Deportes

No se valora todo lo que he conseguido y sí se hace con pilotos que luchan con menos transparencia que yo

No se valora todo lo que he conseguido y sí se hace con pilotos que luchan con menos transparencia que yo
Avatar
  • Publishednoviembre 1, 2025



María Herrera (Oropesa, Toledo, 1996) es la resiliencia hecha piloto. Su carrera deportiva siempre ha estado marcada por situaciones adversas que se han interpuesto entre su talento y el éxito. Sin embargo, la toledana ha sabido reponerse de todas y a cada una de las trabas que se ha ido encontrando en su camino para salirse con la suya y cumplir su sueño de dedicarse al motor de manera profesional.

Lesiones, dificultades económicas en un universo tremendamente caro y su condición de mujer en mundo de hombres le han perseguido hasta ponerla al límite. Pero si algo se le ha dado bien a María a lo largo de su vida es ser la más rápida de todas, tanto dentro como fuera de la pista. Por ello, siempre ha conseguido esquivar las dificultades que le ha ido poniendo la vida para labrarse un presente y un futuro.

Su pasado siempre ha estado rodeado de motos, desde que era tan solo una niña de 5 años y ya soñaba con subirse a la KTM que le había comprado su padre a su hermana mayor. Un padre, gran aficionado también a las dos ruedas, que siempre ha estado a su lado, respaldando todos y cada uno de sus pasos, tanto en la certeza de estar haciendo lo correcto como en la zozobra de caminar hacia destinos inciertos.

Y es que María muchas veces ha tenido que seguir caminos a ciegas para pelear por su gran reto. Ahora, rozando la treintena y con muchas batallas a sus espaldas, incluso con pilotos de la talla de Fabio Quartararo, al que consiguió batir, se encuentra en el punto de mayor madurez personal y profesional.

Por ello, es capaz de disfrutar más y mejor de sus éxitos. El último, proclamarse campeona del Women’s Circuit Racing World Championship, el primer Mundial de motociclismo íntegramente femenino.

Hace dos años, EL ESPAÑOL ya hablaba con María de lo que suponía la llegada de este campeonato: «Es una manera de abrir puertas». Ahora, tras haber quedado subcampeona en 2024 después de varias polémicas en su contra, incluidas decisiones controvertidas y caídas provocadas, y vencedora en 2025 por delante de Beatriz Neila en otra temporada no exenta de «picante», María sigue viendo este campeonato como una buena oportunidad, pero como un medio y no como fin. Ya que la meta es volver a competir contra chicos de tú a tú.

A lo largo de su carrera deportiva María ha demostrado ser capaz de hacerlo en infinidad de ocasiones. Desde sus victorias en el Campeonato de España de Velocidad hasta su aventura en MotoE, campeonato que alternaba con el WCR, pasando por el Mundial de Moto3, su única oportunidad en MotoGP.

Ahora, la piloto de Oropesa disfruta de este triunfo, o de sus triunfos, como ella misma cuenta en esta entrevista a EL ESPAÑOL a la que acude tras recibir el calor de su gente en un precioso homenaje. Y al mismo tiempo hace repaso de lo que ha sido su camino.

Ese en el que no han faltado las lesiones, como la que sufrió en la espalda hace unos años y que estuvo a punto de terminar con todo, ni los disgustos. Y es que María lleva desde que era una niña luchando contra todo y contra todos, y huyendo de las siempre odiosas comparaciones mientras soporta con orgullo y humildad la pesada carga de ir abriendo camino a las jóvenes talentos que vienen por detrás pisando fuerte.

María Herrera posa como campeona del WCR.


María Herrera posa como campeona del WCR.

Imagen cedida

Bueno, María, campeona del mundo. Se dice pronto el éxito que has conseguido, ¿no?

Sí, se dice pronto. La verdad que han sido años de mucho trabajo. Creo que no se valora todo el trabajo que hay detrás, pero ahora ha venido el resultado que tanto esperaba y muy contenta porque creo que ahora es el momento donde más lo saboreo. Nos ha costado muchísimo. Empezó el campeonato femenino el año pasado y creo que ya lo merecimos, así que muy contenta.

¿Cómo te sientes y qué fue en lo primero que pensaste?

