, café, incluso fritos o salteados. Solo hay que tener en cuenta el tamaño adecuado de las ollas o sartenes para que el calor se distribuya bien.
¿Qué mantenimiento necesitan?
Basta con limpiar la superficie después de cada uso con un paño húmedo y evitar que los líquidos se filtren al interior. Es recomendable desconectarlos y dejar que se enfríen antes de limpiarlos para evitar daños o accidentes.
*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 4 de julio de 2025.
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