Medio centenar de personas denuncian la represión en Irán tres años después de la muerte de Masha Jina Amini
Una cincuentena de personas se han concentrado este domingo en Barcelona para denunciar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Irán y reclamar justicia, coincidiendo con el tercer aniversario del asesinato de Mahsa Jina Amini. Convocada por el movimiento ‘Mujer, Vida y Libertad’, la movilización ha puesto el foco en la represión persistente del régimen iraní, especialmente contra las mujeres.
La activista Anahita Nassir ha alertado de que la situación en este país es «insoportable» y ha pedido medidas firmes a la comunidad internacional, como la liberación de los presos políticos y el fin de las ejecuciones -en 2025 ya se han perpetrado 955-. También ha exigido la clasificación de la Guardia Revolucionaria como organización terrorista.
La movilización ha sido impulsada por la comunidad iraní residente en Barcelona y se enmarca en una serie de protestas que también se han reproducido en otros puntos del Estado y en otras ciudades del mundo, como los Ángeles, Toronto o Sydney. Los manifestantes exhibieron carteles, pancartas y banderas en apoyo al pueblo iraní, en recuerdo de todas las víctimas del régimen y, especialmente, de Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años que hace tres años murió bajo custodia policial tras ser detenida por llevar «incorrectamente» el velo islámico. Su muerte desató una ola de protestas en todo el país, especialmente lideradas por mujeres.
«La represión continúa»
La activista Anahita Nassir, miembro del movimiento ‘Mujer, Vida y Libertad’ de Barcelona, ha denunciado que «tres años después, la represión continúa». Según explicó, la situación de las mujeres en Irán es «insoportable», y recordó que el régimen reprime cualquier expresión de libertad: «Las mujeres no pueden decidir si llevar o no llevar el velo, no pueden cantar, bailar, salir al extranjero o simplemente vivir con dignidad», manifestó.
Nassir también ha puesto el foco en la gravedad de las ejecuciones en el país. Hasta septiembre del 2025, ya se han contabilizado 955, lo que sitúa a Irán como uno de los países con la mayor tasa de ejecuciones per cápita del mundo. «Pedimos a la comunidad internacional que intervenga, que se detenga la pena de muerte y se liberen a todos los presos políticos que han sido detenidos simplemente por querer un país mejor», ha afirmado.
Nassir ha explicado que cuando empezaron las manifestaciones hubo «muchísima esperanza» y la ciudadanía realmente pensó que habría cambios. «El régimen lo que hizo fue usar toda su maquinaria represora para mantenerse en el poder y asustó a las voces en contra», lamentó la activista que relató que se hicieron muchas ejecuciones de jóvenes y que el movimiento «bajó algo de intensidad».
Con todo, ha lanzado un mensaje de esperanza y ha dicho que el movimiento no se ha detenido: «A pesar de que se cambie de estrategia, de ritmos o de momentos, esta lucha debe llegar al final, y conseguir justicia y paz para todos y todas», ha reivindicado. En este sentido, ha dicho que confía en que el mensaje de ‘Mujer, Vida y Libertad’ llegue más allá de las fronteras de Irán. Así, señaló que la concentración de este domingo también sirve para conectar luchas compartidas y que la comunidad afgana estuvo presente en el acto para expresar solidaridad y sumarse al clamor por un futuro democrático, laico y justo en todo Oriente Medio.
La «doble vara de medir» de Europa
Nassir ha cargado también contra la inacción de los gobiernos europeos y su «doble vara de medir». Ha lamentado que intereses económicos y geopolíticos, como el petróleo y el gas, a menudo pesan más que la defensa de los derechos humanos e impidan que se puedan cortar las relaciones. En este sentido, ha apuntado que, pese a que el embargo es una herramienta internacional de sancionar a un régimen totalitario, se trata de una acción que acaba empobreciendo a la población y repercutiendo en su bienestar «porque hace que le falten medios, como por ejemplo las vacunas de la Covid que no llegaron».
Sin embargo, ha aprovechado para exigir que la Guardia Revolucionaria iraní sea reconocida como una organización terrorista por parte de la Unión Europea y otros organismos internacionales. Recordó que esta demanda ya se puso sobre la mesa en el pasado, pero fue descartada por falta de consenso entre los Estados miembros. La concentración ha contado con la intervención de una cantante iraní, la concejala de Salut i Persones amb Discapacitat del Ayuntamiento de Barcelona, Marta Villanueva, y representantes de Amnistía Internacional.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí