ISRAEL – PALESTINA | Al menos 19 muertos en un ataque de Israel al hospital Nasser de Gaza, entre ellos 4 periodistas
Primero, cayó una bomba. Luego, otra. En sólo unos segundos, los impactos arrebataron la vida a al menos 19 palestinos, cuando un dron israelí atacó el hospital Nasser de Gaza, en la sureña ciudad de Jan Yunis. Entre las víctimas mortales, se llora a cuatro periodistas asesinados más. Los corresponsales de Al Jazeera, Associated Press y Reuters se estaban alojando en el complejo médico, protegido por el derecho internacional humanitario. Desde lo alto de un edificio del hospital, realizaban su esencial y peligroso trabajo. Allí también están desplazadas centenares de personas, junto a los pacientes que aumentan a cada minuto a medida que el Ejército israelí continúa con su brutal ofensiva a lo largo y ancho del enclave.
Hossam al Masri trabajaba para la agencia de noticias británica Reuters. La retransmisión en directo de este fotoperiodista se detuvo cuando una de las bombas le alcanzó. Su compañero Mohammed Salama informaba al público del canal qatarí Al Jazeera, aún conmocionado por el asesinato del periodista Anas al Sharif y de cinco de sus compañeros hace unas semanas. Mariam Abu Daqa era una reportera y fotógrafa para diferentes medios de comunicación como el periódico británico The Independent en su versión en árabe o la agencia de noticias estadounidense Associated Press. Moaz Abu Taha era un periodista de la cadena estadounidense NBC network.
La oficina de medios del Gobierno de Gaza sitúa en 244 los periodistas y trabajadores de medios muertos por Israel durante estos 22 meses de ofensiva contra la Franja de Gaza
Todos ellos se suman a la escalofriante cifra de periodistas asesinados durante estos 22 meses de ofensiva militar israelí contra la Franja. La oficina de medios del Gobierno de Gaza la sitúa en 244 periodistas y trabajadores de medios muertos por Israel. A esta violencia sin precedentes contra los informadores locales, se le suma la prohibición de las autoridades israelíes de permitir la entrada a la prensa internacional al enclave. El primer ataque contra el hospital Nasser de este lunes fue realizado por un dron israelí contra el último descansillo de una escalera de incendios, que, según han informado colegas periodistas a Efe, era usado habitualmente por reporteros de medios internacionales para hacer retransmisiones en vivo.
Lugar de retransmisión en directo
Desde allí arriba, la conexión eléctrica y de internet era más buena y les permitía tener una buena vista del este de la localidad de Jan Yunis, al sur del asediado enclave. Con una amplia panorámica de la devastación provocada por el Ejército israelí en estos 22 meses de ofensiva, que ha matado a más de 62.200 palestinos y herido a decenas de miles más, el último piso de la escalera de incendios del edificio Al Yassine del Complejo Médico del hospital Nasser se había convertido en un buen lugar para instalar los trípodes y las cámaras que permitían a los periodistas locales retransmitir en directo para medios internacionales. Entre las docenas de heridos del ataque también hay reporteros, como el fotoperiodista de Reuters Hatem Khaled.
Unos instantes después, el segundo ataque se dio «a la llegada de las ambulancias para rescatar a los heridos y muertos», de acuerdo a un comunicado del Ministerio de Sanidad gazatí. Este segundo bombardeo ha sido registrado por la televisión egipcia Al Ghad que estaba retransmitiendo las labores de rescate del personal de la Defensa Civil palestina, cuando tuvo lugar la segunda agresión. En las imágenes, se puede ver a cinco personas subidas al último piso de una escalera de incendios, entre las que se reconoce a al menos un periodista y dos rescatistas, que fueron impactados de lleno. La Defensa Civil ha informado que «el bombero Imad Abdel Hakim Al Shaer ha muerto y otros siete miembros del equipo de Jan Yunis han resultado heridos mientras intentaban rescatar a los heridos y recuperar a los muertos».
Trabajo de elevado riesgo
Desde el principio de la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre, ser periodista se ha convertido en un trabajo de elevado riesgo en la Franja. Como gran parte del enclave —el 88% del cual está bajo órdenes de evacuación o es considerada zona militar–, el hospital Nasser está considerado por Israel como una «zona roja», pese a que los centros médicos están protegidos por el derecho internacional humanitario en tiempos de guerra. Conocedores de los peligros que entraña su labor periodística que ya se han llevado a muchos de sus compañeros, los periodistas asesinados se mantenían juntos para trabajar con mayor seguridad, y vivían dentro del complejo médico en tiendas de campaña, igual que gran parte de la población gazatí. La mayoría se han quedado sin casa, arrasadas por la violencia israelí.
El Comité para la Protección de los Periodistas ya ha declarado la ofensiva israelí en Gaza como una de las guerras más mortíferas desde hace décadas para los reporteros y fotógrafos. El mundo aún sigue conmocionado por el ataque israelí del pasado 10 de agosto. El bombardeo contra la tienda en la que vivían varios periodistas junto al hospital Al Shifa, en el norte, mató a seis de ellos. Cinco trabajaban para Al Jazeera. Entre ellos estaba el popular reportero Anas al Sharif, objetivo del ataque y al que Israel ya había amenazado alegando, sin pruebas verificables, que pertenecía a Hamás. Los periodistas palestinos se han convertido en víctimas y testigos del sufrimiento de su pueblo, porque ellos también sufren la hambruna, la devastación y la brutal violencia.
Tras confirmar que sus tropas llevaron a cabo un ataque en la zona, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el teniente general Eyal Zamir, ha ordenado una investigación inmediata sobre el ataque de este lunes contra el hospital Nasser. «Las Fuerzas de Defensa de Israel lamentan cualquier daño a civiles no involucrados y de ninguna manera dirigen ataques contra periodistas», ha dicho el Ejército, añadiendo que trabajan para «minimizar el daño a ellos mientras salvaguardan la seguridad de nuestras fuerzas». Una investigación reciente, sustentada en bases de datos de las autoridades militares israelíes, demuestra que cinco de cada seis muertos en Gaza eran civiles.
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