Vivienda, de derrota en derrota
Rosa Luxemburgo (1871-1919), teórica y activista socialista escribió que «La victoria final sólo puede prepararse con una serie de derrotas». La frase apareció en un artículo publicado el 19 de enero de 1919 en el periódico berlinés Die Rote Fahne, titulado «El orden reina en Berlín».
Al día siguiente, en medio de los disturbios que asolaron la capital alemana, fue asesinada. Aquellas palabras, con el paso del tiempo, se popularizarían como “de derrota en derrota hasta la victoria final”.
Se han atribuido, sucesivamente, a Iglesia (1874-1965), Mao Tse Tung (1893-1976) e incluso en Che Guevara (1918-1967), entre otros. El vivienda Es uno de los grandes problemas de la economía española. Los vaivenes del sector en los últimos tiempos podrían definirse con esa expresión, “de derrota en derrota”, con el agregado de que nada augura una victoria final, sino una catástrofe aún mayor.
El panorama inmobiliario en España empeora día a día, casi siete años y medio desde la llegada del Moncloa de Pedro Sánchez, de la mano, entre otros, de los entonces «podemitas» de Pablo Iglesias. Para ellos, la vivienda había sido una de sus banderas, una de sus grandes reivindicaciones, y también la promesa de solucionar el problema. Desde entonces, el vivienda, Tanto en alquiler como en propiedad, no sólo se ha encarecido y se encarece día a día, sino que cada vez hay menos viviendas disponibles y las que existen, por diferentes motivos, están fuera del alcance de la mayoría de los ciudadanos.
Ada Colauque hizo carrera política al frente de las movilizaciones contra los desalojos, implementó normas en Barcelona, cuando era alcaldesa, que empeoraron la situación hasta el límite insospechado
Las iglesias de la época y luego sus sucesoras, ambas Yolanda Díazcomo Irene Montero o Ione Belarra, obligaron al Gobierno de Sánchez a aplicar medidas como la declaración de zonas tensionadas que rebajaron la oferta de alquiler y la encarecieron.
La entrada efectiva de estas medidas dependía de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos y de dónde están vigentes la situación Sólo ha empeorado.. Ahora también se aplicarán en Vizcaya y Guipúzcoa, con la Consentimiento del PNV de Aitor Esteban y el Lehendakari Pradales y, por supuesto, los aplausos de Otegi de Bildu.
El último acontecimiento es la propuesta de que el El Gobierno de Sánchez prohibirá la compra de una vivienda si no se va a utilizar como vivienda habitual del comprador. El socialista Jordi Sevilla, ministro en tiempos de Zapatero, ha sido contundente: «es un puto despropósito».
El propio Sevilla, en un artículo del diario Cinco Días, va aún más lejos: «si tu socio de gobierno no te deja resolver el primer problema del país, ¿Por qué quiere estar en el Gobierno con ese socio?
Él fracaso de la política de vivienda Es evidente y imputable, tras siete años y medio de Gobierno, a Sánchez y sus socios. También confirma que la hiperprotección de los colectivos vulnerables no sólo mejora la situación, sino que la empeora en el ámbito del alquiler.
Los propietarios –particulares y empresas–, temerosos de los inquilinos que se declaran vulnerables, no pagan y no pueden ser desalojados, retiran viviendas del mercado o ponen condiciones y precios al alcance de muy pocos.
Hay más elementos que explican tan catastrófica situación. Él Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoriadirigido por José María Rotellaracaba de publicar un informe que afirma que «la escasez de suelo disponible, la complejidad regulatoria y la elevada fiscalidad son algunos de los factores que explican la actual tensión de precios en el mercado inmobiliario español».
Hay datos reveladores. «La tramitación de un proyecto de construcción tarda una media de 16 años», afirma Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España. Es fruto de «obstáculos burocráticos y medioambientales», según el diagnóstico de los expertos liderados por Rotellar, formado por Pedro Schwartz, Francisco Cabrillo, Jaime García-Legaz, Gregorio Izquierdo, Fernando Merry del Val, Javier Fernández Lasquetty y Pedro Cortiñas.
Recomiendan, entre otras cosas, ampliar la disponibilidad de suelo urbanizablereducción de la burocracia, revisar la normativa medioambiental, evaluar los efectos de los controles de precios y de las cuotas de vivienda, reforzar la seguridad jurídica en el mercado inmobiliario y reducir o incluso eliminar algunos impuestos vinculados a la vivienda. Son medidas liberales. Pueden ser discutibles, pero Son una alternativa a los actuales intervencionistas que ya han fracasado.que no conducen a esa «victoria final» con la que soñaba Rosa Luxemburgo.
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