No fue fácil para mí entrar en el Campeonato del Mundo femenino y pensé en eso. Al final no tenía equipo. También me pasaban todos los recuerdos, sobre todo la caída cuando me tiraron el año pasado y me dejaron casi fuera de la pelea por el título. Y sobre todo el esfuerzo de mi padre y de mi madre, que han pasado mucho tiempo fuera de casa por mis entrenamientos. Eso, el valorar todo lo que hemos hecho.

¿Consideras que es el logro más importante de tu carrera?

Como nombre, pone campeona del mundo, entonces sí. Pero creo que hay muchas más cosas. Por ejemplo, en MotoE, luchar con una moto de 250 kilos con pilotos de 1,80 metros de altura… Acabar este año una carrera en cuarta posición, por ejemplo, para mí tiene más mérito, pero la gente no lo valora así. Entonces creo que ser campeona del mundo, el nombre lo dice todo y se valora más, pero para mí y mis adentros he hecho cosas más importantes.

¿Por qué crees que la gente dice que el campeonato es fácil? He leído por ahí que esa opinión ha corrido un poco, no sé si lo hacen a modo de crítica. ¿Tú cómo lo ves?

No lo sé, no he leído nada. ¿Es fácil? Bueno, pues que se metan ellos. Aunque haya tres pilotos fuertes o cuatro, ya te lo ponen difícil. Todavía no hay un grupo de 10 o 15 personas luchando para ganar el título, pero es cuestión de tiempo que se haga y que el nivel crezca. Va a haber opiniones siempre buenas y malas. Yo me he aislado bastante porque creo que hay mucho hater tanto a nivel de rivales, porque competimos y hay fans que no van a ir a mi favor.

En el campeonato, con la moto que se está haciendo, el nivel es alto. No tenemos una moto preparada, es una moto de tienda y con esa moto se está rodando muy rápido. Hay niños que han cogido esa moto que no están rodando igual. Y el peso influye también. No voy a rodar como una persona que pese 40 kilos si pesamos 60, entonces creo que estamos rodando muy fuerte. Quien no lo vea que se meta en el circuito con nosotras.

El año pasado lograste el subcampeonato en mitad de muchas circunstancias. Para ti, ¿lo del año pasado fue un logro o una motivación para volver este año más fuerte? ¿Llegaste a sentir que habías perdido una gran oportunidad? Llegar a un segundo puesto y tener al alcance la victoria es algo muy importante, pero puedes pensar que era la oportunidad que esperabas y que se te ha escapado. ¿Cómo lo viviste?

Todo el año estuve viendo que me lo querían quitar. Tuvimos problemas para entrar en el campeonato. El objetivo era que la primera en el campeonato fuera Ana Carrasco y lideré todo el campeonato hasta que me tiraron en Italia. Posteriormente tuvimos una carrera en Estoril donde se me paró la moto, tuve que remontar hasta la primera posición y justo cuando iba segunda para ganar la carrera, otra vez…

Fueron factores que me impidieron conseguir el campeonato, pero moralmente el año pasado me sentí campeona porque hice una temporada muy bonita para el espectador y creo que hice disfrutar al público adelantando en cada curva, no solo en rectas como alguna piloto. Súper contenta de la temporada pasada, no puedo decir que perdí.

¿Sientes que ha habido una especie de persecución a María Herrera desde que se ha creado el campeonato?

Creo que piensan que lo tengo muy fácil, que todo me sale fácil. Me ha costado muchos años, he entrenado como la que más. Si he conseguido este nivel ha sido por méritos propios, porque mi familia y yo nos hemos desplazado a circuitos y hemos sacrificado cosas que a lo mejor otras personas no. A lo mejor les preocupaba que pusiera el listón demasiado alto. Este año súper contenta porque hemos pilotado de tú a tú con otra piloto y lo hemos hecho también entretenido.

Yo entiendo que una carrera mía, si me voy sola, es aburrida. Lo veo cuando lo hace Marc Márquez.

¿Cómo has vivido los piques de este año con Bea Neila después de lo que pasó en 2024? ¿Crees que se ha exagerado o es el picante que necesita todo campeonato?

