la industria exige mayor apoyo e impulso a la innovación
La industria asturiana se conjuró ayer en Avilés con un propósito: teniendo claro que el futuro pasa por la descarbonización para ser competitivos, es necesario más apoyo e impulso a la innovación, y para eso exigió una mayor implicación y apoyo de las administraciones públicas, tanto nacional como europea. Los desafíos más inmediatos son la energía, que debe ser barata y asequible, la simplificación legislativa y administrativa y la inversión tecnológica. En el trasfondo, como guía, la necesidad de avanzar siguiendo las pautas del «informe Draghi».
[–>[–>[–>Políticos, industriales, empresarios, investigadores y representantes de centros tecnológicos se reunieron ayer en el Centro Niemeyer para asistir a la jornada convocada por Bayer y Ethic con el título «La revolución made in Europe: colaboración, innovación y descarbonización». Se trataba, fundamentalmente, de plantear los desafíos del nuevo orden mundial como una oportunidad para el Viejo Continente. Y en ese marco, Laura Diéguez, vicepresidenta y directora de Asuntos Públicos Internacionales de Bayer, aseguró que «Asturias y Avilés siguen siendo motor de transformación, colaboración y espacio abierto de innovación». Y centró el debate enumerando los retos: agilidad e integración de la innovación, recuperación y reposicionamiento estratégico en el nuevo orden mundial y el impacto climático.
[–> [–>[–>La eurodiputada del PP Susana Solís aseguró que Europa pierde el 30% del tejido industrial por la «maraña burocrática», y defendió la necesidad de aplicar «más velocidad y pragmatismo» en la Unión Europa con un paquete de simplificación administrativa.
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El eurodiputado socialista Jonás Fernández fue más allá, y defendió una mayor integración europea y una política coordinada de innovación. «Hay una inflación legislativa que hay que ordenar, porque provoca una fragmentación normativa que supone la imposición de aranceles implícitos en el mercado único que hay que eliminar», aseguró. Ambos defendieron una mayor implicación y colaboración con los territorios.
[–>[–>[–>Los expertos
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Rikardo Bueno, director general del Consorcio Científico Tecnológico Vasco , señaló que, aunque aún hay mucho por hacer, «la innovación está interiorizada», y defendió la cooperación con una apuesta decidida por la transferencia tecnológica al tejido industrial. «Necesitamos un ecosistema tecnológico-industrial con apoyo de la administración pública», afirmó, en referencia a la colaboración público-privada.
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Ignacio Huici, responsable de desarrollo de negocio en España de EIT InnoEnergy, destacó el impulso del tejido emprendedor en los últimos años, pero defendió la necesidad de acelerar el desarrollo de las startup para convertirlas en empresas. Y para eso «es necesario sacar la innovación de los cajón de la Universidad y de los centros de I+D y aplicarla». A eso se suma el papel clave de la colaboración a través de consorcios, regionales, nacionales y europeos.
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[–>Por su parte, la gerente de desarrollo de negocios de innovación química y de recursos en el centro tecnológico Eurecat, Merche Carod, remarcó la necesidad de tener «puentes más sólidos entre los centros tecnológicos y la industria para aplicar la investigación y la innovación y no perder el tren». Y reclamó que «la Administración escuche las necesidades de la industria» para acompasar los procesos de transformación y las ayudas para su ejecución.
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La directora del Instituto para la Transición Justa, Judit Carreras, abordó la innovación social como elemento participativo de la descarbonización industrial. Señaló que España es pionera no solo en tecnología sino también en política social «para optimizar las oportunidades y minimizar el impacto de los desafíos que se presentan, con el objetivo de no dejar a nadie atrás».
[–>[–>[–>Jordi Sánchez, director general de Bayer para España y Portugal, durante su intervención. / .
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La energía
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Que la descarbonización es motor de competitividad es un hecho, coincidieron en señalar los expertos. Pero Asturias se enfrenta en este ámbito a una encrucijada: el 67% del consumo de energía es industrial, una tasa muy superior a la de cualquier otra comunidad autónoma. Sin embargo, Carlos García, director de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), advirtió de que pese a la dependencia energética y a la necesidad de posicionarse en el liderazgo de energías limpias, Asturias va muy retrasada en la ejecución del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), lo que «deja a algunas empresas en el limbo».
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Un ejemplo es Windar (a la que no nombró), que vería un poco de luz en su crisis actual si se ejecutará algún parque eólico.
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Rubén Hidalgo, director de capital riesgo corporativo de CAPSA, puso sobre la mesa los retos de la industria agroalimentaria, que afronta el relevo generacional y la modernización del sector. Pero destacó que «la transformación de la industria es también una oportunidad para generar nuevos sectores tecnológicos. Por eso hay que desarrollar la tecnología subyacente».n
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Carmen Navarro, directora del Grupo Español para el Crecimiento Verde (asociación para fomentar la colaboración público-privada) señaló que España es un «polo productivo sostenible y competitivo a nivel europeo» en producción con energías renovables. Y añadió que «estamos en una carrera y debemos aprovechar la oportunidad para convertirnos en líderes».
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Una idea que reforzó Miguel Rodrigo, director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). «La tecnología eólica y fotovoltaica son las más competitivas, y nosotros (España) somos líderes. Sobre ello pivotan el resto de sectores, también la industria». En su última intervención anunció que en diciembre habrá una subasta en Europa de 1.000 millones de euros para proyectos de descarbonización en la industria, y animó a las empresas asistentes a participar en ella.
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Bayer, en Langreo, primera farmacéutica «verde» de España
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Tras todas estas exposiciones de expertos, llegó la hora de la ejecución práctica. Y esa corrió a cargo de Bayer, la empresa anfitriona. El director de la planta ubicada en Lada (Langreo), en la que se produce el cien por cien del ácido acetilsalicílico —principio activo de la aspirina— para todo el mundo, será la primera del sector farmacéutico en España en alcanzar la descarbonización total de su proceso productivo, y también una de las primeras en Europa en conseguirlo, según anunció su director, Jorge Julián Álvarez. El director de Asuntos Públicos de Bayer para España y Portugal, Álvaro Sanz, concretó más, y señaló que será en junio de 2026.
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El último paso en ese proceso de descarbonización llega de la mano de un acuerdo con Iberdrola – que está desmontando su central térmica de Lada, cercana a la planta de Bayer– que permitirá a la farmacéutica abandonar el uso de gas natural y pasar a utilizar vapor producido a partir de energía solar, completando de ese modo su proceso de transición energética.
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Jordi Sánchez, consejero delegado de Bayer para España y Portugal, clausuró la jornada en el Centro Niemeyer mostrando el «orgullo de que la planta de Langreo sea un símbolo de la descarbonización». industrial».n
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