Tengo un carácter muy fuerte pero mi primer mandamiento en la vida es ‘procura no hacer daño’


¿Qué significa ser fuerte? ¿Qué significa tener carácter? Yokoi Kenji, experto en crecimiento personal, asegura que en Japón el que tiene carácter, el que tiene fuerza, es el que es capaz de dominar sus propias emociones por encima de todo. En España, sin embargo, le dan otro significado a estas palabras.
Elvira Lindo lo piensa en una entrevista con ‘El Periódico’ y parece haber entendido una conclusión similar a la de Kenji. Y la escritora reconoce que tiene lo que llamamos un carácter fuerte, pero eso no significa que jamás se permita lastimar a nadie.
una mujer fuerte
Elvira Lindo es una mujer fuerte. En los 90 lo tenía todo: un trabajo bien remunerado como guionista, una vida estable. Y decidió apostarlo todo a su escritura.
“Fue una decisión muy difícil, porque estaba arraigado en mí, por la última enseñanza que nos dejó mi madre, de que una mujer debe tener dinero”, admite la escritora en la entrevista. Esta convicción se apoderó de ella, pero no se detuvo.
Las dudas también aparecieron en quienes lo rodeaban. «Todos sabían que vivía bien, que tenía un buen salario.«, nos asegura Lindo. Pero, a pesar de todas las dudas y temores, lo logró. Dejó su trabajo y se lanzó de lleno a la aventura de escribir. Y lo hizo porque tenía carácter. Cambió su vida y lo hizo con miedo.
Las recompensas llegaron con el tiempo y demostraron que su decisión fue la correcta. Elvira Lindo está orgullosa de este paso que ha dado y asegura que de lo único que siente nostalgia es de no haber empezado antes a tener compasión de sí misma y a tratarse mejor.
un personaje fuerte
¿Para qué sirve un carácter fuerte? Sirve para proteger lo importante: nuestros valores y nuestros principios. Nuestros sueños, nuestra meta, nuestras ilusiones. Nuestra integridad y la de aquellos a quienes amamos. Sin embargo, en nuestra sociedad confundimos el carácter con otras cualidades: Soberbia, crueldad, agresividad.
Alguien que grita a las primeras de cambio.Quien alza la voz ante el menor error o quien piensa que para defender sus ideas debe alzar la voz, carece de carácter. Este es el mismo comportamiento que podría exhibir un niño al que se le niega un juguete.
El carácter es tener la fuerza para emociones furtivaspara que no dejes que el miedo te impida alzar la voz cuando sea apropiado. El coraje de no permitir que nadie transgreda nuestros límites. Para conseguirlo no hacen falta voces, gritos ni ruidos. Sólo la capacidad de controlarte a ti mismo ytransmitir con serenidad que no se pretende permitir que se transgredan ciertos límites.
un personaje amable
Después de años de enfrentarse a la crítica literaria, sus miedos, tomar decisiones complejas y transgredir las barreras del género infantil para convertirse en un autor de «literatura para adultos», como suele calificarse, Elvira Lindo aprendió una lección importante.
“Tengo un carácter muy fuerte, pero mi primer mandamiento en la vida es “Intenta no hacer daño”asegura en la entrevista.
Ésta es la clave de todo. Mantener el carácter que nos permita defendernos.pero hazlo con empatía. Establece límites de forma asertiva y sin herir a los demás. Y para conseguirlo te dejamos estos consejos basados en la filosofía de Elvira Lindo.
- No confundas firmeza con frialdad. Defender tus ideas no significa alzar la voz ni imponerla. La verdadera fuerza reside en mantener la calma incluso cuando el entorno te invita a perderla.
- Aprende a poner límites con calma. Puedes decir “no” con ternura. Un límite claro expresado con respeto es una forma auténtica de amor propio.
- No te castigues por tus sentimientos. Las emociones intensas no son un defecto. Aprender a escucharlos sin dejar que te dominen es una forma de madurez emocional.
- Utilice el humor como oyente y puente. El humor, como nos recuerda Lindo, libera y humaniza. Reírte de ti mismo no te debilita, te da perspectiva.
- Practica la compasión. La fuerza sin compasión se convierte en resistencia. Trátate a ti mismo con la misma sensibilidad con la que tratarías a los demás, bajo la máxima de nunca buscar hacer daño a nadie.
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