Se necesita ese picante para que la gente nos siga. Yo entiendo que una carrera mía, si me voy sola, es aburrida. Lo veo con Márquez, cuando se va piensas que es un pilotazo, pero qué aburridas son las carreras cuando son así. Hay que luchar hasta la última vuelta de la última carrera y es lo que han querido también. Lo he pasado mejor este año, he disfrutado muchísimo. Han sido peleas súper inteligentes, de esforzarnos hasta la última vuelta y de hacer mucha estrategia. Me ha hecho esforzarme. Ha sido muy entretenido este año.

¿Crees que esa emoción se ha creado un poco desde fuera, poniéndote trabas y frenos?

Cuando tienes un gran nivel, siempre habrá dificultades para el piloto más rápido, pero este año ha habido más igualdad, muchísima más igualdad mecánica. Ella lo ha hecho muy bien, así que este año para mí ha sido mejor. Va a ser mejor cada año porque es el comienzo de este campeonato, estamos aprendiendo.

¿Has notado la evolución de la categoría en estos dos años a nivel infraestructuras y de ingresos?

Las motos son las mismas del año pasado, han revisado el motor y tal, pero no han cambiado casi nada. A nivel de pilotaje y de lo demás sí, han evolucionado muchísimo. Si te despistas en condiciones como en agua puedes estar perfectamente la décima. Han pilotado muy bien, han evolucionado y esto va a ir subiendo porque están apostando por entrenar más, por prepararse mejor. Nos están viendo, somos un ejemplo las que estamos delante y ven cómo lo hacemos.

A nivel de estructura están mirando qué es mejor, ya que es un coste muy elevado, pero están esforzándose para los próximos años intentando conseguir más sponsors, que faltan para que haya un apoyo y podamos hacer más carreras, que es lo que nos gustaría, poder disputar más de seis carreras.

Para ti, entiendo que el objetivo sería una competición mixta, porque ya has demostrado que puedes estar ahí sobradamente. Pero ¿crees que este campeonato es una buena solución o más bien algo temporal para que cada vez más chicas tengan oportunidades y visibilidad y luego puedan dar el salto a un campeonato con hombres?

Exacto, la segunda opción es la que creo que es buena. Este campeonato da muchísima visibilidad, te motiva. Estar delante te da tablas para poder luchar luego en otros sitios y evolucionar, conseguir algún equipo que te apoye más. Sería muy bueno que esta categoría siguiera e hicieran una segunda que estuviera metida en MotoGP. Sería lo ideal para mí, con una categoría superior, que podamos demostrar que podemos ir con una moto grande rápido y en buenos tiempos. Creo que es cuestión de tiempo. Pero esto no es temporal, esto ha llegado para quedarse desde mi punto de vista.

Cuando eras pequeña, tu hermana tenía una KTM que le compró tu padre y tú decías que tú también querías tu propia moto. ¿Qué queda de aquella María o qué sigues conservando de esa niña que soñaba con subirse a ella?

La ilusión de seguir en este deporte. Me encanta el mundo del motor. Cuando llego a un circuito todavía me sigo poniendo nerviosa por si voy bien o mal, eso me llena. Todavía queda algo de esa María pequeña. Lo único que cambiaría es que me gustaría ser como antes y tener la mente más limpia, pues hay gente que te hace daño en el camino y ahora piensas un poquito más. Pero conservo la ilusión de continuar.

Hace un par de años sufriste problemas importantes en la espalda. ¿Cómo de cerca estuviste de dejarlo por esos dolores y lesiones?

Fueron momentos complicados. Me rompí la parte baja de la espalda, la L5 S1, y estuve casi cinco meses sin poder entrenar porque la postura de la moto es muy complicada y no podía aguantarlo. No podía ni montarme, así que empecé el año de MotoE sin hacer casi ni un test en circuito grande.

El año fue muy complicado y lo pensé, pensé en qué hacer, me frustraba pensar en retirarme porque no era mi momento, pero con paciencia y consultando a muchos médicos vimos cómo podíamos solucionarlo. Y he ido solventándolo. No se me ha quitado el dolor, pero sí he encontrado alguna solución para mantenerme al menos unos cuantos años más y poder disfrutar todavía de la moto.

María Herrera durante una carrera esta temporada en el WCR.


