ARGENTINA EVANGÉLICOS | Milei busca que los pentecostales se sumen a su ‘yihad’ cultural
Javier Milei asegura profesar vocacionalmente la fe del judaísmo. Suele invocar las «fuerzas del cielo» señaladas en el libro de los Macabeos, capítulo 3, versículo 19, como protectoras del Gobierno de ultraderecha de Argentina. Pero a la hora de ampliar el espectro de adhesiones de cara a los decisivos comicios parlamentarios de octubre, el anarco capitalista busca nutrirse del movimiento evangelista pentecostal para sellar alianzas como las que sostuvo Jair Bolsonaro en Brasil con los influyentes pastores o establecer vínculos políticos con sus iglesias al estilo de Donald Trump.
Milei participó la semana pasada de la inauguración en la norteña provincia de Chaco del Portal del Cielo, un mega templo con capacidad para 15.000 personas. El presidente no hizo más que reflotar ante su auditorio una pelea imaginaria con el extinto papa Francisco que, pasado el instante de recogimiento protocolar, se permite radicalizar. El extertuliano televisivo dijo que «el Estado es la representación del Maligno en la Tierra» y que «la justicia social no es ni más ni menos que envidia con retórica, es decir, es la envidia disfrazada de algo bien pensante, pero no deja de ser un pecado capital».
La arenga tuvo sus aplausos y silencios incómodos. Pero por fuera de los conocidos excesos verbales del presidente, la ultraderecha hizo patente su deseo de hacer pie en un heterogéneo movimiento como el pentecostal que pasó de representar en 2008 al 8% de la población argentina a un 15,5% en 2019. Ese ascenso no se ha detenido. Se calcula que existen más de siete millones de personas que en este país se definen como evangélicos. Unos 100.000 pastores no solo están a su disposición sino decididos a que crezca sistemáticamente la feligresía.
El pastor del milagro económico
El pastor Jorge Ledesma, quien junto a su mujer Alicia, levantó hace 30 años la Iglesia Cristiana Internacional en la paupérrima provincia chaqueña, y que es conocido por haber asegurado que encontró «95 billetes de 100 dólares» en una caja de seguridad donde había jurado tener 95.000 pesos, todo un milagro cambiario, le abrió a Milei las puertas de su flamante Portal del Cielo para que sumara su prédica en medio de un festival de sanaciones. Ledesma coloca su brazo sobre aquellos que suben al escenario a la espera de un toque prodigioso. Algunos caen al piso, otros estallan en llanto. El pastor profiere un lenguaje extraño, como si desde un más allá hablaran en su nombre. «Está cayendo, está cayendo, está cayendo», dice. Lo que parece caer es el milagro garantizado. Repite la palabra fuego. Y los creyentes se desploman.
No todos los pastores evangélicos que creen en semejante fuerza de la fe se han sumado a las diatribas del anarcocapitalista ni aceptan ser usados políticamente. Norberto Saracco, uno de los fundadores del Consejo de Pastores de la Ciudad, calificó de desafortunada la intervención de Milei. «Se prestó el sagrado lugar del púlpito para que el presidente, en un claro acto partidario, dirigiera su diatriba plagada de falsos argumentos, distorsiones maliciosas y afirmaciones totalmente contrarias a las enseñanzas del evangelio».
El esquema Ledesma-Milei repite un mecanismo puesto en práctica por Guillermo Maldonado, un hondureño que se llama a sí mismo apóstol de Miami y que ha cultivado vínculos con Trump. Salpicado por escándalos relacionados con el manejo de fondos y la manipulación de las personas, Maldonado estuvo presente en la ceremonia de la provincia de Chaco, a 1.200 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. De acuerdo con Marcos Carbonelli, un investigador universitario especializado en religión y cultura evangélica, el noreste argentino no solo es la zona socialmente más desigual de este país sino la región donde los pentecostales han experimentado mayor crecimiento. La promesa de un mejoramiento de sus circunstancias cala hondo en especial en aquellos que casi nada tienen.
Para el diario ‘La Nación’, pastores como Ledesma, «suelen hablar mucho de finanzas y crecimiento personal, casi como si fueran ‘coaches’ ontológicos, porque impulsan la llamada teología de la prosperidad, o evangelio de la prosperidad». Pablo Semán, el sociólogo que anticipó el fenómeno Milei cuando pocos lo tomaban en serio, es también especialista en religión. Los pentecostales han capturado parte de la feligresía católica porque, dice, proclaman la actualidad de los dones del espíritu santo. Creen que los milagros y las experiencias trascendentales no son simplemente algo de la época de Jesús, sino que tienen lugar en el presente.
Del púlpito a la tribuna
Los libertarios quieren incorporar a los pastores a su espacio ideológico de un modo que puedan también participar de sus actividades. El próximo sábado 22 se realizará en la provincia de Córdoba el «Derecha fest», una actividad masiva que contará con la participación de Milei y el principal divulgador de sus ideas bajo la forma de la Vulgata ensayística, Agustín Laje, un joven que es considerado como un posible sucesor del anarcocapitalista. Pero allí, a unos 600 kilómetros de la capital, también estará el «teólogo» Gabriel Ballerini. El trío amenizará lo que se promociona como «el encuentro más antizurdo (antiizquierda) del mundo», del cual también participará el español Javier Negre.
La articulación entre la ultraderecha y los pentecostales forma parte de uno de los proyectos más ambiciosos de Milei: erradicar la idea de justicia social que asocia lisa y llanamente al comunismo para iniciar un proceso sin fisuras de beatificación del mercado. El presidente denomina a esa empresa «batalla cultural«. Para el portal ‘Letra P’ tiene ya las características de una «yihad», y amenaza con radicalizarse después de las sucesivas derrotas políticas del Gobierno en un Congreso que sus voces más iracundas llaman a cerrar.
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