María Herrera durante una carrera esta temporada en el WCR.

Imagen cedida

Ahora seguramente dirás que merece la pena, aunque a veces la gente tienda a olvidar que todos los deportistas competís con lesiones y dolores. Pero, ¿en algún momento pensaste que todo ese sufrimiento no merecía la pena?

Sí, a veces cuando no salen los resultados es cuando más lo piensas, tanto esfuerzo para nada. Pero nos olvidamos de que el camino que vivimos es súper bonito. Hay muy pocas personas que pueden decir que han viajado con 18 años a Japón o a Malasia. Mi padre era la primera vez que iba y me decía ‘yo tengo 50 años, hija’. No lo valoramos en el momento porque estamos obsesionados con el objetivo, pero eso es lo que me ha llevado a disfrutar más este año. Cada año para mí es como el último, disfrutar de la sensación de pilotar contra los mejores del mundo y sobre todo en circuitos en los que quizá en el futuro no podré volver a rodar. Yo creo que ahora merece la pena todo lo que estamos haciendo.

A lo largo de tu carrera has compartido batallas con pilotos como Quartararo, Bastianini, Bagnaia o Remy Gardner. ¿Crees que has tenido menos oportunidades que ellos? ¿Se ha sido menos justo contigo?

Yo creo que sí. Llegué al Mundial siendo líder del Campeonato de España con un gran nivel y solo me dieron una oportunidad en Moto3. El año siguiente tuvo que arriesgarse mi padre con un socio a hacer un equipo, imagínate. Haces toda la carrera deportiva y solo te dan un año para demostrarlo, pues me parece vergonzoso, sinceramente. Ahora llegan pilotos con un equipo oficial. Yo nunca lo tuve y a lo mejor no han hecho ni los resultados que yo hice. Así que sí, tuve menos oportunidades en esos momentos.

Luego he tenido muchas evidentemente, a lo mejor no en la categoría que corresponde, que es MotoE. Ahí he luchado contra viento y marea porque es una moto muy grande. La gente dice que no es para mí, pero no quedo última, estoy en el grupo, e incluso en la primera carrera hice un cuarto y en algunas carreras más he estado en la pelea. Tengo que continuar y vivir de la moto, que es lo que me gusta. No es donde elijo, sino donde puedo estar.

¿Por qué te has encontrado más barreras? ¿Por ser mujer o por temas económicos?

Es muy complicado. Tener sponsor te puede respaldar un poco. No he conseguido un sponsor que diga quiero correr aquí y hacemos tres años. Eso no lo he tenido nunca. He estado saltando como un saltamontes, de aquí me quieren, aquí puedo. A veces el camino no lo hemos hecho muy recto, hemos dado palos de ciego y a veces me ha faltado confianza en mí en momentos donde hubiese tocado apretar más. Llevarte de una categoría a otra es muy difícil, adaptarse tan rápido y confiar cuando te están poniendo todo en contra. Con la experiencia de ahora, quizá lo hubiese pensado distinto, más frío, disfrutar el momento y apretar sólo por mí, no pensar en el qué dirán. Las cosas han sido muy difíciles.

¿Cómo es correr con la presión del dinero? Me contabas que tu padre ha hecho muchos sacrificios, se ha involucrado mucho, sobre todo avalando proyectos. ¿Cómo es para ti coger la moto y saber que tienes todo eso detrás y que tienes que responder y que a lo mejor no te salen las cosas?

Realmente mi padre cogió el equipo de Moto3 durante un año. Luego, por suerte yo pude continuar como profesional. Me pagaron y en años posteriores fue todo mejor, pude ir saltando de equipo en equipo y luego llegando a MotoE he sido profesional. Hasta día de hoy bien, puedo decir que he vivido diez años profesionalmente sin tener que pedir dinero a mi padre.

Como a tantas otras chicas deportistas, el calificativo de ‘pionera’ ha ido muy ligado a tu nombre. ¿No llega a cansar un poco eso, el que se pregunte todo el rato si te sientes una pionera? ¿Dejar de preguntar eso no sería una buena manera de normalizar que una chica tenga éxito en las motos, en el tenis, en el fútbol…?

La verdad que lo preguntan mucho. Para mí es un halago porque es verdad que somos las primeras abriendo camino. Antes sí hubo mujeres, pero yo no he visto una ayuda para mí, creo que he tenido que abrir mi camino yo picando piedra junto a mi familia, sobre todo a nivel mental, porque que te digan que aquí no porque una chica no puede estar delante, da rabia. Me gusta ser referente para las nuevas generaciones y ser buen ejemplo porque considero que trabajo muchísimo y todo lo que he ganado me lo he currado, no me lo ha regalado nadie. No me levanto a las 11 de la mañana, me levanto todos los días a las 6 para entrenar.

Veo que tienes muy presente el campeonato de MotoE. ¿Cómo ha sido para ti este tiempo combinar las dos disciplinas?

MotoE para mí ha significado un esfuerzo increíble, no esperaba poder con una moto tan grande. La primera que cogí fueron 260 kilos, una bestialidad. Para mí fue decir ‘si puedo con esto, ¿por qué no voy a poder con algo más?’ Me ha abierto la cabeza y la mente a la hora de pilotar otras motos. Evidentemente una moto potente requiere más fuerza física, pero bueno, ha sido una oportunidad muy buena para darme visibilidad también en MotoGP, porque he estado seis años en el paddock de MotoGP.

La puerta de MotoGP no está cerrada. Me gustaría que me dieran antes de retirarme alguna oportunidad en Moto2.

¿Cómo de duro ha sido saber que no habrá MotoE el año que viene?

Ha sido duro porque he cogido cariño a la categoría y sobre todo que podía continuar en MotoE, ya tenía un técnico que me gustaba. Al ser las motos tan iguales, tienes que ser tú la que marque la diferencia y la conexión con tu equipo tiene que ser 100%. Ir cambiando no me ha ayudado, pero ya había conseguido un equipo muy guay técnicamente hablando. Ha sido un palo para todos, nos hemos quedado un poco con una mano delante y otra detrás. Por suerte tengo el campeonato femenino, pero hay gente que no tiene nada y nos lo han comentado muy tarde.

Ahora, a tus 29 años cumplidos hace poco, ¿crees que tienes cerrada la puerta a volver al mundial y a MotoGP?

No pienso cerrar la puerta, nunca me han dado la oportunidad en Moto2 aun estando allí. Cerrada no está, pero tampoco abierta. Ojalá conseguir alguna oportunidad para probar la Moto2 y si vamos bien, ¿por qué no? Me gustaría que me dieran antes de retirarme alguna oportunidad a ver cómo voy con la Moto2.

Acabas de recibir un homenaje muy bonito en tu casa. ¿Qué significa para ti sentir el calor de tu gente, de los que te han visto desde niña crecer e ir derribando barreras en tu carrera?

Mola. Cumplir objetivos es difícil y la motivación era conseguir un Campeonato del Mundo. Y ahora que lo he conseguido, que se valore. Sobre todo el apoyo de toda la gente, que te vean y que sea tu pueblo el que te apoye. Me da mucha alegría ver a gente que no esperaba en la calle.

¿Crees que se te ha valorado poco a nivel nacional o no todo lo que mereces?

Sí, creo que se ha puesto en valor a otros pilotos que a lo mejor no han luchado con la transparencia que yo lo hago. No me gusta la comparación porque normalmente las comparaciones son odiosas. Sí, creo que no se ha valorado todo lo que he hecho. He estado en categorías muy difíciles.

Este Campeonato del Mundo sí, es importante, pero una cuarta posición compitiendo con pilotos como Jordi Torras, que mide 1,80 y que ha estado en MotoGP, me parece increíble. Me gustaría ver a muchas personas ahí. Eso es seguramente lo que no se valora.

Y te hago la última para terminar, ¿hacia dónde miran tus pasos ahora? ¿Cuáles van a ser tus próximos retos y objetivos?

Me gustaría revalidar el título. Creo que la categoría va a evolucionar, ojalá el año siguiente la moto cambie, creo que ha mejorado bastante y molará porque viene generación nueva, la gente conoce la moto, ya no hay excusa de que falta de experiencia. El grupo va a ser grande y la gente tiene más control. Estoy buscando otras alternativas también aparte de este campeonato, pero ojalá saberlo pronto.



Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: